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RESULTADOS

El objetivo de los pacientes sometidos a un trasplante por una

enfermedad pulmonar avanzada, es en primer lugar mejorar

su calidad de vida, suspensión de oxigenoterapia e incorpora-

ción a la actividad estudiantil o laboral. El logro de estos obje-

tivos depende de evitar o realizar tratamiento precoz de las

complicaciones asociadas a las diferentes etapas del trasplante

pulmonar.

Complicaciones precoces:

Pueden presentarse relacionadas directamente al injerto y son

una importante causa de morbilidad precoz:

a. Disfunción primaria de injerto (DPI) o reacción de

reperfusión:

ocurre las primeras 72 horas, se caracteriza por

un daño alveolar agudo, cuya clínica son infiltrados pulmonares,

deterioro de la oxigenación y disminución de la distensibilidad

pulmonar habiendo descartado falla cardiaca (16). Su incidencia

es de 10 a 25%. Los factores de riesgo descritos son: donantes

marginales, tiempo de isquemia prolongado e hipertensión

pulmonar en el receptor (17). El manejo es terapia de sostén en

ventilador mecánico hasta uso de ECMO.

b. Rechazo agudo:

se refiere a la respuesta inmune del

receptor de predominio linfocito T a los diversos antígenos del

donante, la que provoca una reacción inflamatoria del injerto

pulmonar en grado variable. El diagnóstico es histopatológico

y el tratamiento son altas dosis de esteroides. La presencia de

rechazo agudo reiterado o persistente se asocia a disfunción

crónica del injerto.

c. Lesión de vía aérea:

la zona de la anastomosis bronquial

constituye un desafío en el manejo del trasplante, tiene muy

escasa irrigación y facilita cicatrización anormal que puede llevar

a granulomas obstructivos y estenosis que requieren de manejo

broncoscópico. Tardíamente puede desarrollarse malacia bron-

quial que requiera de prótesis endobronquial.

Relacionadas al uso de inmunosupresión pueden presentarse

infecciones de predominio bacteriano en etapa inicial, poste-

riormente por tratarse de un injerto conectado al ambiente

pueden aparecer hongos o virus.

En los inicios del trasplante pulmonar, la infección a CMV de

tipo neumonitis provocó gran morbimortalidad por pérdida de

injerto (18), lo que a la fecha ha mejorado ostensiblemente con

inmunosupresores de mayor selectividad y profilaxis antivirales

específica.

Otro patógeno a destacar es el hongo

Aspergillus

, ampliamente

distribuido en el ambiente y que puede localizarse en la zona

de sutura provocando obstrucción y en caso invasivo deshi-

cencia y hemoptisis fatal. Los pacientes portadores de Fibrosis

quística tienen un riesgo mayor y la profilaxis con itraconazol

o voriconazol asociado a anfotericina inhalada ha sido muy

efectivo (19).

Complicaciones tardías:

Pueden presentarse asociadas a comorbilidades del paciente, a

disfunción crónica del injerto o asociadas a inmunosupresión a

largo plazo.

a. Disfunción crónica del injerto (DCI):

conocida previamente

como Sindrome de Bronquiolitis Obliterante, caracterizado por

el deterioro progresivo e irreversible de la función pulmonar.

Es la complicación que determina la mayor morbimortalidad

tardía. Las causas que llevan a disfunción crónica son variables:

desde la presencia de DPI en el post trasplante inmediato, luego

desde el punto de vista inmunológico el desarrollo de rechazo

agudo reiterado y la formación de anticuerpos donante espe-

cíficos (20, 21). Los factores no inmunológicos relacionados

son la infección a CMV (22), la colonización e infección con

Pseudomonas sp

y de gran importancia en los últimos años la

presencia de reflujo gastro esofágico (23).

b. Comorbilidad médica:

el uso de inmunosupresores a largo

plazo facilita en un grupo de pacientes patología cardiovascular

(hipertensión y enfermedad coronaria), disfunción renal y meta-

bólica que debe mantenerse en tratamiento para evitar daño en

otros órganos.

c. Neoplasias:

a largo plazo se han descrito en pacientes tras-

plantados la aparición de lesiones malignas cutáneas, mayor

riesgo de síndrome linfoproliferativos y neoplasias de órgano

sólidos, por lo que debe mantenerse vigilancia endoscópica y

de imágenes (24).

CALIDAD DE VIDA

Diversos estudios han demostrado la notoria mejoría en la

calidad de vida posterior al trasplante (25), lo que no sorprende

si se considera la precaria condición del paciente en el período

de lista de espera. El poder evaluar la calidad de vida va más

allá de los estudios de función pulmonar o exámenes de labora-

torio. Debe considerarse escala de disnea, tolerancia al ejercicio,

independencia de oxígeno, reinserción familiar, educacional y

laboral. En general, los pacientes con Fibrosis quística logran la

mejor calidad de vida, comparado con otras patologías (26).

SOBREVIDA

Desde inicios de la década del 90, se logran los primeros tras-

plantes pulmonares exitosos a largo plazo. Según registros del

ISHLT alcanzaban sobrevida a 1-2 y 5 años de 72%, 65% y 49%

[TRASPLANTE PULMONAR: ESTADO ACTUAL - Dra. María Teresa Parada C. y col.]