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[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(1) 143-145]
y niños pequeños (de 0 a 12 años de edad). Se incluyeron todos
los mecanismos para la reducción de la exposición de los niños
al HTA, y los programas de prevención, cese y control del hábito
de fumar. Los mismos incluyen promoción de la salud, terapias
socio-conductuales, tecnología, educación e intervenciones
clínicas.
Obtención y análisis de los datos
Dos autores, de forma independiente, evaluaron los estudios y
extrajeron los datos. Debido a la heterogeneidad de las metodo-
logías y las medidas de resultado, no fue posible obtener esta-
dísticas descriptivas y los resultados se sintetizaron de forma
narrativa.
Resultados principales
Cincuenta y siete estudios cumplieron los criterios de inclusión.
Siete estudios se consideraron de bajo riesgo de sesgo, 27 estu-
dios se consideraron de riesgo de sesgo incierto y 23 estudios
se consideraron de riesgo de sesgo alto. Siete intervenciones se
dirigieron a poblaciones o ámbitos comunitarios, 23 estudios se
realizaron en ámbitos de asistencia sanitaria de “niños sanos” y 24
en ámbitos de asistencia sanitaria de “niños enfermos”. Dos estu-
dios adicionales realizados en consultorios pediátricos no acla-
raron si las consultas se realizaron con niños sanos o enfermos,
y otro incluyó consultas de niños tanto sanos como enfermos.
Treinta y seis estudios se realizaron en Norteamérica, 14 en otros
países de ingresos altos y siete estudios en países de ingresos
bajos o medios. En sólo 14 de los 57 estudios hubo un efecto
estadísticamente significativo de la intervención para la reduc-
ción de la exposición de los niños al HTA. De estos 14 estudios,
seis usaron medidas objetivas de la exposición de los niños al HTA.
Ocho de los estudios tuvieron un riesgo de sesgo alto, cuatro
tuvieron riesgo de sesgo incierto y dos tenían un riesgo de sesgo
bajo. Los estudios que mostraron un efecto significativo utili-
zaron una serie de intervenciones: siete utilizaron asesoramiento
intensivo o entrevistas motivacionales; un estudio adicional usó
asesoramiento telefónico; uno utilizó una estrategia basada en la
escuela; uno usó libros de imágenes; dos utilizaron visitas educa-
cionales a domicilio; uno usó una intervención breve y un estudio
no describió la intervención. De los 42 estudios que no revelaron
una reducción significativa de la exposición de los niños al HTA,
14 usaron asesoramiento más intensivo o entrevistas motivacio-
nales, nueve utilizaron asesoramiento u orientación breve, seis
utilizaron información de una medida biológica de la exposi-
ción de los niños al HTA, uno usó información sobre la cotinina
materna, dos usaron asesoramiento o apoyo telefónico al aban-
dono del hábito de fumar, ocho utilizaron visitas educacionales a
domicilio, uno usó sesiones grupales, uno usó una carpeta y una
carta con información, uno usó un folleto y un signo de prohibido
fumar, y uno usó políticas y promoción de la salud basadas en
la escuela. En 32 de los 57 estudios, hubo una reducción de la
exposición al HTA para los niños del estudio de forma indepen-
diente a la asignación a los grupos de intervención y de compa-
ración. Un estudio no procuró reducir la exposición al humo del
tabaco en los niños, sino que intentó reducir los síntomas de
asma, y encontró una reducción significativa de los síntomas en
el grupo expuesto a entrevistas motivacionales. Se encontraron
pocas pruebas de diferencias en la efectividad de las interven-
ciones entre los ámbitos con neonatos sanos, con niños con
enfermedades respiratorias, y con niños con otras enfermedades
como contextos para las intervenciones de abandono del hábito
de fumar en los padres.
Conclusiones de los autores
Aunque se identificó que las intervenciones con asesoramiento
breve son exitosas para los adultos cuando son administradas por
médicos, este hecho no puede extrapolarse a los adultos como
padres en ámbitos de salud infantil. Aunque se han utilizado varias
intervenciones, incluida la educación paterna y los programas de
asesoramiento, para tratar de reducir la exposición de los niños
al humo del tabaco, su efectividad no se ha demostrado clara-
mente. La revisión no pudo determinar si alguna intervención
redujo el hábito de fumar en los padres y la exposición de los
niños de forma más efectiva que otros, aunque se identificaron
siete estudios que informaban que las entrevistas motivacionales
o el asesoramiento intensivo proporcionados en el ámbito clínico
fueron efectivos.
RESUMEN EN TÉRMINOS SENCILLOS
¿Las intervenciones para los padres y las personas que
cuidan a los niños reducen la exposición de los niños al
humo del tabaco?
Antecedentes
Los niños expuestos al humo del cigarrillo (humo de tabaco en
el ambiente) presentan un riesgo mayor de problemas pulmo-
nares, infecciones y complicaciones graves incluido el síndrome
de muerte súbita del neonato. Por lo tanto, la prevención de la
exposición al humo del cigarrillo en la lactancia y la niñez puede
mejorar significativamente la salud de los niños en todo el
mundo. El hábito de fumar en los padres es una fuente común de
exposición a cigarrillos para los niños. Los niños mayores también
están en riesgo de exposición al humo de cigarrillo en ámbitos
educacionales o de atención infantil.
Objetivos
Determinar la efectividad de las intervenciones orientadas a
reducir la exposición de los niños al humo del tabaco.
Métodos
Los investigadores de la Colaboración Cochrane realizaron una
revisión de la investigación sobre el efecto de las intervenciones
dirigidas a la familia y a los cuidadores para reducir la exposición