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homologando la diabetología a todas las sub-especialidades
médicas.
Un gran impulso nacional a esta disciplina y principalmente
para los pacientes, es el hecho que la diabetes esté garanti-
zada por el Acceso Universal de Garantías Explícitas (AUGE), lo
que implica que todos los chilenos afiliados al Fondo Nacional
de Salud (FONASA) o a las Instituciones de Salud Previsional
(ISAPRES) sean atendidos prácticamente sin costo por su enfer-
medad.
El interés de los diabetólogos por la investigación clínica ha
dado origen a varias publicaciones nacionales e internacio-
nales. De vital importancia han sido los proyectos con financia-
miento gubernamental, de las propias universidades y desde
1983 por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecno-
lógico (FONDECYT). Por otra parte, algunos autores chilenos
han participado en estudios prospectivos con gran número
de pacientes, por nombrar algunos, en el 2012 el llamado
Outcome Reduction with an Initial Glargine Intervention
(ORIGIN)
y posteriormente el
Trial Evaluating Cardiovascular Outcomes
with Sitagliptin
(TECOS).
A continuación haremos breve referencia a los temas de
diabetes en los cuales existen publicaciones de autores
chilenos.
EPIDEMIOLOGÍA
Se han realizado varios esfuerzos en nuestro país para conocer
cifras epidemiológicas de diabetes. En estas investigaciones es
necesario que la muestra utilizada sea representativa, que el
diseño permita tener resultados confiables y que la metodo-
logía empleada sea similar a la de otros lugares del mundo a fin
de que sean comparativas.
En relación a la prevalencia de diabetes mellitus tipo 2
(DM2), el primer trabajo se publicó en el año 1981 y mostró
una tasa de 5,3% en el Gran Santiago (2). Posteriormente
se encontraron cifras más altas en la Región del Maule, así
como en un estudio nacional de la Asociación de Diabéticos
de Chile (ADICH), lo que evidencia el creciente aumento de
la patología en relación directa con la mayor obesidad. Las
Encuestas Nacionales de Salud informan la realidad del país,
en el año 2003 la prevalencia en mayores de 15 años era del
6,3%, cifra que se elevó a 9,4% en el 2010 (3). Un hecho preo-
cupante es el informe del 2014 de la
International Diabetes
Federation
(IDF), en el sentido que Chile está a la cabeza
de la enfermedad en Sudamérica con un 12,3%, muy
por encima del promedio mundial que alcanza al 8,3%.
Este “liderazgo” es un sombrío panorama para los
años venideros.
Nos parecen de interés los estudios de prevalencia de DM2
realizados en los pueblos originarios, encontrándose tasas
muy bajas en mapuches que viven en reservaciones, 1,0% y en
Aymaras 1,5%, cifras que aumentan notablemente al migrar a
las ciudades, 8,2% y 6,9%, respectivamente (4, 5).
La situación en diabetes mellitus tipo 1 (DM1) es más recon-
fortante, aunque la incidencia ha ido en aumento, de un
2,5/100.000 en el período 1986-1993 hasta 6,5/100.000 en
los años 2000-2004. El estudio
Diabetes Mondiale
(DiaMond)
informaba que Chile en el lapso 1990-1992 se encontraba
entre los países con baja incidencia. Sin embargo, un trabajo
más reciente (6) publica tasas de 1,09 hasta 19,9/100.000 en
las comunas de mayor nivel socioeconómico, las que tienen
menor componente indígena y mejores sistemas de salud.
ETIOPATOGENIA
Es de amplio conocimiento que la DM1 y la DM2 son entidades
de etiología diferentes; la primera es de origen autoinmune,
en la que participan determinados antígenos del sistema
mayor de histocompatibilidad (HLA), como marcadores de
susceptibilidad genética. En Chile se han llevado a cabo varios
estudios al respecto, así como de autoanticuerpos específicos
de DM1, constituyendo desde 1995 a la fecha una línea de
investigación liderada por el bioquímico Francisco Pérez-
Bravo, PhD, con publicaciones nacionales e internacionales
(7, 8). En cuanto a los factores ambientales que podrían gatillar
la DM1, uno de los primeros estudios fue la observación de la
estacionalidad en la aparición de la DM1 (9) y, posteriormente,
la influencia de la lactancia materna (10).
La DM2 cuya patogenia es básicamente una resistencia a la
insulina, concomitante con un déficit relativo de secreción de
la hormona, ha sido poco estudiada en nuestro país. Recién en
1991 aparece una publicación de sensibilidad insulínica cuanti-
ficada con clamp euglicémico hiperinsulinémico (11). También
debe destacarse el hallazgo de déficit de secreción de insulina
en pacientes DM2 con fracaso secundario a las drogas hipogli-
cemiantes orales (DHO) (12). Son relevantes las publicaciones
de los últimos años sobre la importancia de la obesidad como
factor de resistencia a la insulina y desarrollo de DM2 (13).
A fines de la década de 1980, estudiamos familias de
Maturity
Onset Diabetes in the Young
(MODY) (14), subtipo de DM que se
debe a mutaciones genéticas específicas de transmisión auto-
sómica dominante con penetrancia incompleta; temática que
actualmente es investigada por los grupos del IDIMI (15) y de
la PUC.
En años recientes se ha informado de las llamadas “diabetes
atípicas”, entre ellas, la
Latent Autoinmune Diabetes in
[DESARROLLO DE LA DIABETOLOGÍA EN CHILE - Dr. Manuel García de los Ríos A. y col.]