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ataxias cerebelosas autosómico dominantes y recesivas, otros

coreas como neuroacantocitosis y neuroferritinopatías, entre

muchos otros cuadros neurológicos.

En los cuadros de inicio temprano, el deterioro cognitivo puede

ser el síntoma cardinal o asociarse a otras manifestaciones

clínicas prominentes, tales como trastornos del movimiento,

manifestaciones psiquiátricas, ataxia, enfermedad de

motoneurona o migraña. De cualquier forma, debido al menor

índice de sospecha en individuos jóvenes, existe una mayor

probabilidad de atribuir erróneamente las manifestaciones a

un trastorno mental, retrasando el diagnóstico.

Las manifestaciones clínicas de estas enfermedades se

superponen, por lo que la anamnesis, examen físico y

exámenes de apoyo no bastan para establecer el diagnóstico

definitivo. Ello requeriría la identificación de mutaciones

causales en el afectado o portador. El diagnóstico molecular

en etapas tempranas o presintomáticas tiene muchas

aplicaciones relevantes (1).

Si bien no existen intervenciones que permitan prevenir

la aparición de una de estas enfermedades o curarlas, el

diagnóstico preciso favorece una mejor planificación de los

cuidados que el afectado requerirá. Esto es de gran relevancia

para la calidad de vida de las familias.

Por otra parte, existe una tendencia creciente entre familiares

de pacientes con enfermedades neurodegenerativas a

interesarse por identificar su estatus de portadores. Ello

les permitiría tomar decisiones reproductivas, implementar

medidas que permitan retrasar la aparición de los síntomas

y establecer un diagnóstico precoz. Se ha establecido

que contar con el diagnóstico de una enfermedad

neurodegenerativa heredable tiene beneficios emocionales

al reducir la ansiedad asociada a la incertidumbre y al

proveer información necesaria para la toma de decisiones

(2).

Los ensayos clínicos para fármacos que pudieran beneficiar

a los pacientes requieren la evaluación del efecto en una

muestra de pacientes con una misma condición, ya que los

mecanismos fisiopatológicos del deterioro son diferentes

entre ellas. Actualmente están en evaluación terapias

gen-específicas por lo que el diagnóstico preciso cobrará

cada vez más importancia práctica (3). La identificación

de portadores es relevante para el desarrollo de ensayos

clínicos en etapas en las que el daño celular propio de las

enfermedades aun no está instalado. Por ejemplo, en el último

año se inició la administración de potenciales modificadores

de la expresión de la huntingtina mutante (proteína alterada

en EH) en individuos portadores asintomáticos de la mutación

y quienes tarde o temprano desarrollarían la -hasta ahora

letal- enfermedad.

A nivel de investigación básica, los hallazgos en pacientes con

formas familiares de estas enfermedades han contribuido a

expandir el conocimiento de los mecanismos involucrados en

las formas esporádicas. Es el caso de la identificación del rol

de synucleina y LRRK2 en la enfermedad de Parkinson (EP).

En la actualidad, se encuentran disponibles en el mercado

exámenes para identificar mutaciones causales de las

patologías de interés. Ellos se basan en técnicas de

secuenciación de última generación que pueden enfocarse en

el análisis de un gen (por ejemplo, para el diagnóstico de EH),

en un grupo de genes asociados a una misma enfermedad (por

ejemplo, EA, DFT), o a un grupo amplio de enfermedades (por

ejemplo, panel de demencias por medio de secuenciación de

última generación). La secuenciación masiva, con cobertura

de exoma completo o genoma completo, suele no estar

indicada debido a que la mayoría de los casos son explicados

por algunas de las mutaciones cubiertas por los paneles

disponibles, y por el alto número de hallazgos inespecíficos

que pueden surgir de este tipo de estudios (1). El tipo de

examen a solicitar depende del tipo de síntomas del paciente

y eventuales familiares afectados y del número de genes

conocidos para los diagnósticos presuntivos.

En Chile en la actualidad el diagnóstico molecular de algunas

enfermedades monogénicas se realiza para casos individuales.

Si bien las condiciones estudiadas con mayor interés son

los trastornos del desarrollo (4), también se han reportado

algunos casos de enfermedades neurodegenerativas en

que se ha confirmado la sospecha diagnóstica (5–9). Sin

embargo, la disponibilidad de centros y profesionales para

efectuar la asesoría genética, así como para realizar las

técnicas de biología molecular, el análisis bioinformático y

la interpretación de los resultados, está lejos de cumplir las

necesidades de la población chilena (10). El contar con estos

servicios en nuestro medio mejoraría la atención ofrecida a

los pacientes y familias de nuestro país. Es esperable que,

al menos en una etapa inicial, los costos de las técnicas de

biología molecular sean mayores que en el extranjero debido

a que dichas técnicas han sido optimizadas para grandes

cantidades de muestras. Sin embargo, habría una ventaja

clara en cuanto a los riesgos de pérdida de trazabilidad de

la muestra o de brechas en la confidencialidad de los datos.

Estos estudios no están cubiertos por las aseguradoras de

salud, y para enfrentar esta brecha en el acceso a los servicios

es imprescindible que sean realizados en nuestro país.

Más fundamental aún, desarrollar localmente estas

herramientas permitiría efectuar el proceso diagnóstico en

[DIAGNÓSTICO GENÉTICO PARA ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS. UN IMPORTANTE DESAFÍO PARA CHILE - Dr. Marcelo Miranda C. y col.]