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Células madre mesenquimáticas (CMM)
Estas células también forman parte de las CMP-MO y pueden
además encontrarse en el tejido adiposo (18). Tanto las
células mesenquimáticas obtenidas de médula ósea como las
obtenidas desde el tejido adiposo han demostrado una mejo-
raría en la función hepática y promoverían su regeneración al
ser trasplantadas (19).
Las CMM se caracterizan por sus múltiples propiedades tera-
péuticas, entre ellas se encuentran: diferenciación en células
similares a hepatocitos, actividad inmunomoduladora, secre-
ción de factores tróficos, actividad anti-fibrótica y anti-oxi-
dante (24). Además, estas células tienen la particularidad
de poseer una baja expresión de antígenos del complejo de
histocompatibilidad clase I y ausencia del complejo mayor
de histocompatibilidad clase II entre otras moléculas, lo que
reduciría su potencial inmunogénico permitiendo su uso en
trasplante alogénico (24).
En cuanto a las fuentes de obtención, se ha descrito en la
literatura, que el tejido adiposo sería una de las fuentes más
adecuadas para terapia celular, dada su fácil recolección a
través de una liposucción simple, que a su vez tiene una mínima
morbilidad en comparación con la obtención de CMP-MO las
que se obtienen a través de procedimientos invasivos como
la punción de médula ósea (25). Por otro lado, a diferencia de
las células obtenidas de médula ósea, el número de células
obtenidas del tejido graso no están influidas por la edad, sexo,
presencia de osteoporosis ni exposición previa a quimioterapia
o radioterapia (26). Cabe destacar que es posible obtener hasta
40 veces más CMM en 200ml de lipoaspirado que de 40 ml de
médula ósea (26, 27).
Al igual que las CMH, la diferenciación celular de las CMM a
hepatocitos requiere de factores de crecimiento y mitogé-
nicos tales como FCH, FCF, OM, entre otros (24).
Estudios experimentales que han utilizado células madre
provenientes de tejido adiposo (CMP-TA) humanas en ratones
inmunodeficientes y daño hepático producido por tetraclo-
ruro de carbono, se ha observado una disminución significa-
tiva en las concentraciones de amonio, ácido úrico, aspartato
aminotransferasa, y alanino aminotransferasa a las 24 horas
del trasplante celular. La tinción inmunológica con antígeno
leucocitario humano 1 (HLA-1) revelaría que estas células
humanas estaban presentes en el ratón después de 24 horas
de trasplante. Estos resultados indicarían que las CMP-TA
estarían en este caso involucradas en la regeneración hepá-
tica
in vivo
(26).
A pesar de que las CMM han sido ampliamente utilizadas en
estudios clínicos y pre-clínicos de fibrosis hepática, varios
factores aún deben ser considerados, incluyendo la poten-
cialidad fibrogénica y oncogénica dada su capacidad para
estimular el crecimiento de células tumorales y neovascu-
larización (24,25). Desde el punto de vista fibrogénico, se
ha descrito que las CMM podrían diferenciarse en miofibro-
blastos en lugar de hepatocitos, lo que podría depender de
la vía de administración de estas células y el grado de fibrosis
hepática. Por otra parte, un número significativo de CMM
humanas exhiben una morfología miofibroblástica en la falla
hepática aguda (24).
Vías de administración
En cuanto a la vía de infusión, por vena periférica parecería
ser la ruta de elección, dado que se han descrito algunos
efectos adversos al utilizar la vía sanguínea central. Por
ejemplo, se ha reportado que al inyectar las células directa-
mente en la vena porta existe el riesgo de provocar sangrado
variceal por el incremento de la hipertensión portal ya
existente. Por otro lado, la inyección de células madre en
la arteria hepática presentaría el riesgo de disección de la
arteria (28).
EXPERIENCIA CLÍNICA
A la fecha existen un número importante de ensayos clínicos
que han analizado el efecto de diferentes tipos celulares en
la regeneración hepática, sin embargo la entrega de conclu-
siones válidas aún no ha sido posible dado la heterogeneidad
de estos estudios (17). Al momento de analizarlos, el hecho
de que se hayan usado diferentes vías de administración y
se evalúen distintos resultados en el tiempo, hace que este
proceso sea complejo. Además, la mayoría de los estudios
fueron realizados en cohortes pequeñas de pacientes, con
un seguimiento relativamente corto (28,29). A pesar de ello,
cabe destacar que el trasplante de células madre demostró
ser seguro independiente de la ruta utilizada. Por otro lado,
la gran mayoría de los estudios demostraron mejoría de la
función hepática, donde algunos de ellos además demos-
traron una disminución de la puntuación de MELD y Child
Pugh (28,30,31).
Recientemente estudios en pacientes con falla hepática
aguda sobre crónica secundaria a infección por Virus
Hepatitis B, en donde se ha utilizado células madre de
origen mesenquimático (32) y factor estimulante de colo-
nias granulocitos (G-CSF) (33), han observado que la infu-
sión de estas células y el uso subcutáneo de esta terapia,
serían seguras y efectivas en la mejoría de la función hepá-
tica por la puntación de MELD. En otro estudio reciente
se utilizó G-CSF seguido de la infusión de CMM autólogas
por vía venosa periférica en pacientes con daño hepático
crónico por Virus Hepatitis C con resultados favorables,
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(2) 314-321]