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SUMMARY
Introduction:
At Clínica Las Condes (CLC), the
newborn hearing-screening program (NHS) began in
2001, reaching in 2007, 100% coverage of newborns
of this institution. To date, more than 24000 children
have been evaluated.
Objective:
To describe the results of the newborn
hearing-screening program done by the Department
of Otolaryngology at CLC from 2001 to 2015.
Material and Methods:
A descriptive, retrospective
study was conducted with the results of all newborn
evaluated between May 2001 and December 2015,
born in the city of Santiago, in the Departments of
Pediatrics and Neonatal Intensive care Unit (ICU) of
CLC.
Results:
During the period 2001-2015, 24050
newborn were evaluated, 22987 non-ICU and 1063
from ICU. 1077 newborn failed the NHS (4.5%). 771
from non-ICU and 306 from ICU. The estimated
total NHS referring incidence was 4 cases of hearing
loss (HL) in 1000 newborn; 57% were unilateral and
42.7% bilateral, 90% of them mild to moderate cases.
The incidence rate calculated for non-ICU newborn
corresponds to 2 cases of hearing loss in 1000
newborn, while in ICU newborn the rate was 38 cases
of hearing loss in 1000 newborn.
Tracking loss corresponded to 11% in the non-ICU
group and 16% in ICU, the total percentage loss was
12%.
Discussion and Conclusions:
The incidence of hearing
loss found in our center was of 4 cases per 1000
newborn, which corresponds to the Joint Committee
on Infant Hearing (JCIH) estimated rate. However, in
the ICU newborn, this rises considerably to 38 cases
per 1000 newborn. We believe that this increase is
due to the fact that ICU at CLC is a high complexity
unit reference center, serving high-risk newborn
whose prognosis and association of risk factors makes
them more susceptible to the development of hearing
pathology.
The loss at follow-up compared to our last review in
2010, decreased from 15.6% to 12%. This loss of 12%
is considered an acceptable figure when compared to
international values that can reach up to 50%.
Key words: Neonatal screening, hearing loss,
otoacoustic emissions, auditory brain stem evoked
responses.
Introducción
La disminución de la capacidad auditiva impacta profun-
damente la calidad de vida de quien lo padece, reper-
cutiendo no solo en su capacidad de comunicación con
sus pares, si no que también altera su desarrollo social,
educacional y finalmente su capacidad de inserción en la
sociedad. Es por este motivo que la detección temprana
del déficit auditivo, acompañada de la implementación
precoz del paciente, con prótesis auditivas, es hoy por hoy,
la estrategia más eficaz para reducir su impacto.
En Chile, la hipoacusia congénita es una patología con una
importante incidencia en la población neonatal, siendo
incluso más frecuente que el hipotiroidismo congénito y
la fenilquetonuria clásica, ambas patolgías con tamizaje
universal del recién nacido cubiertas por ley AUGE (1). En
Chile, al momento de esta publicación, sólo se cuenta con
tamizaje del prematuro menor de 1.5kg y aún no hay tami-
zaje auditivo universal (2).
La evaluación del recién nacido constituye un desafío y
un esfuerzo de la salud pública que mediante diferentes
implementaciones ha cambiado el pronóstico de algunas
enfermedades congénitas. Cerca de 1-2 de cada 1000
niños nacen con sordera profunda (3,4). Los programas de
tamizaje auditivo neonatal difieren entre países en los que
se realiza, debido a que se ve influenciado por factores
demográficos, epidemiológicos y económicos para la elec-
ción del panel adecuado (5). El gran propósito de poder
establecer un tamizaje de audición neonatal universal es
lograr bajar la edad del diagnóstico de los niños con defi-
ciencias auditivas, lo que permite una intervención más
temprana.
En ausencia de un programa de tamizaje auditivo neonatal,
la hipoacusia moderada a severa no se identifica antes de
una edad media de 2 años y no son tratados antes de los
40 meses, mientras que el deterioro de audición leve
se identifica aún más tarde, muchas veces hasta la edad
escolar (2). Por todas estas razones, las organizaciones
internacionales más importantes recomiendan la aplica-
ción de la evaluación auditiva universal del recién nacido.
De acuerdo con el comité JCIH, la evaluación audiológica
integral debe realizarse antes de los 3 meses de edad y
la intervención apropiada debe comenzar antes de los 6
meses de edad (6,7). Para evaluar los programas de tami-
zaje auditivo el JCIH publicó los puntos de referencia
utilizados con más frecuencia que están principalmente
relacionados con los resultados de los programas imple-
mentados. Existen actualmente medidas de recomenda-
ción que definen los programas de tamizaje realizados en
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(6) 753-760]