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Sabemos que existen limitaciones en la reproducción de las

características físicas de la señal acústica original (1). Este

código eléctrico llegará a través de los electrodos implan-

tados a las vías auditivas centrales y de ahí al lóbulo temporal

de nuestro cerebro donde se producirá el reconocimiento y

el procesamiento de esa señal. Aquí se establece una clara

diferencia entre los usuarios de un Implante coclear que han

tenido una experiencia auditiva previa y aquellos que oirán

por primera vez a través de su implante coclear (IC).

Un programa de rehabilitación auditiva a través del IC debe

contemplar además de la experiencia auditiva previa, las

posibilidades de audición binaural. Se trata de aprovechar al

máximo las distintas estaciones de la vía auditiva y la forma

en que nuestro cerebro extrae las características espec-

trales y los aspectos temporales entre las diferentes señales

que llegan a cada oído. Algunas de estas características se

comparan por separado como en el efecto sombra o en la

localización o se combinan en una sola percepción como en

el denominado

squelch effect

que nos facilita la escucha

en ruido (2). Porque la audición no solo es trascendental

en nuestra comunicación, sino que la audición nos sitúa en

un paisaje sonoro en nuestro cerebro, el que almacena los

patrones neurales a partir de los patrones acústicos, las voces,

la música, los sonidos del ambiente, las señales de peligro, de

alarma. Cuando nuestra capacidad auditiva está deteriorada

o carecemos de esa capacidad, el impacto es enorme: la falta

de atención, las respuestas erróneas o inapropiadas, la confu-

sión, hasta llegar a la desconexión del entorno.

Así, en implantaciones bilaterales a edades tempranas, en

usuarios de estimulación bimodal, en los implantes que

combinan la estimulación electroacústica ipsilateral (híbridos)

y también en pacientes con pérdidas auditivas unilaterales o

asimétricas que actualmente pueden restaurar su audición a

través de dispositivos implantables, la rehabilitación deberá

contemplar las técnicas para aprovechar al máximo el bene-

ficio de la binauralidad. Esto es, la escucha en ambientes con

ruido de fondo, la escucha en la distancia, en los ambientes

de escucha complejos, aquellos que combinan a diferentes

hablantes dentro de ambientes ruidosos y la posibilidad de

localizar los sonidos de nuestro entorno.

Tradicionalmente la rehabilitación logopédica, es más

conocida en su vertiente pediátrica y por el impacto que

la pérdida auditiva tiene en la adquisición y desarrollo del

lenguaje en el niño, también en esta área se han produ-

cido grandes cambios. En la actualidad es posible detectar y

diagnosticar la hipoacusia en los primeros meses de vida de

un bebé (3), el tratamiento logopédico se ocupa del entorno

familiar, porque es en el seno de la familia donde se produce

la estimulación idónea para la adquisición del lenguaje.

La llegada de un bebé con una pérdida auditiva, altera la

dinámica de la crianza, el denominado estrés parental que

acontece tras el nacimiento de un hijo con alguna disca-

pacidad, ha sido ampliamente explicado en la literatura

(4). Las familias deben poder lidiar con las emociones que

supone la aceptación de la discapacidad y a su vez deben

familiarizarse con nuevos conocimientos relacionados con

la pérdida auditiva. De ahí la importancia del apoyo psico-

social a la familia, no solamente a los padres del bebé sino

también a la familia más extensa, porque algunos realizan

tareas de cuidadores como es el caso de los abuelos.

Las terapias centradas en la familia, especialmente la

Terapia

Auditivo Verbal

(4), combinan la orientación

y el consejo a la familia en el proceso del desarrollo de la

escucha y del lenguaje en el niño.

LA HABILITACIÓN Y EL PROCESO DIAGNÓSTICO

Es importantísimo que el logopeda forme parte de los

programas de detección y diagnóstico, su intervención no

empieza una vez diagnosticada la hipoacusia sino durante

el proceso diagnóstico, por varias razones:

1.

Ayudar a la familia a procesar la información que están

recibiendo.

Sabemos que tras el impacto emocional, las fami-

lias necesitan más tiempo, tendrán dudas y muchas preguntas,

por ello es muy importante canalizar la información de forma

rigurosa y didáctica para los padres. La información sobre el

diagnóstico de la hipoacusia es exclusiva del especialista ORL,

así que hay que ser extremadamente cuidadosos para evitar

malentendidos, informaciones confusas o contradictorias. En

la actualidad son muchos los padres que buscan información

sobre la hipoacusia y su tratamiento en internet, el logopeda

es un profesional que por su cercanía, la frecuencia en la que

está en contacto con las familias y el ambiente que se crea en

las sesiones facilita esta comunicación.

2.

Conocer las respuestas auditivas en el ámbito

no-clínico

es otro de los aspectos importantes del proceso

diagnóstico y el logopeda guiará a la familia para que

puedan observar cuáles son esas respuestas auditivas del

bebé, la información sobre el tipo de reacciones y cómo es

el desarrollo de la escucha en el bebé, deben formar parte

del trabajo logopédico, así como la recogida de todas estas

informaciones y compartirlas con el resto de profesionales.

3.

El entrenamiento-condicionamientode las respuestas

de escucha.

El diagnóstico audiológico comprende pruebas

objetivas y subjetivas, así la colaboración entre el logopeda y

el audiólogo es fundamental, tanto en la observación de las

respuestas que el bebé tiene a partir de la adaptación de las

prótesis auditivas como en el entrenamiento que será preciso

para obtener respuestas condicionadas.

[Rehabilitación en implantes cocleares - Eulalia Juan Pastor]