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REFERENCIAS BIBLIOGRáFICAS
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2. Necrología. Revista Médica de Chile. 1961 Mar;89:215-21
3. Laval R, E. Cincuentenario de la última epidemia de viruela en Chile. Rev Chil Infect Edición Aniversario 2003: 111-112.
4. Nancy Ortiz, Julio Frank. Homenaje a la memoria de médicos notables del siglo XX: Médicos en la historia de Chile. Editorial Colmena
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5.
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_San_Juan_y_Chorrillos6.
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Miraflores7.
https://es.wikipedia.org/wiki/Hospital_San_Vicente_de_Paul_%28Santiago_de_Chile%29
8.
http://sociedadgastro.cl/resena-historica-de-la-schge/aunando lo docente con lo asistencial. Incluso ayudó a corregir
errores de diagnóstico y a generar nuevas ideas merecedoras
de investigación más profunda y experimentación.
En 1924, por elección de la Facultad de Medicina, el Dr. Prado
Tagle fue nombrado Profesor Ordinario de Clínica Médica, en
reemplazo de Profesor García Guerrero, que se acogió a retiro.
Al momento de hacerse cargo de la cátedra el Dr. Prado tenía
como ayudantes a médicos que destacarían a nivel nacional y
que lo ayudarían a convertir a su cátedra en el centro médico
más importante del país en esos años. Entre ellos estaban el Dr.
Arturo Mardones como jefe de clínica junto a Ramón Vicuña,
Aníbal Ariztía, Hernán Alessandri, Alejandro Olivares, Oscar
Meléndez y Fernando Casasbellas.
Desde 1928 y junto al Dr. Mardones inició las gestiones para
traer de vuelta al Dr. Max Westenhoefer, cosa que se pudo
concretar en 1930, recibiendo esta vez el apoyo tanto oficial
como universitario que no tuvo en su primera visita a Chile.
Gracias a eso, el Dr. Westenhoefer organizó un programa de
formación de patólogos de primer nivel, lo que llevó al desa-
rrollo de esta especialidad y la formación de servicios de
Anatomía Patológica en los principales hospitales nacionales.
En 1937 el Dr. Prado Tagle emprende un nuevo viaje a Europa.
Esta vez a un congreso internacional de medicina en París. En
este congreso se realizaron reuniones de las distintas subespe-
cialidades de la Medicina que se estaban desarrollando. En el
congreso de Transfusión Sanguínea (probablemente hoy sería
Hematología) presentó un trabajo de su experiencia de 10 años
con pacientes transfundidos. En el congreso de Gastroentero-
logía presento el tema “Oclusiones agudas y crónicas del intestino
delgado”. En la Sociedad de Gastroenterología de París presentó,
como miembro titular, el tema “La colitis ulcerosa no tubercu-
losa” y en Vichy presentó el tema “Insuficiencia Hepática”.
A su regreso funda la
Sociedad Chilena de Gastroentero-
logía,
que se oficializa el 6 de junio de 1938, de la que fue su
primer presidente.
En esta área cabe destacar que introdujo nuevos proce-
dimientos de investigación y exámenes clínicos como la
endoscopia del aparato digestivo, gastroscopia, laparoscopia
y rectoscopia. También participaría en la fundación de la
Sociedad de Hematología y Transfusión sanguínea y crearía
el primer servicio de transfusión sanguínea del país, en el
Hospital San Vicente de Paul, con su respectivo banco de
sangre.
Fundó también una publicación que reflejaba su quehacer
médico-docente, los
Archivos de la Clínica Médica,
en la
que se publicaban artículos médicos hechos por sus colabo-
radores y por él mismo, además de darse a conocer trabajos
médicos de la literatura mundial. Se editó por 25 años.
El Dr. Prado Tagle fue Profesor de la cátedra de Clínica Médica
por 26 años, desde 1924 hasta 1950.
En febrero de 1950, estando en Puyehue, reconoció en sí
mismo algunos síntomas de una enfermedad. Volvió a Santiago
para estudiarse y tuvo una reunión clínica con sus ayudantes
para estudiar su propio caso. Al final de ésta, y para certificar su
diagnóstico, se sometió a una laparotomía exploradora reali-
zada por un cirujano de su confianza. Falleció de una complica-
ción post operatoria la tarde del 19 de abril de 1950.
Y así terminó su vida, tal como él hubiera querido. Siempre
tratando de alcanzar el conocimiento, incluso con él mismo
y luego de una reunión clínica para discutir y decidir la mejor
opción a seguir con su enfermedad, de manera racional y cien-
tífica.
Si hay algo que define al Dr. Prado Tagle es la palabra entu-
siasmo. Esa fue su fuerza motriz, las ganas de aprender e
innovar, junto con el asentamiento, casi obsesivo, del método
científico en todo su quehacer. Hombres así son los que deben
ser recordados y sus huellas conservadas para plantar las raíces
de nuestro futuro. Huellas profundas y sólidas, como nos
merecemos.
Imagenes: © 2015 COLECCIÓN MUSEO NACIONAL DE MEDICINA. Facultad de Medicina Universidad de Chile.
[VIÑETA HISTÓRICA]