321
el
Alzheimer Disease
8 (AD8) (15) o el
Informant Questionnaire
on Cognitive Decline in the Elderly
(IQCODE) (16) entre otros.
Una vez identificadas las principales áreas deficientes se realiza
una selección de las pruebas que permitirán poner en evidencia
el perfil cognitivo del paciente. Posteriormente con los resultados
de la EN el neuropsicólogo clínico, profesional con formación
especializada en pruebas cognitivas y su interpretación, elabora
un informe clínico detallando el perfil cognitivo y formulando una
propuesta de intervención y seguimiento. Debido a la tecnicidad
del informe de EN, se realiza una sesión con el pacientes, sus
familiares, cercanos y/o cuidadores para presentar de manera
individualizada los alcances de la evaluación y las etapas de
seguimiento.
Estudios cognitivos de las demencias
Blessed, Tomlinson y Roth en 1968, fueron unos de los
primeros en intentar medir los cambios patológicos y sus
consecuencia en la cognición de pacientes con demencia
Alzheimer (DA) utilizando diferentes pruebas disponibles
en esa época y subpruebas del
Wechsler Adult Intelligence
Scale
(WAIS) (17).
Algunos años más tarde en 1975, Marshal y Susan Folstein y
Paul McHugh presentan un test rápido y breve para detectar el
deterioro cognitivo en pacientes psiquiátricos hospitalizados,
el
MiniMental State Examintation
(MMSE) (18). Después de
más de 40 años de su publicación es el test “
screening
” más
traducido y uno de los test cognitivos más validado y citado
en el mundo (19). Si bien, es muy discutido por su sensibilidad
en el diagnóstico de demencias (20) continúa siendo una
herramienta utilizada por diferentes profesionales de salud
tanto a nivel clínico como de investigación. En la década de
los 70, 80 y 90 se crearon una serie de pruebas que tenían
por objetivo determinar el grado de deterioro cognitivo y
trastornos en la conducta principalmente en la demencia
Alzheimer, debido a su alta frecuencia de aparición. Por
ejemplo, para evaluar los cambios cognitivos en 1976 Steven
Mattis presenta la
Dementia Rating Scale
, en 1977 aparece
el
Cognitive Capacity Screening Examination
(21), ocho años
más tarde, Rosen y colaboradores presentaron la
Alzheimer
Disease Assesseemnt Scale
(ADAS) (22) y en 1995 Huppert y
colaboradores crearon el
Cambridge Cognitive Examination
(CAMCOG) (23). Para evaluar los cambios conductuales
fueron desarrollados en 1987 por Reisberg y colaboradores
la
Behavioral Pathology in Alzheimer Disease Rating Scale
BEHAVE-ED (24) y Cumming y colaboradores en 1994 el
Neuropsychiatric Inventory
(NPI) (25) entre otros. Poco a poco
se fueron desarrollando pruebas específicas para evaluar cada
función cognitiva en esta y otros subtipos de demencias que
serán presentadas a continuación.
Deterioro cognitivo leve
El término de Deterioro Cognitivo Leve (DCL) fue propuesto
por Reisberg y colaboradores en 1988 en una investigación
realizada en sujetos quienes presentaban diferentes niveles
de deterioro sin poder categorizarlos (26).
Ronald Petersen en 1999 describió un cuadro clínico
caracterizado por queja subjetiva de memoria pero sin
pérdida de autonomía, este cuadro clínico se conoce como
Deterioro Cognitivo Leve (DCL) o
Mild Cognitive Impairement
(MCI) (27). Este cuadro es considerado por los especialistas
como el pródromo de una demencia Alzheimer (Figura 1). Se
han publicado varias propuestas para establecer los criterios
clínicos del DCL. La primera de ellas en 1999 por Petersen
y colaboradores (27), la segunda en 2006 realizada por el
grupo internacional de trabajo del DCL (28), la tercera en
2011 formulada por el Instituto Nacional de Alzheimer de
Estados Unidos (29) y la más reciente por la quinta edición del
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders
(DSM 5)
(30), donde es incluido el DCL por primera vez en sus versiones.
Función
FIGURA 1. Cambio hipotético en función de
cÓmo un individuo desarrolla Enfermedad de
Alzheimer
Deterioro Cognitivo Leve
Probable DA
Definido DA
Edad
DA = Demencia Alzheimer
(Tomado y traducido de Petersen, 2003)
De acuerdo a Petersen (31) el DCL se clasifica en tres tipos:
El primero, el DCL de tipo amnésico, donde existe una queja
objetivada de la memoria, sin afectar la autonomía y donde
se preservan las otras funciones cognitivas. El segundo, el
DCL de tipo no amnésico y multidominio, que se caracteriza
por disminución objetiva de dos o más funciones cognitivas,
preservando el funcionamiento en las actividades diarias.
El tercer tipo es el DCL de tipo no amnésico y de un único
dominio, donde se objetiva una disminución cognitiva
como el lenguaje, alguna función ejecutiva o la función
visuoespacial. En la figura 2 se presentan los distintos DCL y
sus probables etiologías.
[El rol de la evaluación neuropsicológica en el diagnóstico y en el seguimiento de las demencias - Matías Molina D.]