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de los fármacos del tratamiento, la mejoría clínica, las reacciones
adversas).
Obtención y análisis de los datos
Dos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los
datos y evaluaron la calidad de los estudios. Los resultados de los
estudios incluidos se agruparon por fármaco utilizado y por efecto
deseado para los antibióticos aminoglucósidos, la amitriptilina,
los anestésicos, la insulina, los anticoagulantes, la estimulación
ovárica, los fármacos antirrechazo y la teofilina. Los tamaños del
efecto se combinaron para proporcionar un efecto general para
cada subgrupo de estudios, mediante un modelo de efectos alea-
torios. Cuando fue apropiado, los estudios se agruparon de forma
adicional por tipo de resultado (es decir, cuando no hubo pruebas
de heterogeneidad).
Resultados principales
Se incluyeron 46 comparaciones (de 42 ensayos) (en comparación
con 26 comparaciones de la última actualización) con una gama
amplia de fármacos en ámbitos hospitalarios y ambulatorios.
Todos fueron ensayos controlados aleatorios, excepto dos estu-
dios. Las intervenciones generalmente se dirigieron a los médicos,
aunque algunos estudios intentaron influir en las prescripciones
de farmacéuticos y enfermeras. Los fármacos evaluados fueron
anticoagulantes, insulina, antibióticos aminoglucósidos, teofi-
lina, fármacos antirrechazo, agentes anestésicos, antidepresivos
y gonadotropinas. Aunque todos los estudios utilizaron medidas
de resultado confiables, su calidad fue generalmente deficiente.
Esta actualización encontró resultados similares a la actualización
anterior y logró identificar áreas terapéuticas específicas en las
que el asesoramiento electrónico sobre la dosis del fármaco fue
beneficioso en comparación con la atención habitual:
1. Aumentó las concentraciones séricas máximas proyectadas
(diferencia de medias estandarizada [DME] 0,79; IC del 95%: 0,46
a 1,13) y la proporción de pacientes con concentraciones del
fármaco en plasma dentro del rango terapéutico después de dos
días (cociente de riesgos [CR] agrupado 4,44; IC del 95%: 1,94 a
10,13) para los antibióticos aminoglucósidos;
2. Dio lugar a un parámetro fisiológico que frecuentemente
estuvo dentro del rango deseado para los anticoagulantes orales
(DME para el porcentaje de tiempo en la razon internacional
normalizada proyectada +0,19; IC del 95%: 0,06 a 0,33) y la insu-
lina (DME para el porcentaje de tiempo en el rango de la glucosa
proyectada: +1,27; IC del 95%: 0,56 a 1,98);
3. Disminuyó el tiempo hasta lograr la estabilización para los anti-
coagulantes orales (DME -0,56; IC del 95%: -1,07 a -0,04);
4. Redujo los eventos de tromboembolia (cociente de tasas 0,68;
IC del 95%: 0,49 a 0,94) y tendió a reducir los eventos hemorrá-
gicos para los anticoagulantes, aunque la diferencia no fue signi-
ficativa (cociente de tasas 0,81; IC del 95%: 0,60 a 1,08). Tendió
a reducir los efectos no deseados para los antibióticos aminoglu-
cósidos (nefrotoxicidad: CR 0,67; IC del 95%: 0,42 a 1,06) y los
fármacos antirrechazo (infecciones por citomegalovirus: CR 0,90;
IC del 95%: 0,58 a 1,40);
5. Tendió a reducir la duración de la estancia en el hospital,
aunque la diferencia no fue significativa (DME -0,15; IC del 95%:
-0,33 a 0,02) y a lograr razones de costo-eficacia equivalentes o
mejores que la atención habitual;
6. No hubo pruebas de diferencias en la mortalidad u otros
eventos adversos clínicos para la insulina (hipoglucemia), los
agentes anestésicos, los fármacos antirrechazo y los antidepre-
sivos.
Para todos los resultados, la heterogeneidad estadística cuantifi-
cada por las estadísticas de I
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fue moderada a alta.
Conclusiones de los autores
Esta actualización de la revisión indica que el asesoramiento elec-
trónico para la dosis del fármaco tiene algunos beneficios: aumenta
las concentraciones séricas para los antibióticos aminoglucósidos
y mejora la proporción de pacientes para los cuales el nivel del
fármaco en plasma está dentro del rango terapéutico para los anti-
bióticos aminoglucósidos.
Da lugar a un parámetro fisiológico que frecuentemente está
dentro del rango deseado para los anticoagulantes orales y
la insulina. Disminuye el tiempo hasta lograr la estabilización
para los anticoagulantes orales. Tiende a reducir los efectos no
deseados para los antibióticos aminoglucósidos y los fármacos
antirrechazo, y reduce significativamente los eventos de trom-
boembolia para los anticoagulantes. Tiende a reducir la duración
de la estancia hospitalaria en comparación con la atención habi-
tual, aunque se lograron cocientes de costo-efi- cacia equiva-
lentes o mejores.
Sin embargo, no hubo pruebas de que el apoyo a las decisiones
tuviese un efecto sobre la mortalidad u otros eventos adversos
clínicos para la insulina (hipoglucemia), los agentes anestésicos,
los fármacos antirrechazo y los antidepresivos. Además, no hubo
pruebas que indiquen que algunas características técnicas que
apoyan la toma de decisiones (como la integración en un sistema
electrónico de ingreso de las indicaciones médicas) o los aspectos
de la organización de la atención (como el ámbito) pudieran opti-
mizar el efecto del asesoramiento electrónico.
Teniendo en cuenta el alto riesgo de sesgo y alta heterogeneidad
entre los estudios, estos resultados deben interpretarse con
precaución.
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(2) 241-243]