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DISTRACCIÓN Y DISTRACTORES
Existen tres tipos de distracción osteogénica:
monofocal, bifocal
y
trifocal.
La
distracción monofocal
consiste en una osteo-
tomía con tracción de ambos segmentos y generación de hueso
en el espacio interfragmentario. Este es el enfoque convencional
para el avance del maxilar o del tercio medio facial y el cráneo.
En la
distracción bifocal
la osteotomía moviliza un segmento
óseo anexo a un defecto a cubrir y es generalmente utilizado
tras pérdida ósea por resección tumoral o trauma. Finalmente
la
distracción trifocal
crea simultáneamente dos segmentos
óseos anexos a un defecto a cubrir, uno a cada lado del defecto,
los que se movilizan con el distractor hasta entrar en contacto,
generalmente es utilizada en grandes defectos (35–37).
Todos los distractores tienen básicamente 3 elementos: un
componente
intraóseo
que transmite la fuerza al callo óseo
a distraer, un
elemento
de
anclaje
para empujar o trac-
cionar (dependiendo del tipo de distractor) y finalmente un
tornillo axial,
que al girar genera el desplazamiento de los dos
elementos previamente mencionados.
Los distractores, a su vez, se clasifican en
internos
y
externos,
existiendo una diferencia esencial en la forma en la cual ejercen
tensión sobre los segmentos óseos. Mientras más próximo se
encuentre el tornillo axial al callo óseo en elongación y al eje
central de la fuerza, más efectiva es la tracción. Los distractores
internos cuentan con este beneficio por sobre los distractores
externos, sin embargo, la morbilidad local del dispositivo interno
es considerablemente mayor al momento de su retiro. Remover
el distractor externo toma menos tiempo y dificultad quirúrgica,
además de permitir un mejor ajuste en la dirección de la distrac-
ción durante la misma. En la distracción de tercio medio facial,
el distractor interno se debe fijar con un vector de distracción
que no se modificará durante todo el proceso de distracción, en
cambio, el distractor externo nos permite distraer en 3 planos,
pudiéndose modificar la dirección del vector a medida que se
va realizando la distracción. Este hecho incluso permite ajustar
relaciones dentarias oclusales previo a la fase de consolidación.
Otra ventaja del uso de un distractor externo en el tercio medio
facial es que permite rangos de distracción total mayores a un
distractor interno. Un distractor externo permite 40 mm o
más de distancia avanzada de forma segura, a diferencia de los
25 mm como máximo que se pueden obtener en promedio
con un distractor interno. La principal desventaja de los
distractores externos es que generan cicatrices faciales, las
que serán más o menos evidentes dependiendo de la orienta-
ción del vector de tracción con la superficie de la piel.
Por lo general se preferirá el distractor interno en casos en que
se requieran avances más moderados y en un solo eje, con la
mínima secuela estética posible (Figura 2 y Figura 3).
Además los distractores se subdividen en distintos tipos según
sea su vector de distracción único y múltiple. Por no ser la fina-
lidad de este artículo sólo se mencionan:
Distractores externos:
− Distracción externa unidireccional (6, 38).
− Distracción externa bidireccional (39, 40).
− Distracción multiplanar (41).
Distractores internos:
− Distractores internos o sumergidos (42).
− Dispositivos de distracción dentosoportados (43).
DISTRACCIÓN DEL TERCIO MEDIO FACIAL
La distracción osteogénica del tercio medio facial se ensayó
por primera vez en animales empleando distractores externos
en 1995 por Rachmiel y cols (44). Ellos realizaron un avance
total de 36 mm en la unión nasofrontal y hasta 43 mm en la
parte lateral del maxilar a una tasa de activación de 2 mm/
día y consolidación de 6 meses. En 1997, John Polley desa-
rrolla un sistema de fijación rígida externa (
Rigid External
Distraction - RED
)(45) para el avance del maxilar superior, esta-
bleciendo su uso en los casos de hipoplasia maxilar severa en que
precisan grandes avances, y en fisuras faciales congénitas impor-
tantes. Este dispositivo una vez completada la osteotomía se fija
FIGURA 2. Distractor interno
FIGURA 3. Distractor externo
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(1) 5-13]