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En una muestra aleatoria de 525 pacientes, de un universo de

1.533 hipertensos entre 30 y 68 años de edad atendidos en el

PSCV con al menos 12 meses de seguimiento, evaluaron aspectos

sociales como el estrés emocional/depresión, la relación médico

paciente, hábitos de conducta y adherencia al tratamiento farma-

cológico (23).

Se encontró un porcentaje de control de la PA del 47%, signifi-

cativamente superior a lo mostrado por la ENS 2009-2010. La

disminución promedio de las cifras de PA al cabo de un año fue

de -12,5 mmHg para la presión sistólica y -12,4 mmHg para la

presión diastólica. Esta disminución fue estadísticamente signifi-

cativa para el total de la muestra y para ambos sexos (p

<

0.05).

Un dato relevante fue que, a mayor severidad de la HTA inicial la

disminución de las cifras finales fue más marcada (23).

En otro estudio similar Sandoval y cols (2012) (24) evaluaron

1.194 hipertensos en 52 centros de atención primaria del país; de

ellos 59.7% alcanzó cifras de PA controladas. Todos los pacientes

recibieron asesoría para el manejo de estilos de vida saluda-

bles; alimentación, cesación de tabaco y actividad física. Un alto

porcentaje recibió tratamiento farmacológico (91,5%), de ellos

34,3% fue monoterapia y 57,1% combinación de medicamentos.

Resulta interesante que 8,5% de los pacientes recibió exclusiva-

mente medidas no farmacológicas, lográndose el control de la PA

en el 75% de ellos.

El efecto de este logro de hipertensos controlados se traduce, a

juicio de los autores, en una disminución del 47,9% de complica-

ciones cardiovasculares en 5 años (24).

INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA EN EL MANEJO DE LA

HTA

Existen múltiples estudios controlados y aleatorizados de educa-

ción breve y concisa, entregada por enfermeras para la modifi-

cación de conducta en prevención primaria. Ellos muestran que

los grupos intervenidos logran mayores cambios de hábitos y que

estos cambios se mantienen a los 4 y 12 meses de seguimiento

(25-28).

A nivel nacional, una de las primeras iniciativas en prevención

cardiovascular primaria (1999) de consejería por enfermeras en

estilos de vida saludable en personas sanas, se asoció a mediano

plazo a una reducción del score de riesgo cardiovascular inicial. Esto

fue especialmente marcado en el grupo de alto riesgo, que dismi-

nuyó su riesgo de un evento movilizándose a categorías de riesgo

inferior (moderado - leve) debido a la mejoría de sus parámetros

de riesgo (29).

En una iniciativa posterior que replicó esta metodología en un

grupo mayor de personas (Estudio RICAR) se observó que en

las personas de alto riesgo (n= 654), la intervención educativa

de enfermería en personas con PA elevada se asoció a mediano

plazo a una disminución de su Presión Arterial Sistólica en el

47,6% de ellos, llegando un 16,2% a cifras normales. En el caso

de aquellos con la Presión Diastólica (PAD) elevada, un 61,2%

disminuyó sus cifras, normalizando su PAD un 36,8%. La dismi-

nución porcentual promedio de PAS fue del 41,2% y en el caso

de la PAD alcanzó el 47,5%. Esta variación y otras modificaciones

de los FR se tradujeron en una disminución promedio del 34,5%

del riesgo CV inicial calculado (30).

A nivel de prevención secundaria el reciente estudio RESPONSE

(

Randomised Evaluation of Secondary Prevention by Outpatient

Nurse Specialists

), que incluyó más de 750 pacientes con

Síndrome Coronario Agudo, el grupo con intervención de

enfermería logró aumentar el porcentaje de personas con su

presión arterial controlada inicial de 68% a 75% en 12 meses. En

contraste, en el grupo con terapia habitual el control disminuyó

de 73% a 61% (p

<

0,001), con un aumento promedio de la PA

de 4,6 mmHg (p

<

0,002). También se observó una disminución

del riesgo relativo de rehospitalización de 34.8% (p=0.023) en

el grupo intervenido, en el cual cabe destacar una adherencia al

programa del 92% (31).

Esta tendencia de aumento de cifras de PA es similar a lo descrito

por Guarda y cols. (2004) en una serie de 357 pacientes chilenos

que sufrieron un evento coronario, cuya prevalencia de HTA

al ingreso fue de 52% lo que disminuyó a un 9,8% al alta. Sin

embargo, el seguimiento del tratamiento habitual (consulta

médica más tratamiento farmacológico) mostró que paulati-

namente el porcentaje de pacientes con PA no controlada fue

aumentando a los 3 (15%), 6 (12%), 9 (18%) y 12 (21%) meses

respectivamente (32).

En esta misma serie la educación por enfermera programada versus

educación incidental, demostró que la satisfacción de los pacientes

era significativamente mayor y se asoció a un mayor cambio de

conductas, mejor adherencia a los medicamentos y menos rehos-

pitalización (33).

COEXISTENCIA DE HTA Y OTROS FACTORES DE

RIESGO CARDIOVASCULAR SELECCIONADOS

Si bien la evidencia presentada plantea como principal problema

el diagnóstico y manejo adecuado de la HTA, es importante

recordar que es frecuente su asociación con otros FR y en algunos

casos redunda en un pobre control global de ellos.

HTA y Diabetes

Garrido y cols. (2013) encontraron en nuestro país la coexis-

tencia de diabetes y de dislipidemia en un 38,5% y un 57% de los

pacientes hipertensos respectivamente (23).

[IMPACTO DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL COMO FACTOR DE RIESGO CARDIOVASCULAR - E.U. María Teresa Lira C.]