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corte, pero parecen ser más relevantes el pH y la
glucosa en el
líquido pleural:
Un pH y glucosa bajos se han relacionado con
supervivencia más corta en derrames pleurales carcinomatosos
(28-31), y también tienen valor pronóstico en mesoteliomas. Es
importante resaltar que el pH y la glucosa pleural son significati-
vamente más bajos en mesoteliomas que en carcinomas metas-
tásicos, como se puede observar en nuestra serie de derrames
pleurales malignos sometidos a toracoscopia (ver Tabla 1).
Los niveles de adenosin-deaminasa (ADA) pueden encontrarse
elevados en pacientes con mesotelioma (32), pero -antes de
etiquetarlos como falsos positivos del ADA- hay que tener en
cuenta que en ocasiones pueden coexistir mesotelioma maligno
y pleuritis tuberculosa, y por ello se recomienda hacer cultivo
para
M. tuberculosis
en estos casos (33).
La
citología del líquido pleural
puede sugerir la presencia de meso-
telioma, pero con frecuencia plantea problemas entre hiperplasia
mesotelial benigna y maligna (34) y además es incapaz de demos-
trar el carácter invasivo del tumor (que actualmente se considera
una característica esencial para el diagnóstico definitivo) (35). No
obstante, en la mayoría de los casos se pueden combinar citología
y técnicas de imagen para valorar la invasión extrapleural (36).
Por otro lado, las
técnicas
inmunocito/histoquímicas
son siempre
necesarias para establecer la distinción entre mesotelioma y
adenocarcinoma metastásico en la pleura (37) y para ello se
requiere tejido obtenido mediante biopsia, o bien bloques celu-
lares preparados mediante inclusión en parafina del botón celular
tras centrifugado de un volumen suficiente de líquido pleural (
>
100 ml). La combinación de
todos
los siguientes supuestos puede
proporcionar con suficiente fiabilidad el diagnóstico de mesote-
lioma:
proliferación mesotelial atípica en el líquido pleural + estu-
dios inmunohistoquímicos compatibles con mesotelioma en bloques
celulares + engrosamiento pleural difuso con nodulaciones + ausencia
de masas en pulmón o cualquier otro órgano que sugieran otro tumor
primario
(38). No obstante y especialmente por las implicaciones
legales que supone el diagnóstico de mesotelioma maligno en la
mayoría de los casos y también cuando se plantea intervención
quirúrgica, hay que intentar siempre obtener muestras amplias
de tejido para tipificar con mayor seguridad el tumor (39).
MESOTELIOMAS
(N = 87)
NO MESOTELIOMAS
(N = 499)
Valor p
Edad (años)
63,3±1,2 (*)
(37-86)
60,2±0,6
(16-90)
N.S.
Sexo (M/F)
68/19
224/275
<
0,001
Ocupación del hemitórax (%)
60% (5-133)
62% (5-140)
N.S.
Volumen de líquido pleural
extraído en toracoscopia (mL)
1973±128
(0-5200)
1689±50
(0-6000)
0,03
pH del líquido pleural
7,28±0,02
(Mediana = 7,29)
7,32±0,01
(Mediana = 7,35)
0,012
Glucosa en L. pleural (mg/dL)
54,2±4,6
(Mediana = 57,5)
86,6±2,6
(Mediana = 85)
<
0,001
LDH en L. pleural
958±162
968±80
N.S.
Afectación Pl. parietal
(0-3)(**)
2,4±0,1
2,1±0,1
<
0,001
Afectación Pl. visceral
(0-3) (**)
1,7±0,1
1,6±0,1
N.S.
Afectación tumoral en la cavidad
pleural (0-9) (**)
6±0,2
5,2±0,1
<
0,001
Supervivencia tras
toracoscopia
(meses)
11,4±1,5
(Mediana = 9,3)
(0,3-41,1)
9,9±1,1
(Mediana = 3,7)
(0,3-124)
N.S.
tabla 1. Comparación entre mesoteliomas y carcinomas pleurales metastásicos en
nuestra serie de pacientes con derrame pleural maligno y sometidos a toracoscopia
(*) Los datos se presentan como media ± error estándar de la media.
(**) La cuantificación de la afectación tumoral se realizó siguiendo la metodología descrita previamente por nuestro Grupo (referencia 30).
[Aspectos diagnósticos y terapéuticos en el mesotelioma pleural maligno - Dr. Francisco Rodríguez P.]