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de los niños al humo del tabaco. La familia y los cuidadores se
definieron como padres y otros miembros de la familia, traba-
jadores de la atención infantil y profesores relacionados con la
atención y la educación de los neonatos y los niños pequeños
(de 0 a 12 años de edad). Se hicieron búsquedas de investiga-
ción relevante en varias bases de datos. Esta fue una actualización
de una revisión realizada previamente, y la fecha de la búsqueda
más reciente fue septiembre de 2013. Dos autores evaluaron de
forma independiente los estudios de investigación y documen-
taron toda la información necesaria.
Resultados
En esta revisión se incluyeron cincuenta y siete estudios de calidad
variada. Sólo 14 estudios informaron sobre una intervención que
fue exitosa para reducir la exposición de los niños al humo del
tabaco. Estos estudios usaron una variedad de intervenciones,
y siete de los mismos usaron métodos de asesoramiento más
intensivos o entrevistas motivacionales. De los 42 estudios que
no revelaron una reducción significativa de la exposición de
los niños al humo del tabaco, 14 usaron métodos de asesora-
miento más intensivos o entrevistas motivacionales. Un estudio
no intentó reducir la exposición de los niños al humo del tabaco,
aunque redujo los síntomas de asma y redujo de forma exitosa los
síntomas mediante el uso de entrevistas motivacionales.
Conclusiones de los autores
Aunque se han utilizado varias intervenciones, incluida la educa-
ción paterna y los programas de asesoramiento, para tratar de
reducir la exposición de los niños al humo del tabaco, su efec-
tividad no se ha demostrado claramente. La revisión no pudo
determinar si alguna intervención en particular redujo el hábito
de fumar en los padres y la exposición de los niños al humo de
forma más efectiva que otras, aunque se identificaron siete estu-
dios que informaron que el asesoramiento intensivo o las entre-
vistas motivacionales proporcionados en el ámbito clínico fueron
efectivos.
[REVISIÓN COCHRANE]