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observado una mayor prevalencia de metástasis cerebrales

de melanoma en el melanoma BRAF y NRAS mutados (24%

y 23%, respectivamente) en comparación con el tipo

wild

type

(12%) (116).

La tasa de respuesta intracraneal con inhibidores de BRAF

oscila entre el 30 y el 50% en los estudios publicados, con

mayor probabilidad de respuesta en pacientes asintomá-

ticos y aquellos que no han recibido previamente terapias

locales para su metástasis cerebrales (117). PFS y sobrevida

en un estudio con vemurafenib en pacientes con metástasis

cerebrales sintomática se reportaron como 3.9 meses y 5.3

meses, respectivamente (118). Un estudio clínico multi-

céntrico abierto fase 2 con dabrafenib informó un PFS 16

semanas y una sobrevida de 31 semanas en pacientes con

metástasis cerebrales (119).

Respecto a inmunoterapia, aún faltan ensayos prospec-

tivos que evalúen a pacientes con metástasis cerebrales. Se

sabe que ipilimumab para melanoma avanzado, tiene una

tasa de respuesta sistémica en torno a 11%. Las tasas de

respuesta mejoran hasta 21% en pacientes con tumores de

tipo BRAF wild type (no mutado) que expresan el punto de

control inmune PD-L1 (120,121). La tasa global de control

de la enfermedad con ipilimumab en pacientes con metás-

tasis cerebrales es 18-27%. Las tasas de control de la enfer-

medad intracraneal son 24% para asintomáticos y 10%

metástasis estables tratados con esteroides (122,123). En

forma de terapia combinada con radioterapia, en una revi-

sión 77 pacientes que recibieron ipilimumab después de la

radiocirugía para las metástasis cerebrales indicó que había

un aumento de sobrevida media de 4.9 a 21.3 meses, con

una tasa de supervivencia de 2 años de 20 frente a 47% en

comparación con la radiocirugía sola.

4. CÁNCER RENAL DE CÉLULAS CLARAS

La incidencia reportada de metástasis cerebrales al momento

del diagnóstico oscila entre 3.5 y 17 % (124-127) y sobrevida

media después del diagnóstico de metástasis cerebrales en

estudios retrospectivos entre 4.1 meses y 15 meses, siendo

menores si hay evidencia de metástasis extracraneales (127-

130).

Desafortunadamente, los estudios de terapia dirigida a la

angiogénesis y señalización de mTOR en su mayoría han

excluído a los pacientes con metástasis cerebrales. Sin

embargo se ha visto que los pacientes con metástasis cere-

brales, han mostrado la mutación en la vía PI3K-mTOR pueden

encontrarse en estas metástasis (15).

El tratamiento con TKI puede proteger contra el desarrollo

de metástasis cerebrales en pacientes con carcinoma de

células renales (131-133). Un estudio retrospectivo informó

una disminución en el riesgo a cinco años de desarrollar

metástasis de 40% a 17 % con el uso de TKI en pacientes

con cáncer renal metastásico (133). El uso de estos agentes

dirigidos también está asociado con mejoras en la sobrevida

de los pacientes con metástasis cerebrales (133,134). Otro

estudio retrospectivo, informó de una mejoría de la sobre-

vida media de 12.1 a 25 meses y una mejoría de la sobre-

vida media desde el momento del diagnóstico con metástasis

cerebral de 4.41 meses a 23.6 meses para los pacientes con

TKI después del diagnóstico de metástasis cerebrales (134).

Sin embargo, en los ensayos prospectivos la respuesta TKI en

cáncer renal ha sido más modesta. La ORR en pacientes con

metástasis cerebrales tratados con sunitinib fue de sólo 12%

(135,136) y sobrevida fue de sólo 5.3 meses en pacientes con

metástasis cerebrales (136).

La combinación de terapia estereotáctica y terapia dirigida

parece ser eficaz, un estudio mostró una tasa de respuesta

completa del 12%, una tasa de respuesta parcial del 39% y una

tasa de enfermedad estable del 24% con terapia secuencial

(137). La terapia antiangiogénica sistémica simultánea y radio-

terapia estereotáxica se encuentra aún en investigación (138).

CONCLUSIONES

La metástasis cerebral son un problema médico impor-

tante, pues su incidencia es elevada y el pronóstico sigue

siendo pobre. La barrera hematoencefálica junto a una serie

de mecanismos le confieren características especiales de

protección. Si bien estos mecanismos pueden ser efectivos,

también resultan ser una complejidad adicional al momento

de seleccionar una terapia adecuada.

Es así que el manejo de las metástasis cerebrales sigue siendo

un importante desafío de la oncología actual. La cirugía y

radioterapia han mejorado de forma significativa la evolución

de los pacientes candidatos a estos procedimientos, especial-

mente cuando la carga tumoral es limitada. A pesar de estos

la sobrevida promedio es en torno a un año con las mejores

herramientas disponibles actualmente. En este contexto, se

hace indispensable el manejo interdisciplinario de esta pato-

logía, incluyendo a oncólogos, radioterapeutas y neurociru-

janos, para definir de mejor manera el manejo óptimo para

cada paciente en particular.

Las terapias

target

han mejorado la sobrevida en un subcon-

junto de pacientes con NSCLC, cáncer de mama y melanoma

con mutaciones activas. Para los pacientes con metástasis

cerebrales, estos agentes proporcionan no sólo el control

intracraneal de la enfermedad, sino que también ayudan a

controlar el cáncer sistémico. La clínica y la fisiopatología

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(3) 437-449]