6
Hoy la desnutrición de los primeros años de vida prácticamente ha
desaparecido y con ella también las enfermedades infecciosas. Hoy
la patología pediátrica es otra, con otros índices de letalidad. Es por
ello que la atención pediátrica ha pasado a ser preponderantemente
ambulatoria. En esta nueva realidad, este texto de pediatría es de
enorme utilidad, no sólo para los pediatras, sino también para todos
los profesionales comprometidos en la atención de salud del niño y
el adolescente, incluyendo al estudiante, ya que allí está reflejada la
realidad de la pediatría de hoy. El verdadero valor de este texto creo
que está en el enfoque holístico de los diversos factores intervinientes
en el desarrollo del niño, desde las primeras etapas de la vida, hasta
la adolescencia. Como se destaca en él, sus necesidades nutricionales
van variando con la edad, de acuerdo a las necesidades de crecimiento
y desarrollo de los diversos órganos y sistemas, como también van
variando los factores ambientales intervinientes, sean estos favorables
o adversos, que en definitiva influyen en el desarrollo de las personas.
Hoy en día gracias a los progresos de la biología, la genética, la
antropología y específicamente la biología cerebral, se ha llegado al
consenso de que en el desarrollo de los individuos, tan importante como
la genética son también los factores ambientales; y que de la interacción
de unos y otros depende la expresión del crecimiento físico, intelectual, y
en definitiva, la formación de su personalidad. Ello incluye su desarrollo
intrauterino, como también los primeros años de vida. Es en esa edad
cuando el cerebro es muy plástico, hasta tal punto que mediante el
ejercicio y el aprendizaje, es posible llegar a desarrollar habilidades
específicas sobresalientes, tanto físicas, emocionales, como intelectuales.
Pero también el organismo es muy susceptible a los traumas emocionales
frente a estímulos caóticos, pudiendo llegar a afectarse sus estructuras
y funciones en forma permanente. Más adelante, si bien es cierto que
[editorial]
disminuye el ritmo de crecimiento cerebral, como bien lo señalan los
diferentes autores, el medio ambiente continúa interactuando hasta
finalizar la adolescencia, siendo incluso posible relacionar impactos de
factores ambientales con cambios cerebrales estructurales propios de
esta edad. Es durante ella que se va produciendo, junto a una progresiva
mielinización de las conexiones neuronales, una reorganización de las
funciones cerebrales, cuyo perfeccionamiento se alcanza con la madurez.
Es por ello que el adolescente es propenso a comportamientos erráticos,
con una capacidad diferente de evaluar riesgos. A primera vista, este
puede verse como un adulto, pero en situaciones de estrés, fácilmente
se puede revertir a un estado de menor madurez. Durante este período,
como se señala en el Manual, es necesario, que junto al periódico control
de salud, se debe preocupar también de manejar precozmente los
riesgos, alertando a los padres en aspectos necesarios para potenciar
tanto su normal crecimiento y desarrollo, como también estimular
conductas saludables con el fin de lograr en su madurez, una adecuada
salud y una exitosa inserción social que lo beneficie a él y a la sociedad.
En este llamado “Manual de Pediatría Ambulatoria”, se cubren también
extensamente las patologías más frecuentes, desde su prevención, a la
sospecha diagnóstica, la interpretación de los exámenes de laboratorio,
el adecuado tratamiento y su prevención. Se describen con más detalle
algunas enfermedades complejas que también son importantes que
maneje el médico general en sus aspectos básicos. Así encontramos
capítulos de especialidades, como cardiología, gastroenterología,
nefrología, neurología, endocrinología, enfermedades de la piel,
genética, traumatología y otras, lo que hacen de él un verdadero tratado
de la actual pediatría. Finalmente, no puedo sino felicitar a los autores y
editores por su valiosa contribución, que satisface lo que hoy se necesita
para el adecuado manejo a través de la pediatría ambulatoria.