Previous Page  107 / 224 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 107 / 224 Next Page
Page Background

821

[Observaciones prácticas en base a la experiencia audiológica en implante coclear - TM. Raquel Levy]

El contexto general, en la mayoría de los casos, no es fácil.

Sabemos que a los niños hay que equiparlos tempranamente

primero con audífonos, con moldes adecuados, (que no “pitee” el

audífono y que el molde no hiera la piel del conducto auditivo del

niño) y educar a los padres a poner especial atención a reacciones

del niño con los dispositivos en diferentes situaciones sonoras.

Esta información es muy valiosa al momento de realizar audio-

metrías de juego.

Encendido y calibración de implante coclear en niños

menores de 2 años

Para este proceso, es fundamental que el profesional que calibre

el dispositivo, esté al tanto de todo el proceso de cada paciente.

La información obtenida en el evento quirúrgico (mediciones

de respuesta neural del dispositivo, impedancia de electrodos y

radiografía) es muy importante para asociarla con la etiología y

exámenes previos a la implantación.

Posteriormente, apoyados en la espontaneidad de los niños y

nuestra experiencia en audiometrías de juego, podemos decir

que sólo hace falta observar la actitud del paciente frente al

estímulo eléctrico entregado en intensidad creciente, dado en

un marco de juego tranquilo y contenedor. Ellos manifestarán

inmediatamente cualquier molestia.

Cabe destacar que no se deben utilizar los valores de telemetría

neural (NRT) obtenidos en las mediciones intraquirúrgicas como

“valores cómodos” de estimulación de la vía auditiva. No corres-

ponden a los valores sicoacústicos M ó C de un mapa. Estos se

desencadenaron por altas intensidades del estímulo eléctrico,

con el propósito de visualizar el potencial de acción sensorial.

Así mismo, tampoco es recomendable realizar otra medición de

telemetría neural (NRT) el mismo día del encendido. Al ser esti-

mulación supra umbral, puede molestar y asustar al niño y preci-

samente eso es lo que no queremos.

Para ese día, recomendamos que sólo el círculo cercano al

paciente esté presente. Generalmente lo recomendable es:

madre, padre y juguete preferido. En sesiones posteriores será

necesaria la presencia del fonoaudiólogo ó profesor de lenguaje.

Como propósito del día del “encendido” del procesador del

implante coclear, nos basta que el niño se vaya usando su dispo-

sitivo encendido y con todos los electrodos posibles, encen-

didos.

Debemos dar tiempo de experiencia auditiva. Esto es: que la

audición “le interese”. Sólo así, podremos posteriormente lograr

un condicionamiento auditivo confiable.

Padres, profesores y fonoaudiólogos deben cooperar activamente

en este importante proceso, por lo que el intercambio de infor-

mación, es fundamental.

Los padres deben llevar registro de “reacción” del niño frente al

sonido. Se aplican cuestionarios.

Importante:

Enseñar funcionamiento, manejo y cuidado del dispositivo.

Recalcar importancia de la deshumidificación del dispositivo y

cuidado de cables, que son las principales fallas observadas en

este grupo de usuarios.

Pedir a los padres que no comparen el desempeño de su hijo, con

otros niños implantados. Debemos resaltar que el avance del niño

será individual y único, en base no sólo a la etiología de la hipoa-

cusia, sino que, a aptitudes y destrezas personales.

Enfatizar que no basta restablecer la audición para adquirir

lenguaje hablado. Se requiere de una adecuada y consistente

terapia auditiva verbal que se adaptará periódicamente al niño e

introducirá las modificaciones adecuadas conforme sea la evalua-

ción del paciente.

ADOLESCENTES

Cómo lo dice el nombre, no son pacientes fáciles. Es época de

evidentes cambios físicos asociados a importantes variaciones

hormonales y maduración neurológica qué incide directamente

en cómo sienten el estímulo eléctrico del dispositivo. Muchas

veces vemos que lo que era cómodo antes, hoy es fuerte, muy

suave o molesto.

La forma de razonar y enfrentar el “ser sordo “y su relación con el

dispositivo, cambian. Ya no quieren ser dirigidos por sus padres.

Quieren pertenecer a su grupo de pares y ser validados por éste.

La opinión del grupo vale más. A esta edad, el aspecto físico, es

relevante.

Empiezan a sentirse atraídos por el sexo opuesto y poco les

importará sacarse el dispositivo externo, con tal de verse

como los otros.

No faltará oportunidad en la que, pares sordos, no usuarios de

implante coclear, con lengua de señas, los cuestionen por usar

implante. Los cuestionarán por no aceptar su discapacidad audi-

tiva y vivir como sordos en un mundo oyente.

Entonces surgen las preguntas: a qué grupo pertenezco, dónde

me siento cómodo, quiénes me aceptan, a qué grupo quiero

pertenecer?, entre otras interrogantes.