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incluyendo, diabetes mellitus tipo 2, dislipidemia, hiperten-
sión arterial, enfermedad cardiovascular, esteatosis hepática,
síndrome apnea del sueño, ciertos tipos de cáncer, entre otros
(4). Además de causar morbilidad, aumenta considerablemente
la mortalidad (según la Organización Mundial de la Salud (OMS)
es el sexto factor de riesgo de defunción en el mundo), por lo
que, es urgente lograr un adecuado manejo y control de esta
enfermedad y sus complicaciones. Dado los avances recientes
en este campo y la comprensión de la regulación de la ingesta
de alimentos, del gasto calórico y de la regulación del peso
corporal es que se hace necesario el manejo multidisciplinario
de esta patología. Muchas veces los cambios en el estilo de vida
como dieta y ejercicio físico asociado a farmacoterapia no son
suficientes, siendo la cirugía bariátrica, una alternativa terapéu-
tica que demuestra buenos resultados en lograr una pérdida
de peso con una mejoría de las complicaciones asociadas a
obesidad (5,6) lo que ha generado un rápido crecimiento de
estos procedimientos, alcanzando 196000 cirugías el año 2015
en
EE.UU.(7).
Inicialmente se pensó que la cirugía bariátrica resolvería todo,
generando un entusiasmo sobredimensionado que luego
se fue ajustando a realidad clínica. Este fenómeno se puede
explicar mediante el
ciclo de Gartner
(Figura 1), que utiliza
el ciclo de sobreexpectación y la subsiguiente decepción que
ocurre con la introducción de toda nueva tecnología. Hoy
posiblemente nos encontramos en la meseta de productividad
de la cirugía bariátrica, dado que a pesar de demostrar ser el
tratamiento más efectivo en lograr una baja de peso sustancial
y a largo plazo en pacientes obesos (8), demuestra, además,
una gran variabilidad en la baja de peso y cifras no desprecia-
bles de reganancia de peso post cirugía bariátrica (9).
En numerosos estudios, la presencia de psicopatología en
los pacientes bariátricos, ha demostrado ser elevada y se ha
asociado con una menor baja de peso (10-12). Sin embargo,
los estudios han reportado resultados muy divergentes en
la prevalencia de patología psiquiátrica antes de la cirugía,
en el efecto de la patología psiquiátrica sobre la evolución
ponderal (13-15) y por último, en el efecto de la cirugía sobre
la evolución de la patología psiquiátrica. En este artículo, se
analizarán estos puntos, exclusivamente a la luz del estudio
“
Longitudinal Assessment of Bariatric Surgery consortium
”
(LABS).
PROTOCOLO “
LONGITUDINAL ASSESSMENT OF
BARIATRIC SURGERY CONSORTIUM
” (LABS)
Es el estudio metodológicamente más riguroso que existe
hasta este momento en el mundo (16) y corresponde a un
estudio observacional de cohorte, multicéntrico, realizado en
10 hospitales ubicados en seis regiones geográficas distintas
de los EEUU. Participaron adultos que se realizaron por primera
vez una cirugía bariátrica, entre los años 2006 y 2009.
FIGURA 1. Ciclo de Gartner
Representación gráfica utilizada para caracterizar el entusiasmo sobredi-
mensionado y la subsiguiente decepción que ocurre habitualmente con
la introducción de nuevas tecnologías, en este caso, la cirugía bariátrica.
Estos pacientes fueron seguidos hasta septiembre del 2012
y fueron sometidos a evaluaciones estandarizadas (usando el
“
Eating Disorder Examination
” (EDE) para estimar los trastornos
de la conducta alimentaria, una versión modificada del EDE,
el “
EDE-Bariatric Surgery
” (EDE-BSV) para evaluar específica-
mente las conductas de alimentación en pacientes operados,
la “
Clinical Interview for DSM-IV”
(SCID) para dimensionar los
trastornos psiquiátricos del eje I) y también se incluyeron los
test
Impact of Weight on Quality of Life Lite
(IWQOL-Lite), SF-36
para la evaluación de los cambios en la calidad de vida y el
test
Beck Depression Inventory
(Versión 1) para valorar la severidad
de los síntomas depresivos. Las entrevistas fueron realizadas
por evaluadores calificados (cuidadosamente entrenados
en la aplicación de los instrumentos, incluyendo entrevistas
de entrenamiento grabadas y con sesiones de supervisión
mensuales). Las entrevistas diagnósticas fueron estructuradas
(considerado hoy en día el
gold estándar
en la evaluación y
diagnóstico de patología psiquiátrica) e independientes a las
realizadas por el equipo de salud mental del centro en que se
iban a operar los pacientes. Los pacientes fueron informados
de que sus respuestas no iban a afectar la aprobación de la
cirugía. Las evaluaciones fueron realizadas previo a la cirugía
y luego a los 6, 12, 24 y 36 meses posterior a la cirugía (17).
El protocolo
LABS-1
incluyó 4776 pacientes que se operaron
por primera vez y se evaluó la seguridad de la cirugía bariá-
trica en el corto plazo, específicamente un mes posterior a
Pico de expectativas sobredimensionadas
Meseta de productividad
Rampa de consolidación
Abismo de desilusión
Lanzamiento
VISIBILIDAD
TIEMPO
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 901-913]