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como síndrome de distress respiratorio agudo y falla renal

(32-34).

La tasa de mortalidad es 30%, pero es significativamente

mayor en pacientes con comorbilidades e inmunosupri-

midos. Las complicaciones más frecuentes que han sido

reportadas en los casos fatales son hiperkalemia, taqui-

cardia ventricular, coagulación intravascular diseminada,

pericarditis y falla multiorgánica (35).

Tratamiento

La combinación de interferón tipo 1 más lopinavir/ritonavir es

considerada la primera línea de tratamiento para MERS y se

recomiendan 10 a 14 días de tratamiento antiviral. La terapia

con plasma ha mostrado cierta eficacia entre los pacientes

refractarios a los fármacos antivirales si se administra dentro

de las 2 semanas del inicio de la enfermedad (35).

BOCAVIRUS HUMANO (BOVH)

Generalidades

BoVh pertenece a la familia Parvoviridae, subfamilia

Parvovirinae, género Bocavirus. Son virus ADN de hebra

simple, cuya replicación es altamente dependiente de

las funciones celulares. El primer BoVh fue descubierto

en Suecia el año 2005 por investigadores de la Univer-

sidad de Karolinska y fue llamado HBOV1, posteriormente

durante el 2010, se descubrieron HBoV2, HBoV3 y HBoV4

(3).

Las secuencias genéticas y el análisis filogenético mues-

tran una estrecha relación de BoVh con dos miembros de

la familia Parvoviridae: parvovirus bovino y virus minute

canino, por lo que Allander y col lo llamaron bocavirus

humano, “bo” de bovino y “ca” de canino (36).

Epidemiología

HBoV1 causa entre 2 a 19% de las infecciones respirato-

rias, su ADN ha sido detectado principalmente en mues-

tras respiratorias y de deposiciones, pero también en

suero, amígdalas, saliva y orina (3,4). Los otros BoVh se

han encontrado en el tracto gastrointestinal, HBoV2 es el

único BoVh entérico que se ha aislado de aspirados naso-

faríngeos y se ha asociado con enfermedad respiratoria

(4).

Se ha encontrado HBoV1 en todos los grupos etarios,

pero predominantemente en niños pequeños. La primo-

infección ocurre típicamente entre los 6 a 48 meses de

edad, alrededor del 94% de los adultos tiene anticuerpos

positivos. Las reinfecciones ocurren a lo largo de la vida

(3). La transmisión e infección ocurre durante todo el año,

pero predominantemente durante los meses de invierno y

primavera.

Clínica

La presentación clínica incluye rinorrea, tos, otitis media

aguda. También se ha asociado con neumonía, sibilancias,

exacerbación asmática y bronquiolitis (4).

Diagnóstico

Usando RPC en muestras de secreciones respiratorias se ha

detectado ADN de HBoV1 en niños asintomáticos que puede

persistir en la nasofaringe por varios meses; este hallazgo

generó dudas en relación al rol de este virus, pero estudios

mediante serología y RPC han aportado evidencia de que

HBoV1 es un verdadero patógeno respiratorio. La carga viral

elevada se asocia estadísticamente con síntomas (36,37).

Las infecciones por HBoV1 tienden a estar asociadas

con altas tasas de coinfección con otros patógenos

virales como rinovirus, ADV y VRS y con bacterias como

Streptococcus

spp

y

Mycoplasma pneumoniae

(38).

Por las características de la persistencia y la alta frecuencia

de coinfección, su diagnóstico no es recomendable que

se realice por RPC cualitativa y se recomienda que sea un

estudio serológico, o RPC cuantitativa en aspirado nasofa-

ríngeo o en suero (38).

Tratamiento

Básicamente manejo de los síntomas y complicaciones.

CONCLUSIONES

Con el avance de las técnicas diagnósticas actualmente

conocemos “nuevos virus” respiratorios. Estos agentes,

exceptuando SARS-CoV y MERS-CoV, producen cuadros

clínicos similares, pudiendo ir desde síntomas respiratorios

leves hasta formas graves de neumonías con

distress

respi-

ratorio asociado. Los patrones radiológicos son variables y

no característicos. Estos virus pueden ser detectados por

PCR, sin embargo, con una PCR no cuantitativa es difícil

probar que el virus encontrado es el agente causal de la

enfermedad, a lo que se suma que frecuentemente se

pesquisa más de un virus en una muestra, lo que dificulta

aún más el diagnóstico etiológico.

Sin duda, en pacientes hospitalizados y con factores de

riesgo de desarrollar enfermedad más severa, es necesario

encontrar el agente causal, no sólo para enfocar correcta-

mente el manejo, sino para también evitar la transmisión

de enfermedades y el uso excesivo de antibióticos. Como

siempre la medicina es un desafío diario y una oportunidad

constante de aprendizaje.

[NUEVOS VIRUS RESPIRATORIOS EN PEDIATRÍA - Dra. Erika Inostroza y col.]