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Zonas:

1. Zona central de fibrosis:

zona de proliferación mesen-

quimal, de alta actividad metabólica compuesta por fibro-

blastos ahusados y haces de colágeno alineados paralelos al

eje de distracción.

2. Dos zonas paracentrales o zonas de transición

a cada

lado (con zonas de apoptosis).

3. Dos zonas proximales - distales de remodelación

cada

lado.

Áreas de transición:

1. Área de angiogénesis.

2. Frentes de mineralización (donde existe la mayor tasa de

división celular en la fase de activación).

El hueso trabecular es el primer tipo en aparecer, siendo frágil

en un comienzo. Dependiendo de las fuerzas de tracción y

carga a la cual se somete este hueso, se genera una reorien-

tación de las trabéculas para dar paso finalmente a un hueso

más resistente.

El incremento de la actividad osteoformadora que resulta de

la distracción se atribuye al efecto estimulador de la tensión

mecánica sobre la formación de vasos sanguíneos y sobre

células osteoformadoras. El resultado es la formación rápida

de hueso y la estabilización de los dos segmentos óseos (4,

5, 22).

PRINCIPIOS FISIOLÓGICOS

La distracción osteogénica comparte muchos elementos fisio-

lógicos con la cicatrización normal de un fractura traumática

(23), sin embargo, difiere de esta en dos aspectos impor-

tantes: se produce por medio de un microtrauma controlado,

sometiendo posteriormente al callo óseo a fuerzas de estira-

miento (tensión); y el mecanismo de osificación predominante

es de tipo membranoso y no endocondral, gracias a la impor-

tante contribución del periostio y de la neovascularización

local (24, 25).

Inmediatamente después de la osteotomía se forma un

hematoma y un infiltrado inflamatorio en el segmento

interfragmentario. Hay una baja en la presión parcial de

oxígeno y una caída del pH local, asociada a la secreción

de factores de crecimiento y citoquinas. La secreción del

mRNA del factor de crecimiento transformante b1 (TGF-

b1) aumenta 2,5 veces 3 días después de la osteotomía y

triplica sus valores normales durante la fase de activación, al

igual que la expresión de las proteínas morfogénicas óseas

(BMP), el factor de crecimiento análogo de la insulina (IGF)

y los factores de crecimiento de fibroblastos (FGF). Todos

estos elementos disminuyen e incluso se normalizan en la

fase de consolidación (26). La distracción también estimula

la expresión de factores asociados a la angiogénesis, como

el factor inducido por la hipoxia 1ª (Hif-1ª), la neuropilia

1 (NRP-1) y el factor de crecimiento endotelial vascular A

(VEG-A), que aumentan inmediatamente tras cada activa-

ción (27). Al quinto día este espacio se encuentra reempla-

zado por tejido de granulación, con células mesenquimales,

fibroblastos, colágeno, una matriz rica en fibrina y vasos de

neoformación. La orientación de estas estructuras es desor-

denada. De iniciarse la fase de activación inmediatamente

después de la osteotomía, sin latencia, se produce un callo

escaso y de mala calidad, con muy poca invasión vascular

para desarrollo de hueso de calidad; por otro lado si se deja

por un periodo muy prolongado de latencia, el callo pierde

flexibilidad, generando mayores focos de apoptosis (28). La

importancia del periodo de latencia en la región craneofacial

es aún tema de debate, especulándose que sería de menor

trascendencia en este territorio por la rica vascularización de

los huesos del macizo facial. Por el momento este concepto

es sólo válido en niños (29).

La elongación del callo por mecanismos de distracción

induce respuestas biológicas de regeneración ósea, que

se acompañan de una cascada de procesos biológicos que

pueden incluir la diferenciación de tejidos pluripotenciales, la

angiogénesis, la mineralización y la remodelación. La tensión

mecánica mantiene el proceso de regeneración ósea por el

mantenimiento del estado de proliferación de osteoproge-

nitores en la zona central del callo (19); con niveles menores

de tensión, las células evolucionan a un estado más diferen-

ciado (30). Además, la tensión genera que las células del callo

se elonguen y que las fibras de colágeno que sintetizan se

orienten paralelas al vector de distracción (22). La tensión

sobre el periostio provoca su diferenciación a osteoblastos

(31). Cuando se aplican fuerzas hiperfisiológicas sobre el

callo, los vasos se rompen y se forman microhematomas. El

proceso de curación se interrumpe. Este traumatismo provo-

cado por la brusca activación del distractor, se minimiza

cuando la frecuencia de distracción es alta y la tensión es

baja, generando hueso de mejor calidad. Existe una correla-

ción positiva entre una alta frecuencia de tracción mecánica y

el aumento de expresión génica de los factores osteogénicos

y los mediadores angiogénicos, lo que contribuye a la forma-

ción acelerada de masa ósea (32, 33).

Finalmente, en la fase de consolidación, madura el callo

blando, osificándose y formando la nueva cortical ósea. En

esta remodelación toman protagonismo los osteoclastos,

cuya actividad aumenta notablemente en el periodo de

consolidación temprano. En el territorio craneofacial, este

periodo dura aproximadamente 2 a 4 veces el tiempo de

activación (34).

[DISTRACCIÓN ÓSEA DEL TERCIO MEDIO FACIAL EN MALFORMACIONES CRÁNEO-MAXILOFACIALES - Dr. Cristián Erazo C. y cols. ]