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pruebas en 3432 niños (entre 2 semanas y 17 años de edad)
que recibieron probióticos coadministrados con antibióticos
para prevenir la DAA. Los participantes recibieron probióticos
(
Lactobacilli spp
.,
Bifidobacterium spp.
,
Streptococcus spp.
, o
Saccharomyces boulardii
solos o en combinación), placebo
(pastillas que no incluían probióticos), otros tratamientos para
prevenir la DAA (es decir, diosmectita o leche de fórmula) o
ningún tratamiento. Los estudios se realizaron a corto plazo, y
la duración varió de diez días a tres meses. Los análisis demos-
traron que los probióticos pueden ser efectivos para prevenir
la DAA. Los probióticos generalmente fueron bien tolerados, y
ocurrieron efectos secundarios menores con poca frecuencia,
sin diferencias significativas entre los grupos de probióticos y
de control. Los efectos secundarios informados en los estu-
dios incluyen erupción, náuseas, gases, flatulencias, vómitos,
aumento de la flema, dolor torácico, estreñimiento, tras-
torno del gusto y poco apetito. Los datos actuales indican
que el
Lactobacillus rhamnosus
y el
Saccharomyces
boulardii
en una dosificación alta de 5 a 40 000 000 000 UFC/día
pueden prevenir la aparición de DAA, sin efectos secundarios
graves documentados en los niños sanos. Este beneficio de
los probióticos en dosis alta debe confirmarse mediante un
estudio aleatorio amplio y bien diseñado. No es posible esta-
blecer conclusiones acerca de la efectividad y la seguridad de
otros agentes probióticos para la DAA en los niños. También
se necesitan estudios más refinados que evalúen los probió-
ticos de cepas específicas e informen tanto la efectividad
(p.ej.
incidencia y duración de la diarrea) como la seguridad de los
probióticos.
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(5) 698-700]