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INTRODUCCIÓN
Tanto la cirrosis hepática como la insuficiencia hepática
son enfermedades que implican un alto costo en salud,
morbilidad y mortalidad, siendo el trasplante hepático el
único tratamiento curativo actualmente disponible para un
pequeño grupo de pacientes que padecen de esta enfer-
medad en etapas avanzadas (1-3). Sin embargo, existen
ciertas limitantes tales como la escasez de donantes, alto
costo, morbilidad y mortalidad asociado al procedimiento y
tratamientos médicos posteriores (1,4,5). Es por esta razón
que ha nacido la idea de utilizar células madre como even-
tual alternativa al trasplante hepático (1,3).
La capacidad del cuerpo humano para auto regenerar
células en órganos dañados está mediado por células madre
adultas, las cuales normalmente se encuentran en estado
quiescente, pero que se activan frente a una pérdida celular
y migran al sitio dañado gracias a factores tisulares (1).
Definición células madre
Una célula madre es aquella que es capaz de dividirse inde-
finidamente y diferenciarse a distintos tipos de células espe-
cializadas, no sólo morfológicamente sino también de forma
funcional (6). En el caso particular del hígado, existirían
numerosos tipos celulares que exhiben un potencial para
desarrollarse en hepatocitos viables tales como células madre
derivadas de la médula ósea, del hígado o células progeni-
toras hepáticas (ovales en modelo animal), de la sangre del
cordón umbilical, hepatocitos fetales, embrionarias humanas
y del tejido graso entre otras (7). La clasificación de las células
madre según capacidad de diferenciación se muestra en la
Tabla 1 (1).
En base a lo anterior es importante mencionar algunos
aspectos relevantes sobre el origen embrionario del
hígado con el fin de comprender las vías necesarias para
su formación.
El hígado está formado por diversos tipos de células que
surgen de diferentes orígenes embriológicos, siendo los dos
principales los hepatocitos y colangiocitos, provenientes del
endodermo embrionario. Otros tipos celulares del hígado
incluyen células hematopoyéticas, de Kupffer, estromales y
células estrelladas de origen mesodérmico (9).
El desarrollo embrionario del hígado comienza en la cuarta
semana de gestación, con el inicio del crecimiento ventral de
la porción más distal del intestino proximal conocido como
divertículo hepático (10). Eventualmente este divertículo
dará lugar al hígado y vesícula biliar (11,12) (Figura 1).
TABLA 1. CAPACIDAD DE DIFERENCIACIÓN DE DISTINTAS CÉLULAS MADRE
CAPACIDAD DE DIFERENCIACIÓN
Totipotenciales
Pueden diferenciarse en tipos celulares embrionarios y extraembrionarios.
Pueden construir un organismo completo y viable.
Pluripotenciales
Pueden diferenciarse en células de las 3 capas embrionarias (ectodermo,
mesodermo y endodermo).
Multipotenciales
Puede diferenciar en células de diferentes linajes dentro de una sola capa
embrionaria.
Oligopotenciales
Pueden diferenciarse en células de unos pocos linajes.
Unipotenciales
Es capaz de producir un solo tipo de células.
FIGURA 1. DESARROLLO EMBRIONARIO HEPÁTICO
[CÉLULAS MADRE: FUNDAMENTOS Y REVISIÓN DE LA EXPERIENCIA CLÍNICA EN ENFERMEDADES HEPÁTICAS - Dra. Daniela Fluxá y col.]
Divertículo
hepático.
Corazón
Septum
transverso
Arteria mesentérica
superior
1. Kumar A, Pati NT, Sarin SK. Use of stem cells for liver diseases-current scenario. J Clin Exp Hepatol 2011; 1:17-26.
Traducido de Moore et al. Ref. 10.