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diarias) como diferencias de medias ponderadas, junto con
sus intervalos de confianza del 95% correspondientes. Para los
resultados agrupados globales sobre la incidencia de diarrea,
los análisis de sensibilidad incluyeron análisis de casos dispo-
nibles versus análisis altamente convincentes, y modelos de
efectos aleatorios versus de efectos fijos. Para explorar las
explicaciones posibles de la heterogeneidad, se realizaron
análisis de subgrupos
a priori
en la cepa del probiótico, la
dosis, la definición de diarrea asociada con antibióticos, el
agente antibiótico así como el riesgo de sesgo.
Resultados Principales
Dieciséis estudios (3432 participantes) cumplieron los criterios
de inclusión. Estos ensayos incluían tratamiento con
Bacillus
spp., Bifidobacterium spp., Lactobacilli spp., Lactococcus spp.,
Leuconostoc cremoris, Saccharomyces spp.,
o Streptococcus
spp., solo o en combinación. Nueve estudios usaron un
agente probiótico de cepa única, cuatro combinaron dos
cepas de probióticos, uno combinó tres cepas de probióticos,
un producto incluyó diez agentes probióticos, y un estudio
incluyó dos brazos de probiótico que usaron tres y dos cepas
respectivamente. Se determinó que el riesgo de sesgo fue
alto en ocho estudios y bajo en ocho estudios. Los resultados
de los casos disponibles (los pacientes que no finalizaron los
estudios no se incluyeron en el análisis) de 15/16 ensayos
que informaron sobre la incidencia de diarrea muestran un
beneficio preciso y grande de los probióticos en comparación
con el control activo, placebo o ningún tratamiento. La
incidencia de DAA en el grupo de probióticos fue del 9%
en comparación con un 18% en el grupo de control (2874
participantes; CR 0,52; IC del 95%: 0,38 a 0,72; I
2
= 56%). Este
beneficio no fue estadísticamente significativo en un análisis
de sensibilidad altamente convincente (el 60% de los niños
perdidos durante el seguimiento en el grupo de probióticos y
el 20% de los perdidos durante el seguimiento en el grupo de
control presentaron diarrea). La incidencia de DAA en el grupo
de probióticos fue del 16% en comparación con el 18% en el
grupo de control (3392 participantes; CR 0,81; IC del 95%:0,63
a1,04;I
2
=59%). Un análisis de subgrupos de casos disponibles
a priori que exploró la heterogeneidad indicó que la dosis
alta (# 5 000 000 000 UFC/día) es más efectiva que la dosis
baja de probióticos (
<
5 000 000 000 UFC/día), valor de p de
interacción = 0,010. Para los estudios de dosis alta la incidencia
de DAA en el grupo de probióticos fue del 8% en comparación
con el 22% en el grupo de control (1474 participantes; CR
0,40; IC del 95%: 0,29 a 0,55). Para los estudios de dosis baja
la incidencia de DAA en el grupo de probióticos fue del 8%
en comparación con el 11% en el grupo de control (1382
participantes; CR 0,80; IC del 95%: 0,53 a 1,21). Un análisis
de subgrupos por intención de tratar altamente convincente
fue levemente significativo para los probióticos en dosis alta.
Para los estudios de dosis alta la incidencia de DAA en el grupo
de probióticos fue del 17% en comparación con el 22% en el
grupo de control (1776 participantes; CR 0,72; IC del 95%:
0,53 a 0,99; I
2
= 58%). Ninguno de los 11 ensayos (n = 1583)
que informó sobre los eventos adversos documentó algún
evento adverso grave. El metanálisis excluyó todas excepto
una diferencia no significativa sumamente pequeña en los
eventos adversos entre el tratamiento y el control (DR 0,00;
IC del 95%: -0,01 a -0,02).
Conclusiones de los autores
A pesar de la heterogeneidad en la cepa del probiótico, la do-
sis y la duración, así como en la calidad de los estudios, las
pruebas generales sugieren un efecto protector de los probió-
ticos en cuanto a la prevención de la DAA. Al utilizar 11 crite-
rios para evaluar la credibilidad del análisis de subgrupos de
la dosis de probióticos, los resultados indican que el efecto
del subgrupo basado en la dosis (# 5 000 000 000 UFC/día)
fue creíble. Basado en los probióticos en dosis alta, el número
necesario a tratar (NNT) para prevenir un caso de diarrea es
de siete (NNT 7; IC del 95%: 6 a 10). Sin embargo, un análisis
de GRADE indicó que la calidad general de las pruebas para
la variable principal de evaluación (incidencia de diarrea) fue
baja debido a cuestiones relacionadas con el riesgo de sesgo
(debido a la tasa alta de pérdidas durante el seguimiento) y la
imprecisión (datos dispersos, 225 eventos). El beneficio de los
probióticos en dosis alta (
Lactobacillus rhamnosus
o
Saccha-
romyces boulardii
) debe confirmarse mediante un ensayo alea-
torio amplio y bien diseñado. También se necesitan ensayos
más refinados que prueben probióticos de cepas específicas y
evalúen la eficacia
(p.ej. incidencia y duración de la diarrea) y
la seguridad de los probióticos con pérdidas limitadas durante
el seguimiento. Es prematuro establecer conclusiones acerca
de la eficacia y la seguridad de otros agentes probióticos para
la DAA en los niños. Los ensayos futuros se beneficiarían a
partir de resultados estándar y válidos para medir la DAA.
Resumen en términos sencillos
Probióticos para la prevención de la diarrea asociada
con antibióticos (DAA) en niños
La diarrea asociada con antibióticos (DAA) ocurre cuando
los antibióticos perturban el equilibrio natural de las bacte-
rias “buenas” y “malas” en el tracto intestinal y causan una
multiplicación de las bacterias perjudiciales más allá de las
cifras normales. Los síntomas de la DAA incluyen evacua-
ciones intestinales acuosas frecuentes y dolor abdominal
en forma de calambre. Los probióticos se encuentran en los
suplementos dietéticos o los yogures y contienen bacterias
o levaduras potencialmente beneficiosas. Los probióticos
pueden restaurar el equilibrio natural de las bacterias en el
tracto intestinal. Se examinaron 16 estudios y se proporcio-
naron las mejores pruebas disponibles. Los estudios realizaron
[REVISIÓN COCHRANE]