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criteria for diagnosis of PD have incorporated to PET and
SPECT as useful tools in the diagnosis of this disorder.
In this article, we review the utility of the neuroimages
in patients with PD and some of their potential future
applications.
Key words: Parkinson´s disease, PET, SPECT, MRI.
INTRODUCCIÓN
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neuro-
degenerativo, caracterizado neuroquímicamente por la
pérdida de neurotransmisores cerebrales monoaminér-
gicos, en particular dopamina. Afecta a cerca del 1% de la
población mayor de 60 años y genera un marcado impacto
en la calidad de vida de pacientes, cuidadores y familiares
(1, 2).
Clínicamente la EP se manifiesta como un cuadro progre-
sivo de enlentecimiento (bradicinesia) y rigidez, usualmente
de predominio unilateral, asociado en un alto porcentaje
de los pacientes a temblor de reposo. Existe una variedad
de condiciones que pueden asociarse a enlentecimiento
y rigidez, produciendo lo que se conoce como síndrome
parkinsoniano o parkinsonismo. La EP es el parkinsonismos
más frecuente en la mayoría de las series y está definido, en
último término, por la presencia a la anatomía patológica de
los hallazgos habituales, tales como muerte neuronal dopa-
minérgica y depósito de cuerpos de Lewy en las neuronas
dopaminérgicas remanentes (3, 4). Si bien el cuadro clínico
(historia y examen físico y neurológico) constituye el pilar
fundamental del diagnóstico, varios trabajos han demos-
trado que la certeza diagnóstica es baja en los pacientes
con EP idiopática, aún en manos expertas y requiere en
ocasiones de varios años de evolución de las manifesta-
ciones motoras, para poder establecer con certeza el diag-
nóstico (5-7). Debido a esto, desde hace ya varias décadas
existen esfuerzos continuos por establecer métodos de
imágenes estructurales y funcionales, que permitan mejorar
el diagnóstico de esta enfermedad (8, 9).
Adicionalmente se ha intentado determinar mediante
neuroimágenes el avance o progresión de la muerte
neuronal y evaluar el potencial terapéutico de compuestos
que detengan o enlentezcan este proceso. Además, en las
últimas décadas, se ha realizado intenso trabajo en detectar
manifestaciones clínicas que aparecen antes del inicio de
los síntomas clásicos de la EP (10-12). Esas manifestaciones
precoces o prodrómicas, podrían facilitar un diagnóstico
más temprano y permitir establecer terapias modificadoras
de la EP de mayor beneficio (13). También se ha propuesto
la utilidad de las neuroimágenes en este aspecto de la EP.
Los objetivos fundamentales del uso de las neuroimágenes
en EP son:
• Contribuir al diagnóstico diferencial con otros cuadros
clínicos.
• Uso como biomarcador de progresión de la enfermedad
y, por ende, demostrar la utilidad de potenciales terapias
que retarden el avance de la misma.
• Permitir el diagnóstico pre-sintomático o prodrómico en
aquellos sujetos en riesgo de padecer EP.
• Predecir la aparición de complicaciones motoras y no
motoras.
En esta revisión se abordará el empleo de la resonancia
magnética cerebral y las neuroimágenes moleculares:
tomografía por emisión de positrones (PET) y tomografía
por emisión de fotón único (SPECT) en el estudio de
pacientes con EP. Este es un campo de rápido desarrollo
y con frecuencia aparecen nuevas técnicas o aplicaciones,
por lo que este artículo se centra en los usos más consoli-
dados de las distintas técnicas, sin abordar en detalle cada
uno de los avances recientes en cada caso.
Resonancia Magnética Cerebral
La EP es secundaria a la degeneración progresiva de diversas
regiones cerebrales, de ellas la más afectada es la sustancia
nigra pars
compacta (SNpc), donde se encuentran los somas
de las neuronas dopaminérgicas que proyectan al estriado,
para ejercer allí el efecto modulador de este neurotrans-
misor sobre los ganglios basales (14). Una limitación del
uso de la RM en el estudio de la EP es la falta de adecuado
contraste para identificar las estructuras afectadas por
la EP (15, 16). En especial, las secuencias convencionales
en equipos de 1.5T ponderadas en T1 y T2 muestran una
estructura normal de la SNpc en la EP y no son por tanto
útiles en el diagnóstico de esta condición. Diversos autores
han presentado variadas secuencias centradas en el estudio
de la sustancia nigra, con probable utilidad en distinguir el
compromiso de esta región en EP y en especial en distin-
guir sujetos con EP de controles sanos. La Tabla 1 presenta
algunos de estos trabajos.
Pese a lo anterior, la práctica habitual no recoge estas secuen-
cias para estudio dirigido de la SNpc y, por lo tanto, el empleo
habitual de la RM en EP se limita a: detectar presencia de
lesiones estructurales que causen o contribuyan al parkin-
sonismo, identificar magnitud y extensión de enfermedad
cerebrovascular asociada y ayudar a diferenciar EP de parkin-
sonismo vascular y determinar presencia de las alteraciones
características de los parkinsonismos atípicos, tales como
atrofia multisistémica (AMS) o parálisis supranuclear progre-
siva (PSP)(16–18) (Tabla 2).
[Neuroimágenes en enfermedad de Parkinson: Rol de la resonancia magnética, el SPECT y el PET -Dr. Carlos Juri C. y col.]