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Muchos estudios han reportado coinfección de MPVh con
otros patógenos respiratorios incluyendo VRS, BoVh, rino-
virus, enterovirus, virus parainfluenza, CoV e influenza
A y B. También se ha encontrado coinfección con bacte-
rias como
Streptococcus pneumoniae,
Mycoplasma
pneumoniae
y
Chlamydia
pneumoniae
. La interacción con
estos agentes no es clara (5). Estudios
in vitro
y en vivo han
mostrado que la infección por MPVh facilita la adhesión del
Streptococcus pneumoniae
(4).
El efecto de la coinfección VRS-MPVh en la severidad de
la enfermedad aún es controversial. Semple y col encon-
traron que la infección conjunta de VRS-MPVh se asocia
con bronquiolitis severa (16), sin embargo otros estudios
no muestran esta relación (17). En un meta-análisis y revi-
sión sistemática reciente en niños menores de 5 años, la
coinfección de virus respiratorios no se asoció con mayor
gravedad clínica (18).
Diagnóstico
Actualmente está disponible la detección directa de antí-
genos con inmunofluorescencia, pero su sensibilidad no es
óptima.
En Santiago de Chile el año 2003 se realizó un estudio
usando RPC para detectar MPVh en aspirados nasofaríngeos
obtenidos de niños hospitalizados por infecciones agudas
del tracto respiratorio inferior. Un 5.4% de las muestras
fueron positivas, porcentaje que pudo ser mayor, ya que
en el estudio sólo se incluyeron las muestras que habían
resultado negativas mediante inmunofluorescencia indi-
recta para VRS, ADV, virus Influenza y Parainfluenza (19).
La PCR es el test más sensible para pesquisar la infección
por MPVh. En un estudio donde se comparan test comer-
ciales de PCR en tiempo real, la sensibilidad general para
todos los virus estudiados fue 97% (20,21).
Tratamiento
En la actualidad no existe un tratamiento específico ni
vacunas para MPVh, el manejo de la enfermedad se basa en
medidas de control de síntomas y de soporte en los casos
más severos.
Los fármacos antivirales se emplean en casos de enfer-
medad grave como último recurso. La ribavirina y las inmu-
noglobulinas se han utilizado en algunos pacientes, pero la
efectividad real de estos tratamientos no es clara (22).
A la fecha existen varias vacunas en fase de estudio, pero
su seguridad y eficacia aún no han sido evaluadas en la
población (20). Recientemente se realizó una infección
experimental con MPVh recombinante de tipo salvaje en
adultos, lo que hace ya factible la posibilidad de probar en
humanos la eficacia de una vacuna para MPVh recombi-
nante atenuada en el futuro (23).
CORONAVIRUS HUMANO (CoVh)
Generalidades
Los coronavirus (CoV) pertenecen a la familia Coronaviridae,
son virus ARN cuya envoltura está cubierta por una glico-
teína de superficie que le da su característica apariencia de
corona (24). Inicialmente las infecciones por coronavirus se
hicieron conocidas por afectar animales, y su impacto en
la industria veterinaria. El compromiso en seres humanos
fue inicialmente subestimado, pero la mayor capacidad
de diagnóstico ha permitido establecer causalidad en una
serie de enfermedades respiratorias y gastrointestinales de
diferente severidad.
El primer CoVh fue identificado en 1965 por Tyrell y Bynoe en
cultivos de tráquea de embriones y fue llamado B814 (24).
Se conocen 4 CoVh endémicos del hombre que se asocian
con enfermedad respiratoria leve y autolimitada: HCoV-
229E, HCoV-OC43, HCoV-NL63 y HCoV-HKU1; mientras
que otros 2 CoV causan síndrome respiratorio severo con
altas tasas de mortalidad: SARS-CoV y MERS-CoV (4,24).
CORONAVIRUS HUMANOS NO SEVEROS: HCOV-229E,
HCOV-OC 43, HCOV-NL63 Y HCOV-HKU1.
Epidemiología
Los CoV son endémicos en el mundo; su prevalencia, distri-
bución regional y patogenicidad no son claras. Afectan a
todos los grupos etarios, pero producen enfermedad más
severa en ancianos e inmunocomprometidos. Su preva-
lencia en enfermedad respiratoria varía entre 3.3 y 16%
(25,26). Sobre el 70% de la población tiene seroconver-
sión para los 4 CoVh, con infección primaria en la infancia
y reinfecciones a lo largo de la vida (27,28).
Clínica
La presentación clínica de estos CoV es indistinguible por
sus síntomas, comúnmente se manifiesta con rinorrea,
odinofagia, tos y fiebre (25,26). Habitualmente causan
infecciones respiratorias de vía aérea alta o “resfrío común”,
pero también pueden producir bronquiolitis, neumonía,
exacerbaciones asmáticas y laringitis. Las convulsiones
febriles se han asociado mayormente para HCoV-HKU1 (4).
Se han reportado altas tasas de coinfección con otros virus
respiratorios como enterovirus, rinovirus y virus para-
[NUEVOS VIRUS RESPIRATORIOS EN PEDIATRÍA - Dra. Erika Inostroza y col.]