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alteración de la columna se encuentran a este nivel. En
el caso de los defectos del tubo neural las alteraciones
encontradas en este examen incluyen,
signo del limón
(deformación de los huesos frontales),
signo de la banana
(obliteración de la cisterna magna con deformación del
cerebelo) y la
ventriculomegalia
. Independiente de la
presencia de los marcadores antes mencionados, siempre
debe comprobarse la indemnidad y osificación de los
cuerpos y procesos laterales en los planos axial lateral y
coronal (1).
Cualquier alteración en la exploración básica del SNC
fetal debe ser motivo de derivación para la realización
de una neurosonografía detallada que incluya los cortes
axiales accesorios, cortes coronales y sagitales, como
también la evaluación del desarrollo cortical del feto.
Ventriculomegalia
La ventriculomegalia (VMG) representa la dilatación de los
ventrículos laterales del cerebro fetal y su frecuencia se
estima en 1 a 2 por 1000 (2). La hidrocefalia, término
que suele confundirse con VMG se refiere a la dilatación
del sistema ventricular con aumento de la presión
intracreaneana. Si bien son dos entidades diferentes,
una VMG puede evolucionar posteriormente a una
hidrocefalia (3). La definición de VMG se hace con una
medida alterada del
atrium
, que es la porción en que
convergen las porciones posterior, temporal y cuerpo
de los ventrículos laterales y coincide en el lugar en que
descansa el
glomus
de los plexos coroídeos. Es uno de los
hallazgos con mayor sensibilidad para patología del SNC
y es por esto que esta incorporado en toda evaluación
ultrasonográfica de rutina, especialmente la realizada
entre las 22 y 24 semanas de gestación.
La técnica de medición debe tomar en cuenta algunos
reparos anatómicos para tener validez. Primero la
medición debe realizarse en un corte intermedio entre
el transventricular y el transtalámico en que se observa
la asta posterior del ventrículo lateral, el glomus del
plexo coroídeo y la cisura parieto-occipital. La medición
se hace de borde interno a borde interno a nivel de la
cisura parieto occipital y perpendicular al eje longitudinal
de los ventrículos laterales (1). La Figura 4 muestra como
se realiza la medición del
atrium
y la Figura 5 muestra un
caso de ventriculomegalia. Se considera como patológico
un valor de 10mm y según su magnitud puede clasificarse
en tres grados que guardan relación con el tipo de
patología y su severidad en relación al pronóstico (3):
Leve: 10-12mm
Moderada 12-15mm
Severa
>
15mm
Se debe tener en consideración que la VMG puede ser uni
o bilateral y que puede existir una diferencia entre ambos
ventrículos incluso entre límites normales. Esta situación
se denomina
asimetría ventricular
y se refiere a la
diferencia mayor a 2.4mm. Si bien, no es considerado un
hallazgo patológico debe ser sujeto a un control seriado
para descartar la progresión a VMG.
La ventriculomegalia no es una condición patológica en
sí, sino más bien un marcador que puede reflejar una
alteración en cualquier parte del SNC fetal. En ocasiones
esta puede presentarse en forma aislada y su pronóstico
dependerá de su evolución en el tiempo como de su
magnitud. Es por lo tanto, de vital importancia una vez
documentado el marcador, continuar con una búsqueda
de la causa para realizar un diagnóstico y pronóstico.
Las causas más frecuentes de VMG se describen en la
Tabla 1.
En el estudio etiológico de la VMG se debe considerar
además de una neurosonografía detallada, una evaluación
de crecimiento fetal, ecocardiografía, estudio de TORCH
y cariotipo fetal. En algunas ocasiones una resonancia
magnética fetal puede ser de utilidad.
Según la magnitud de la VMG se puede establecer un
pronóstico inicial ya que sabemos que la asociación
con otras anomalías se puede observar en un 6% de los
casos leves y hasta en un 56% de los casos moderados y
severos. Por otro lado, las alteraciones cromosómicas se
encuentran hasta en un 36% si existe otra malformación
FIGURA 3. Corte transcerebelar
CSP
cerebelo
Cisterna
magna
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(4) 434-440]
CSP: cavum septum pellucidum