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200

O. Gil Albarova et al. / Cir Cardiov. 2016;

23(4)

:199–204

lo que nos ha permitido ampliar el número de pacientes candi-

datos para TAVI

3,4

. Dos tipos de válvulas transcatéter son las más

utilizadas

5

a nivel internacional para el abordaje TF: las prótesis

Medtronic CoreValve, que son autoexpandibles, y las que preci-

san un dispositivo con balón para su implante (balón-expandibles),

sistema SAPIEN de Edwards. La primera generación de Medtro-

nic CoreValve se presentaba con un introductor de 24 French

6

. La

primera generación de válvulas Edwards Sapien también requería

dispositivos de hasta 24 French

7

.

Las complicaciones vasculares son frecuentes y están asociadas

a un pronóstico desfavorable.

En una rama del estudio PARTNER, con válvulas de primera

generación, las complicaciones vasculares mayores se presentaron

en el 15,3% de los pacientes y el 11,9% de los pacientes tuvieron

una complicación vascular menor. Las complicaciones vasculares

mayores se asociaron con un mayor sangrado, transfusiones, fallo

renal y un aumento significativo de la mortalidad

8

. En el estudio

CHOICE

9

, a pesar de la selección de los pacientes, las complicaciones

vasculares seguían estando en torno al 10% de los pacientes

9

.

Actualmente, la Medtronic CoreValve Evolut se presenta con

un sistema de implante de 18 French. Según indicaciones de la

compa˜nía, la CoreValve Evolut R podría implantarse a través de

arterias de diámetro > 5mm en algunos tama˜nos de prótesis. La

última generación de prótesis Edwards SAPIEN 3, más flexible y

de menor perfil, permite su implantación a través de un sistema de

14 French (tama˜nos 23-26) que permite el acceso a través de lechos

vasculares de 5,5mm. La evolución tecnológica ha sido como vemos

muy importante y es de esperar que en los próximos a˜nos veamos

mejoras de los diámetros y la navegabilidad de los dispositivos, lo

que permitirá reducir las complicaciones vasculares.

Aunque se han reducido el número de eventos de sangrado

mayor, complicaciones vasculares y traumatismo aórtico durante

su paso intravascular, las complicaciones vasculares siguen siendo

la principal limitación de este abordaje TF retrógrado, y en muchas

ocasiones estas complicaciones se generan ya en la zona de pun-

ción si el implante es percutáneo, bien por da˜no arterial al pasar el

sistema o por fallo de los sistemas de cierre percutáneo.

Necesitamos, por tanto, realizar un estudio exhaustivo de los

diámetros, la tortuosidad y la calcificación de todo el eje vascu-

lar aorto-ilio-femoral para valorar la posibilidad de un abordaje TF

satisfactorio.

Nosotros realizamos una angio-TAC toraco-abdomino-pélvica

a los pacientes candidatos a TAVI con medición de los diáme-

tros mínimos en todos los niveles para decidir la vía de abordaje.

Hay que prestar especial atención no solo a los diámetros, sino

a la distribución y la extensión de la calcificación del eje vascu-

lar, ya que es el único abordaje con posibilidad de embolización

distal.

Un lecho vascular tortuoso y muy calcificado puede ser una

contraindicación para el acceso femoral retrógrado (fig. 1). Los

pacientes candidatos para TAVI suelen presentar una edad avan-

zada y comorbilidad asociada importante con riesgo considerable

de presentar cierto grado de vasculopatía.

En nuestra experiencia, el abordaje con visión directa de los

vasos femorales disminuye el número de complicaciones vascu-

lares y permite solucionar de forma más rápida y sencilla estas

complicaciones si se presentan. Para evitar el pinzado de la arteria

femoral y la arteriotomía transversa, utilizamos un procedimiento

sencillo que nos permite una hemostasia satisfactoria y con pocas

complicaciones relacionadas con el abordaje arterial y que hemos

reportado previamente

10

. Realizamos habitualmente una incisión

en la piel de 4-5 cm sobre el trayecto femoral común, longitudinal

o paralela y por encima del pliegue inguinal, según la anatomía del

paciente. Utilizamos 2 suturas de polipropileno 4-0 en U apoyadas

en parches de teflón, intramurales, a ambos lados de la zona de

inserción, paralelas al eje longitudinal del vaso. Ambos puntos en

Figura 1.

Acceso femoral retrógrado.

U serán adyacentes y tendrán una anchura que ocupe aproximada-

mente un cuarto de la circunferencia del vaso. Una vez efectuados,

se apoyarán en sendos parches de teflón y se colocarán tornique-

tes. La inserción del sistema se realiza por técnica de Seldinger bajo

visión directa equidistante a los pares de parches.

La extracción del introductor la realizamos tras una aortografía

distal que descarte complicaciones vasculares a nivel aorto-iliaco,

mediante anudado simultáneo de cada sutura en U a la vez que se

retira el sistema.

La selecciónmeticulosa y razonada de los pacientes para la vía TF

por parte del

«

heart team

»

junto con la utilización de la vía abierta

para el abordaje TF han hecho que las complicaciones vasculares

en nuestra serie sean anecdóticas y ningún paciente ha requerido

intervención en el lado del abordaje. Un paciente (cirrótico) que

desarrolló un seudoaneurisma en el lado de punción contralateral

al abordaje y una paciente que ha requerido revisión de la herida

quirúrgica por linforragia son los únicos pacientes de nuestra serie

que han requerido tratamiento quirúrgico de la complicación vas-

cular en más de 100 abordajes TF. Los resultados obtenidos con el

abordaje femoral nos permiten recomendar este acceso para todos

los pacientes considerados candidatos a TAVI y que no presenten

contraindicaciones claras para el mismo.

Abordaje transapical

El abordaje transapical (TAP) es uno de los clásicos en el TAVI.

Dise˜nado inicialmente para solucionar aquellos casos en que la vía

TF no era posible, siempre se lo ha asociado a unamayor mortalidad

y morbilidad que la vía TF. La vía apical se ofrecía habitualmente a

pacientes con patología vascular periférica (o generalizada) severa

y que en general podían tener mayor riesgo de inicio que aquellos

en los que la vía TF era adecuada. Se ha indicado que, si se realiza en

pacientes de riesgo similar, la vía TAP puede conseguir resultados

bastante similares a la TF

11,12

e incluso algunos estudios indican

que podría verse favorecida en cuanto a presentar menores tasas

de embolismo cerebral

13

. No obstante, similar no es lo mismo que

igual o mejor. En un subestudio del PARTNER-I

14

la vía TAP se aso-

cia conmayor mortalidad inicial, más eventos adversos y un tiempo

de recuperación más largo que en pacientes comparables interve-

nidos por vía TF. La vía TAP se vio favorecida en este subestudio

por presentar menor regurgitación perivalvular postimplante. Por

lo anteriormente expuesto, en nuestra opinión la vía TAP debería