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de las complicaciones médicas en BN. Sin embargo, a pesar

de la baja frecuencia, el uso de diuréticos presenta un impor-

tante riesgo por lo que debe ser considerado. En común, los

tres métodos generan alteraciones del equilibrio hidroelec-

trolítico, sin embargo, cada uno presenta particularidades.

Las siguientes complicaciones se observan también en la AN

purgativa

Piel y anexos

Con respecto a los cambios observados debido a la induc-

ción de vómitos se encuentra el signo de Rusell, que se

describe como la presencia de callosidades en el dorso de

la mano dominante del paciente (16). A pesar de ser consi-

derado como un signo característico Tyler (47) sugiere que

no es confiable pues existe una importante variabilidad a

la hora de ser evaluado por distintos especialistas. También

existe el riesgo de hemorragia subconjuntival sobre todo

en el contexto de arcadas prolongadas (48).

Cavidad Oral y Faringe

Los vómitos recurrentes pueden generar una importante

alteración en la capacidad Buffer de la cavidad bucal (49).

Esto por la presencia de contenido ácido proveniente del

estómago como también producto de la xerostomía gene-

rada por la sialoadenosis parotídea principalmente (50),

cuyo origen no está claro (30), y que se presenta en casi

un 25% de los pacientes (48). Cuando el Ph bucal alcanza

un valor crítico de 5.5, el esmalte comienza un proceso de

desmineralización que produce erosiones dentales y caries

(51). Además de lo anterior se generan lesiones en las partes

blandas de la boca, principalmente en el paladar blando

que tienen su origen tanto en el menor Ph como también

por trauma directo por la autoinducción del vómito (52).

El contenido ácido también afecta a la faringe y laringe. Se

puede manifestar con dolor de la zona, disfonía, tos seca

y disfagia. También se puede observar úlceras y enrojeci-

miento de la zona producto de la inflamación (53).

Esófago

Los vómitos persistentes pueden producir una pérdida

de tono del esfínter gastroesofágico generando síntomas

compatibles con reflujo gastroesofágico (54,55). La seve-

ridad de estos síntomas abarca desde la pirosis, que puede

estar presente hasta en un 68.8% de los casos (56), hasta

la hematemesis producto de un sindrome de Mallory

Weiss o bien por una esofagitis hemorrágica secundaria

al reflujo ácido (57). El esófago de Barret es otra compli-

cación observada en estos casos. Esta entidad caracteri-

zada por el reemplazo del epitelio escamoso por epitelio

columnar en el tercio inferior del esófago aumenta el

riesgo de cáncer de 30 a 125 veces (57). Por lo anterior se

recomienda realizar en estos pacientes una endoscopía de

manera rutinaria.

Gastrointestinal

Se ha observado una alteración del funcionamiento

gástrico en estos pacientes. Existiría una disminución de la

relajación post prandial, lo que indicaría que el estómago

es menos reactivo (58) a pesar de no presentar alteración

en el vaciamiento (17). Producto de lo anterior existe el

riesgo de presentar una dilatación gástrica aguda como

una complicación grave que puede llegar incluso a la

perforación (59,60).

El uso crónico de laxantes como método de purga a la larga

genera serios problemas a nivel intestinal (48). Los más

utilizados son los que aumentan el tránsito por lo que en

general la absorción de nutrientes no se ve afectada (61).

El consumo inicial es de bajas cantidades de laxantes que

al generar refractariedad en la respuesta, escala de manera

gradual a grandes dosis. Los efectos más comunes a nivel

intestinal son: constipación, melanosis coli (pigmentación

oscura de la mucosa colónica), colon catártico, atrofia de la

musculatura lisa, aumento de la grasa submucosa, fibrosis

e hipertrofia de la capa muscular de la mucosa (61).

Electrolitos

Los episodios de vómitos pueden generar deshidratación

y pérdida de potasio, las que son compensadas por el

sistema renina-angiotensina-aldosterona. La aldosterona

incrementa la absorción renal de sodio y bicarbonato. Lo

que genera hipokalemia, hipocloremia y alcalosis metabó-

lica. Lo que es conocido como sindrome de pseudo Bartter

(62), para diferenciarlo del sindrome de Bartter que corres-

ponde a un defecto hereditario en el transporte de electro-

litos a nivel tubular. Aunque se suspendan los vómitos, el

riñón tiende a mantener la absorción aumentada de sodio

y bicarbonato lo que puede llegar a generar edema perfé-

rico (50).

La diarrea generada por el uso de laxantes tiene efectos

similares a los producidos por los vómitos, ya que también

existe una pérdida de agua e hipokalemia, pero, además

cloro y bicarbonato llevando también a una alcalosis meta-

bólica. En el caso del uso breve, el cuadro puede caracteri-

zarse por una acidosis metabólica hiperclorémica.

En el caso de los diuréticos, el mecanismo de acción define

las complicaciones observables. Todos producen hipo-

natremia, sin embargo, los diuréticos de asa y los tiazí-

dicos (63) se observa además pérdida de cloro y potasio,

en cambio los ahorradores de potasio el riesgo ya no es

de hipokalemia, sino que también puede observarse una

hiperkalemia y una acidosis metabólica (50).

Estos resultados se resumen en la tabla 1.

[COMPLICACIONES MÉDICAS DE LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA - Dr. Guillermo Gabler y cols.]