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[RADIOLOGÍA DE URGENCIA. EL INICIO DE UNA SUBESPECIALIDAD - Dr. Victor Dinamarca y col.]
sidad de que no solo estos estudios, sino todos los estudios
radiológicos, sean interpretados de manera oportuna.
Estos factores crearon el ambiente que obligó a los depar-
tamentos de radiología en muchas instituciones a crear
fórmulas de cobertura de radiología de urgencia.
El Colegio Americano de Radiología en su estándar de comu-
nicaciones ha señalado que cualquier hospital que opera un
servicio de urgencias debe tener un médico radiólogo que
pueda proporcionar la interpretación de imágenes disponi-
bles 24 horas al día, ya sea en directo o en forma remota (4).
Existen varios métodos para proporcionar la cobertura de
radiología en horario inhábil para el servicio de urgencias. El
más deseable puede ser la creación de una sección dedicada
a la radiología de urgencia. Dicha sección ofrece servicio de
radiología ininterrumpida durante todo el día y la noche.
La responsabilidad principal del especialista en radiología
de urgencia son las imágenes pacientes de urgencia, lo que
exige su presencia a tiempo completo. Este radiólogo, en
esencia, funciona como una parte integral del departa-
mento de medicina de urgencia (5).
El número insuficiente de los radiólogos especialistas en
radiología de emergencia ha hecho necesario buscar otras
maneras de proporcionar una cobertura constante servicio
de urgencias, por ejemplo reclutar radiólogos no espe-
cialistas en urgencia o con especialidad en otras áreas. La
principal diferencia entre los radiólogos de urgencia que
prestan servicio dedicado y radiólogos que proporcionan
solo cobertura es que los radiólogos que son “prestados” de
otras subespecialidades habitualmente tienen poco interés
personal en el servicio de urgencias y consideran cober-
tura de emergencia una tarea adicional que los aleja de su
trabajo elegido.
Otras soluciones han aparecido. Una muy común es la cober-
tura por telerradiología. Cuando esta sea la única alternativa
para mantener la continuidad de la asistencia radiológica,
debe ser tutelada por un radiólogo local que, inexcusable-
mente, deberá definir y garantizar sus niveles de calidad,
minimizando los efectos de la pérdida de contacto personal
del radiólogo con clínicos y pacientes (6).
Otra opción es la de no cubrir el servicio de urgencias fuera
del horario. En muchos hospitales, un médico de medicina
de urgencia todavía interpreta los estudios de imagen reali-
zados por la noche y los radiólogos hacen sus interpreta-
ciones al día siguiente. Lo más importante son los riesgos
significativos de esta práctica, en la cual el médico inex-
perto perderá un porcentaje de diagnósticos importantes.
Todos estos sistemas han sido aplicados en nuestro país
con algunas variantes y en forma mixta. Por ejemplo, en
las unidades de urgencia de muchos hospitales públicos
no existe radiólogo presente, solo se dispone de informes
por telerradiología, con un cierto “cupo” de exámenes infor-
mados, generalmente de tomografía computada, quedando
los demás exámenes sin un informe oportuno, siendo preli-
minarmente interpretados por los médicos de atención de
urgencia.
Existen varios modelos que podrían ayudar en el desa-
rrollo de las radiología de emergencia. Un posible modelo
a utilizar es el que condujo al desarrollo de la medicina de
emergencia como una subespecialidad en Estados Unidos.
En la década de 1960, internistas y cirujanos que comen-
zaban sus prácticas realizaban la cobertura de servicio de
urgencias. A medida que el conocimiento para la práctica
de la medicina de urgencia creció, centros médicos acadé-
micos desarrollaron programas de medicina de emergencia
con una velocidad asombrosa. Para 1997, 60 escuelas de
medicina habían comenzado residencias. Durante la última
década, el número de alumnos del departamento de emer-
gencia casi se ha duplicado y los puestos de residencia en
medicina de urgencia rutinariamente, se han llenado. Hay
trabajo disponible para los médicos subespecialistas de
medicina de urgencia recién egresados en más de 5000
hospitales. Este camino largo y seguro podría ser aplicado
a la radiología de emergencia y atraer a potenciales apren-
dices a esta subespecialidad.
Un segundo modelo hace hincapié en incorporación de
tópicos de subespecialidad de radiología de urgencia
durante el programa de formación en radiología general.
Esta experiencia educativa actualmente está siendo norma-
lizada por la Sociedad Americana de Radiología de emer-
gencia (7).
En Chile los hospitales tienen una enorme necesidad de
servicios de radiología de Urgencia de calidad. En la actua-
lidad, existe poco desarrollo de la radiología de urgencia
como subespecialidad en nuestro país. Es importante esta-
blecer una vía que promoverá su crecimiento y fomentar la
dedicación de residentes a la sub-especialidad.
Nuestro análisis intenta describir la brecha entre la nece-
sidad de cobertura de radiología de emergencia y los requi-
sitos para el desarrollo de una sección de radiología de