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EDITORIAL
DR. JOSÉ LUIS SANTELICES
Departamento de Medicina de Urgencia, Clínica Las Condes
Editor Invitado
Muchos consideran que la historia de la atención de urgencia
en Chile se inicia con la inauguración de la “Posta Central”
el año 1911, fundada por el Dr. Alejandro del Río Soto-
Aguilar. Este hecho relevante permitió dar asistencia urgente
a problemas agudos de salud; situaciones no programadas,
particularmente el trauma urbano del Chile de ese entonces.
En el mundo, la actividad especializada de Medicina de
Urgencia (MDU), propiamente como tal, se desarrolla
desde inicios de los años 60, en
EE.UU., donde la especia-
lidad médica se crea a partir de la necesidad de resolver los
problemas de salud urgentes de manera integral y eficiente,
debido a la creciente demanda en los servicios de urgencia
generales que veían su capacidad sobrepasada día a día.
Se considera a las guerras de Corea y Vietnam como los esce-
narios que llevaron a los equipos de salud a comprender que
la atención médica de urgencia en general y del trauma en
particular, requería de especialistas dedicados a dicha acti-
vidad de manera continua y permanente, con conocimiento
integral y no parcializado por especialidades, de aquellos
problemas agudos que enfrentaban los heridos de guerra.
A raíz de lo aprendido y debido principalmente a cambios
demográficos, el incremento del trauma y la necesidad de
resolver los problemas críticos de patologías tiempo depen-
diente, las unidades de urgencia se vieron en la necesidad
de trabajar con especialistas en urgencia que manejaran de
manera integral y oportuna estas patologías, para así poder
estabilizar y tomar las mejores decisiones en una primera
instancia y poder entregar un cuidado continuo de trata-
miento. Esto era posible en la medida que esa primera opor-
tunidad no fuera desperdiciada y realmente brindase una
posibilidad cierta de derivar al enfermo al siguiente nivel de
tratamiento, en las mejores y más prometedoras condiciones
posibles.
En Chile, hasta la década de los 90, no hubo desarrollo
formal de la especialidad de Medicina de Urgencia, mien-
tras la demanda en los servicios de urgencia se incremen-
taba progresivamente hasta una severa crisis que desde el
año 1992 se hace francamente inmanejable. Un artículo del
diario El Mercurio, en el mes de septiembre de 1995 relata:
“
Los médicos de los servicios de urgencia hospitalarios no han
recibido una formación médica integral que les permita tratar
pacientes gravemente accidentados o con patologías o enfer-
medades de alta complejidad en sus manifestaciones iniciales
más agudas
”.
Dada esta compleja y progresiva situación, a inicios del año
1994 y gracias a gestiones de la Universidad de Chile, el
Ministerio de Salud y algunos servicios de urgencia públicos,
más el apoyo de la Oficina de Transferencia Tecnológica de
la Universidad del Sur de California, se inició en Santiago
el primer programa de formación de médicos especialistas
en MDU, bajo la tutela del renombrado programa de la
misma especialidad de la citada universidad, a través de su
División de Medicina de Emergencia Internacional. Este
primer programa se implementó en la Universidad de Chile,
luego se crearon los programas de la Universidad de Santiago
de Chile el año 1999 y el de la Pontificia Universidad Católica
de Chile el año 2005.
A la fecha existen ocho programas universitarios indepen-
dientes, consolidados y funcionando de manera cooperativa
entre sí, con más de 100 médicos en formación permanente
y un número cada vez más grande de egresados, contribu-
yendo progresivamente al grupo de especialistas que el país
necesita.
El año 2010 se constituye la Sociedad Chilena de Medicina
de Urgencia (SOCHIMU –
www.sochimu.cl); única entidad
chilena reconocida por la Federación Internacional de
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(2) 161-162]