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EDITORIAL
Dr. Stefan Hosiasson S. - Dr. Andrés Pons G.
Editores invitados
El ejercicio de la medicina en el ámbito eminentemente
clínico evoluciona siempre y sin cesar, aunque mantiene
en su eje central ciertos preceptos que nos guían y esti-
mulan a quienes escogimos este camino en forma profe-
sional. Este eje es siempre el bienestar del paciente, tanto
físico como mental y espiritual. Ello implica entender su
problemática en un contexto y buscar el alivio y el trata-
miento en una forma también integral. Pero el conoci-
miento ha avanzado tan rápido, que nuestras habilidades
han debido ir necesariamente especializándose cada vez
más. Esto tiene sus fortalezas y sus defectos. Debemos
actuar en forma individual al asistir al paciente en parti-
cular, pero debemos trabajar en equipo para ampliar
nuestra capacidad de resolver y tratar los problemas
complejos que puedan presentarse.
Por otra parte en los últimos 40 años hemos ido deve-
lando cada vez más un nuevo paciente que tendía a estar
algo inaccesible. El feto fue tomando su importancia en
el eje del embarazo junto a su madre, gracias a múltiples
avances en el conocimiento y en el desarrollo tecnoló-
gico, lo cual en conjunto con cambios profundos cultu-
rales fue produciendo una evolución en nuestra forma del
actuar médico.
El conjunto de esta tranformación se cristalizó en lo que
llamamos hoy el trabajo y evaluación multidiscipli-
naria perinatal. En este nuevo enfoque se pone tanto a
la madre como al feto en un eje indisoluble de estudio
y tratamiento. El obstetra general supervisa la gesta-
ción sana en su conjunto y ante la detección de posi-
bles problemas maternos o fetales, o ante la presencia
de factores de riesgo, se deriva a la subespecialidad de
Medicina Materno Fetal, donde se estudia y maneja estos
embarazos de riesgo. A su vez esta unidad especializada
muchas veces requiere de una evaluación conjunta que
puede llegar a involucrar a una pléyade de distintos espe-
cialistas de distintas áreas. Esta forma de trabajo requiere
tanto de la capacidad como de la humildad de cada uno
de los especialistas para escuchar, aportar y debatir en
cada caso en particular y llegar a una conclusión que
pueda ofrecer las mejores conductas y tratamientos a la
madre, al feto y la familia involucrada. Además permite
preparar y anticipar el manejo que requerirá ese niño una
vez nacido y el escenario, no siempre fácil, que deberán
afrontar los futuros padres.
En los artículos del presente número hemos intentado
reflejar este enfoque multidisciplinario, que incorpora
actualmente a obstetras, neonatólogos, radiólogos,
cirujanos, genetistas, cardiólogos, cardiocirujanos,
neurólogos, neurocirujanos, nefrólogos, urólogos, bron-
copulmonares, inmunólogos, hematólogos, traumató-
logos, dermatólogos, oftalmólogos, cirujanos plásticos,
otorrinos, gastroenterólogos y eventualmente cualquier
subespecialidad dependiendo del desafío específico que
presente cada caso. Coordinar y trabajar en equipo entre
tantas distintas especialidades es a la vez un difícil y
hermoso desafío lo que permite ofrecer al paciente y su
familia una tranquilidad basada en un trabajo no solo de
excelencia, sino además ordenado y coordinado.
En este número de la revista les ofrecemos a nuestros
lectores una visión de la medicina perinatal, con la revi-
sión y desarrollo de diferentes temas de interés que son
parte del manejo multidisciplinario durante este periodo.
[EDITORIAL]