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El texto del decreto ley que regula esta patología GES
define como el acceso cuando la persona mayor de 65 años
tiene diagnóstico de hipoacusia, cualquiera sea su origen y
cuente con receta médica para el audífono. La oportunidad
de la garantía, en este caso la entrega del audífono, debe
ser dentro de 45 días de la indicación médica. La protección
financiera incluye el pago de un audífono con un monto
disponible de aproximadamente $440000 (año 2015), y
sesiones mensuales de seguimiento por profesional del área
audiológica. Durante el año 2015 se entregaron 33659
audífonos por FONASA en este tramo etario, lo que equivale
a 14811 millones de pesos.
El programa garantiza la entrega de un dispositivo de
amplificación. El escuchar por dos oídos mejora la discrimi-
nación en ruido, problema muy frecuente en los pacientes
de tercera edad. Según esto, el adulto mayor debería equi-
parse con dos audífonos en forma simultánea. Sin embargo,
esta recomendación podría tener algunos matices. Walden
y colaboradores (6) describen un grupo de 28 sujetos con
edad promedio de 75.1 años (rango entre 50 y 90 años),
usuarios antiguos de audífono unilateral. Se amplificaron en
forma bilateral y se evaluó el rendimiento con pruebas de
discriminación en ruido (
QuickSIN
) y de integración biaural
(dígitos dicóticos, Musiek 1983). Para ambas pruebas los
sujetos tuvieron mejores resultados en la condición de
audífono unilateral. McArdler y colaboradores 2012 (7)
repitieron este ensayo en 20 adultos con edad promedio
de 75.5 años (rango entre 59 y 85 años) usuarios de audí-
fono bilateral. Estos autores muestran mejores resultados
en condiciones de amplificación bilateral. Una explicación
de estos resultados tan disimiles puede ser la condición
previa de los sujetos: en un grupo eran usuarios de audífono
unilateral mientras en el otro eran usuarios bilaterales. Esta
condición de amplificación puede determinar la represen-
tación auditiva en la corteza. La conclusión final debiera ser
que, para un grupo de pacientes adulto mayor puede ser
mejor usar dos audífonos en forma simultánea, situación
que no está contemplada por esta guía GES. La entrega del
segundo audífono se considera solamente después de un
año de uso satisfactorio.
Con respecto a las características técnicas del audífono la
guía clínica aporta recomendaciones: audífonos digitales,
micrófono adaptativo, mínimo 6 de bandas frecuenciales,
mínimo de 4 canales de compresión, tener sistema anti
feedback
. También recomienda contar con garantía exten-
dida a lo menos tres años, disponible en todo el país y
contar con servicio post-venta en la misma provincia en
donde se entrega. El cumplimiento de estos requisitos es
relativo ya que sólo son recomendaciones de la guía clínica
y no están incluidos en el texto de la ley. Por esta razón
quedan a discreción de cada autoridad los criterios que se
incluyen en las respectivas licitaciones. Las características
técnicas de los audífonos son relevantes ya que pueden
incidir en la adherencia al uso del mismo. La supervisión
del cumplimiento de estas recomendaciones debiera ser
facultad de la autoridad sanitaria.
Finalmente me gustaría mencionar
el problema de la
adherencia al uso de audífonos en el adulto mayor,
que
es variable y con cifras no óptimas. McCormack y Fortnum
2013 (8) reportan un estudio de alcance que incluye la
revisión de 10 artículos publicados donde se mencionan
razones por las cuales pacientes hipoacúsicos no usan sus
aparatos. Se incluyen pacientes entre 18 y 99 años, usua-
rios nuevos y antiguos. De los sujetos incluidos, sólo un 20%
usaba amplificación en forma regular. Entre las razones que
se mencionan para explicar la mala adherencia se menciona
la mala relación costo/beneficio y el mal rendimiento del
audífono en ambientes ruidosos. En Chile hay reportes con
cifras variables de adherencia entre 40 y 80%. Pérez y cola-
boradores 2003, realizaron una encuesta telefónica a 205
pacientes beneficiarios de GES Hipoacusia mayor de 65 años
del Servicio Salud Metropolitano Sur (9). Los autores repor-
taron que un 82% de los pacientes estaban satisfechos. En
la misma población, Tamblay y colaboradores (10) entre-
vistaron a 179 pacientes. Un 80% de ellos declara usar la
prótesis auditiva. León y colaboradores (11) realizaron una
evaluación en el Servicio de Salud Aconcagua que incluyó
42 pacientes, de los cuales sólo un 42% usaba el audífono.
La diferencia de este trabajo es que no usó encuesta telefó-
nica sino visita domiciliaria y evaluó el uso en el momento
de la visita.
Se han ensayado programas de consejería para optimizar
la adherencia a la amplificación los cuales han demostrado
ser eficientes (12). En Chile, Cardemil y colaboradores 2014
(13) ensayaron la aplicación de un modelo de consejería en
pacientes del Hospital Barros Luco Trudeau. La intervención
consistía en 4 sesiones de grupo 4 pacientes cada una, más
un acompañante. Cada sesión abordaba situaciones de la
vida diaria que pudieran ser un problema para la amplifi-
cación, por ejemplo, ir a un lugar público. La adherencia se
evaluó mediante cuestionario CIRUA. El grupo intervenido
tuvo una significativa mejor adherencia versus el control
(80% versus 8.89%). Sin embargo, en una revisión sistemá-
tica de las publicaciones que incorporan estos programas
no se logró poner en evidencia una mejoría significativa
(14). Se revisaron 32 publicaciones con un total de 2072
sujetos. No hubo cambios significativos en la adherencia,
pero las publicaciones incluidas eran muy heterogéneas
entre sí, con respecto a los resultados reportados y en el
método de medición.
[HIPOACUSIA y sistema de garantías explícitas en salud (GES) - Dra. Mariela Torrente]