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a)

Que se da entre pares

b)

Que implica una situación de desequilibrio de poder

c)

Que es sostenido en el tiempo y por lo tanto, constituye una relación y

no una situación aislada de abuso

d)

Que la víctima o víctimas no tienen posibilidad de salir de esta

situación (13)

La Ley Nº 20.536, sobre Violencia Escolar, publicada el 17 de septiembre

de 2011, define en su Artículo 16B el acoso escolar como

“toda acción

u omisión constitutiva de agresión u hostigamiento educacional por

estudiantes que, en forma individual o colectiva atenten en contra de

otro estudiante, valiéndose para ello de una situación de superioridad

o de indefensión del estudiante afectado, que provoque en este último,

maltrato, humillación o fundado temor de verse expuesto a un mal de

carácter grave, ya sea por medios tecnológicos o cualquier otro medio,

tomando en cuenta su edad y condición”

(14).

Por lo general, el adolescente víctima es percibido(a) como inseguro,

frágil, poco asertivo, físicamente más débil, con pocas habilidades

sociales y pocos amigos y generalmente, buenos alumnos. Como

consecuencia del

bullying

, el adolescente presenta ansiedad, depresión,

estrés escolar, deseo de no ir a clases, generando ausentismo escolar

y deterioro en el rendimiento y finalizando con un rechazo escolar y

desinserción de la institución educativa. Se presentan más problemas de

salud somática, dos a cuatro veces más que sus pares no victimizados.

Si la victimización se prolonga, puede aparecer ideación suicida. Ello

es favorecido por el poder en aumento del agresor y el desamparo

que siente la víctima, con la creencia de ser merecedora de lo que

le ocurre, produciéndose un círculo vicioso, lo que hace que sea una

dinámica difícil de revertir. En la adultez, sin duda, hay mayor desajuste

psicosocial (15).

Los testigos, espectadores o

bystanders

, que son la audiencia del agresor,

generalmente reaccionan frente a este ambiente de estrés, generándose

conductas de estimulación al matonaje o de inhibición, evolucionando

muchas veces en síntomas ansiosos, angustiosos y conductas de

rechazo escolar. En un estudio, el 30% de los testigos "intentó ayudar a

la víctima" mientras que el 70% no intentó intervenir. Desglosada esta

cifra, el 40% no hizo nada porque "no era de su incumbencia" y el 30%

no ayudó probablemente por temor a ser víctimas, aunque "sintieron

que deberían hacerlo"(16).

Por otra parte, el victimario puede estar en esta posición como

consecuencia de múltiples factores o estresores psicosociales, entre

ellos el estrés escolar.

B- Consumo de alcohol y/o drogas

Muchos adolescentes, no teniendo las herramientas o habilidades para

responder normativamente a este malestar o estrés ambiental, buscan

soluciones poco adaptativas para calmar estas molestias descritas. Una

de las soluciones más buscadas por ellos es el consumo de alguna

sustancia, alcohol u otras drogas. Entre las más frecuentes destaca el

consumo de tabaco y el consumo de marihuana para calmar la ansiedad

y/o angustia.

Es así que se instalan los consumos, generándose un círculo vicioso

entre estrés y consumo de sustancia, puesto que en el tiempo se van

requiriendo mayores cantidades para manejar los síntomas. Por otro

lado, el consumo de alcohol y drogas, que se hace persistente y se

perpetúa, genera un sinnúmero de consecuencias que impactan en el

rendimiento y la conducta, en el contexto escolar (17).

Las drogas más frecuentemente utilizadas en Chile en población

adolescente son las siguientes:

Alcohol:

Se busca y consume por su efecto euforizante, de desconexión

de la realidad y de las dificultades. Es la droga social más consumida en

nuestro país, causante de una serie de problemas asociados como: inicio

del consumo de drogas ilegales, violencia juvenil y familiar y problemas

de salud, entre otros.

Tabaco:

Es buscado por su efecto ansiolítico, sin embargo ha disminuido

su consumo en población adolescente en los últimos años. Se relaciona

con un sinnúmero de efectos en la salud de los jóvenes en su etapa

adulta, especialmente, cáncer de pulmón y problemas cardiovasculares.

Marihuana:

Es una droga perturbadora del pensamiento que también

es buscada por sus efectos eufóricos de inicio, efectos ansiolíticos y de

desconexión con la realidad. Sin embargo, es una droga que produce

muchas dificultades en el trabajo escolar, pues altera las funciones

ejecutivas e interfiere en la capacidad de recordar y aprender nueva

información (18).

Es importante señalar que en el último estudio de prevalencia de

Consumo de Alcohol y Drogas en Población Escolar en Chile, realizado

por el Servicio Nacional de Alcohol y Drogas (SENDA) en 2013, se

encontró un aumento significativo de uso y abuso de

inhalantes y

de psicotrópicos

sin indicación médica. Ambas drogas se caracterizan

por sus efectos ansiolíticos (19).

C- Estados ansiosos y depresivos

La ansiedad es una emoción que surge cuando una persona se siente

en peligro, sea una amenaza real o imaginaria. Es una respuesta normal

y adaptativa que prepara al cuerpo para reaccionar ante una situación

de emergencia. Sin embargo, como ya fue enunciado, existen momentos

que para una persona resulta difícil reaccionar adaptativamente, ya sea

por las características del sujeto o bien por las características de los

eventos. Por lo tanto, se producen montos de ansiedad en alta intensidad

y mantenidos en el tiempo, produciéndose por lo tanto, trastornos que

alteran el funcionamiento del individuo y que no se resuelven de un

modo auto-limitado.

La depresión y la ansiedad, como trastornos, son dos de los problemas

de salud mental más importantes en la actualidad y tanto niños como

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(1) 34-41]