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[METÁSTASIS CEREBRALES: UNA MIRADA BIOLÓGICA Y CLÍNICA - Dr. Manuel Álvarez y cols.]

metástasis obstruye el flujo del líquido cefalorraquídeo, con

la consiguiente hidrocefalia asociada. En el caso de metás-

tasis ubicadas cercanas a la corteza; las crisis convulsivas y

fenómenos ictales son manifestaciones frecuentes. Cuando

el tumor se localiza en una zona funcional específica dará

origen a las alteraciones correspondientes de ella: paresia,

afasia, diplopía, entre otras.

DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

Habitualmente se utiliza la tomografía computada sin

contraste como método de

screening

dada su amplia dispo-

nibilidad, rapidez, bajo costo y la capacidad de identificar

complicaciones como la hemorragia cerebral. Sin embargo,

si existe una alta sospecha clínica de la presencia de metás-

tasis cerebrales, la resonancia magnética contrastada con

gadolinio es lo recomendable como estudio de primera línea

(16,17).

Un 11% de las lesiones cerebrales identificadas como hallazgo

en TAC de cerebro en pacientes con cáncer no corresponden

a metástasis cerebrales; por lo que se deben considerar los

diagnósticos diferenciales: absceso, granuloma, necrosis por

radiación y patologías desmielinizantes aguda, y en pacientes

con inmunosuprimidos como el VIH considerar linfomas y

patología infecciosa como toxoplasma entre otras. La RM y el

PET son útiles para diferenciar estas lesiones.

PRONÓSTICO

Una vez establecido el diagnóstico, el pronóstico es sombrío,

con sobrevida de 1-2 meses (18); si no se realiza ninguna

intervención y 6-12 meses con el apoyo de las terapias

disponibles (19). A la mortalidad de las metástasis cerebrales,

sigue al deterioro severo de la calidad de vida y los síntomas

pueden incluir dolores de cabeza, convulsiones, disfunción

cognitiva o motora y coma (20,21).

La sobrevida se ve influenciada por múltiples factores, de

los cuales se han identificado como de buen pronóstico:

edad

<

65 años, control del tumor primario, ausencia de

compromiso extra craneal,

Karnofsky Performance Status

(KPS)

elevado, histología favorable del tumor, buena respuesta a

tratamiento esteroidal y ausencia de sintomatología neuro-

lógica (22). El peso de éstos y otros factores es distinto para

cada tipo de cáncer, por ejemplo, para cáncer de mama, el

subtipo de tumor basado en el

status

de receptores HER2,

estrógeno y progesterona, es un factor pronóstico para

sobrevida global (23); y en el caso del cáncer pulmonar de

células no pequeñas, la mutación de EGFR y translocación

EML4-ALK se ha indicado que representan genotipos más

radiosensibles, mientras que aquellos con mutación KRAS

logran peor control de la enfermedad local (24). Como otra

modalidad de valoración pronóstica, Sperduto et al. (25) en

2008, propusieron la Evaluación Pronóstica Graduada (GPA),

determinada mediante el análisis de los resultados de RTOG

9508. Los factores que incluyen son: edad, KPS, presencia

o ausencia de metástasis extracraneales, y el número de

lesiones cerebrales.

Independientemente del sistema de pronóstico utilizado, se

reserva las modalidades de tratamiento más agresivas para

pacientes más jóvenes y en buenas condiciones generales,

especialmente aquellos con lesiones cerebrales únicas. Estos

pacientes, con altas puntuaciones de GPA, pueden sobrevivir

de 1 a 2 años dependiendo de la malignidad primaria y de las

terapias sistémicas disponibles. Bajo DS-GPA puntuaciones

confieren una esperanza de vida de 3 meses, independien-

temente de la histología y puede sugerir que la terapia más

conservadora está indicada.

MANEJO

Dentro del manejo general, si existen síntomas como

cefalea debe realizarse estudio de imágenes para descartar

complicaciones que requieran intervención quirúrgica

(hidrocefalia, hemorragia intracraneal). El edema cerebral

también es frecuente en estos pacientes, su mecanismo

es principalmente vasogénico y puede causar deterioro

cognitivo y déficits motores o sensitivos; el tratamiento de

elección en estos casos es dexametasona, dado su escaso

efecto mineralocorticoide. Otro elemento importante de

manejar son las convulsiones, que afectan a un 30-40%

de los pacientes con metástasis cerebrales. Los anticon-

vulsivantes se reservan para pacientes que han presen-

tado crisis clínicas, no se recomienda el uso profiláctico;

los fármacos comúnmente utilizados son fenitoina, ácido

valproico y levetiracetam.

En cuanto al tratamiento específico de las metástasis cere-

brales, las opciones actualmente disponibles incluyen la

resección quirúrgica, radioterapia holocraneana, radiocirugía

estereotáxica, y quimioterapia. Una recomendación simplifi-

cada del manejo se puede ver en figura 1.

a. Resección quirúrgica

La resección es una alternativa con diversos beneficios:

remueve el efecto de masa, elimina la fuente de edema

perifocal, y además ha demostrado beneficios en sobre-

vida global en dos estudios prospectivos comparando

resección de metástasis única seguida de radioterapia

holocraneana versus radioterapia holocraneana por sí

sola (26,27). La evidencia en casos de lesiones múlti-

ples no es tan robusta, pero existe un estudio retrospec-