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(que está muy relacionado con un contexto de hipoxia tisular)
(95) facilita la agresividad tumoral a través del
hipoxia-inducible
factor-1
(HIF-1), cuya sobre-expresión desencadena una serie
de mecanismos supresores de la apoptosis en las células tumo-
rales (96). La
aquaporina-1
parece intervenir en la regulación de
este proceso (97) y ya se están proponiendo algunas iniciativas
basándose en estas nuevas dianas terapéuticas (98).
- Por otro lado, y según recientes experimentos realizados “
in
vitro
” por nuestro Grupo, las células mesoteliales malignas son
más resistentes a la acción del talco que otras líneas celulares,
y esto se pone de manifiesto tanto en la modulación/bloqueo
de la angiogénesis como en la proliferación celular (datos no
publicados).
Cuando falla la pleurodesis, o si se considera que es poco factible
por la presencia de pulmón atrapado masivamente por el tumor,
la mejor opción es la inserción de un
catéter pleural tunelizado,
que permite la evacuación domiciliaria del líquido pleural e
induce pleurodesis espontánea en una considerable proporción
de casos (99-102).
Es importante tener en cuenta que la realización de pleurodesis
previa no impide la resección quirúrgica en el caso del mesote-
lioma, independientemente de la técnica que se emplee (neumo-
nectomía extrapleural o pleurectomía/decorticación) (60).
4. CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS FUTURAS
Por lo explicado hasta ahora, es claro que el diagnóstico del
mesotelioma pleural maligno se realiza en general demasiado
tarde como para poder aplicar un tratamiento curativo, ya que
en la gran mayoría de los casos la cirugía no consigue eliminar
todo el tejido tumoral y por otra parte el tumor es poco sensible
a quimio y radioterapia. Se impone por consiguiente la nece-
sidad de desarrollar técnicas de imagen y biomarcadores más
sensibles y específicos que los disponibles hasta ahora y también
es necesario optimizar las opciones terapéuticas, con el objetivo
tabla 5. Diferencias entre mesoteliomas y carcinomas pleurales metastásicos en
nuestra serie de pacientes con derrame pleural maligno sometidos a toracoscopia y
pleurodesis con talco
(*) Resultados de la pleurodesis:
B (bueno)
= Control del derrame pleural durante todo el seguimiento de los pacientes,
M (malo)
= Recidiva del derrame
pleural en cualquier momento del seguimiento, requiriendo evacuaciones repetidas.
Parcial
= Recidiva del derrame pleural en cualquier momento del
seguimiento de los pacientes, pero con volumen inferior al que existía previamente a la pleurodesis y sin requerir evacuación. Los resultados de la pleu-
rodesis fueron significativamente peores en mesoteliomas que en carcinomas pleurales metastásicos.
(**) El pH yl la glucosa pleural fueron significativamente más altos en los casos con pleurodesis eficaz
(B),
tanto en los mesoteliomas como en carci-
nomas metastásicos.
(***) La afectación de la pleura visceral fue significativamente menor en los casos con buen resultado de la pleurodesis en ambos grupos de tumores.
MESOTELIOMAS
NO MESOTELIOMAS
Resultado de la
pleurodesis (*)
B
M
Parcial
B
M
Parcial
60%
25%
15%
72,5%
10,5%
17%
Edad (años)
63,8±1,5
63,5±3,7
63,4±3,7
60,3±0,8
61,1±1,9
58,3±1,8
Ocupación del
hemitórax (%)
60±5
66±9
58±7
60±2
68±6
69±4
Vol. líquido
pleural (mL)
2234
±176
1974
±217
1945
±310
1767
±66
1794
± 80
1798
±141
pH pleural (**)
7,30±0,02
7,22±0,03
7,26±0,05
7,35±0,01
7,22±0,02
7,30±0,02
Glucosa
L.pl.
(mg/dL) (**)
63±7
37±7
44±12
93±3
63±8
75±6
LDH
981±184
1227±574
868±254
676±52
2376±696
901±159
Afectación Pl.
parietal (0-3)
2,4±0,1
2,5±0,2
2,4±0,2
2,1±0,1
2,2±0,1
2,2±0,1
Afectación Pl.
visceral (0-3)
(***)
1,6±0,1
1,9±0,1
2,2±0,1
1,5±0,1
1,9±0,1
1,7±0,1
Supervivencia
10,5±2,3
11,4±2,3
13,8±3,1
12,4±1,7
11,9±5,8
8,4±1,7
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(3) 325-337]