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CHILE
El soporte extracorpóreo, en Chile, está íntimamente ligado
a la anestesia, en parte al menos, por el hecho de que los
Doctores Waldemar Badía y Dr. Jorge Urzúa, Anestesiólogos,
Profesores Titulares de la Pontificia Universidad Católica y
Maestros de la Anestesiología Chilena, hicieron escuela a nivel
nacional, donde anestesia y perfusión eran una sola unidad,
modelo que se replicó en otros centros del país (13) (Foto 3).
En Chile, Bugedo, Castillo y cols. en 1996 reportaron los
primeros resultados (18% de sobrevida) con ECMO en adultos
(14). En el Congreso Chileno de Cardiología, el año 1994,
Pedemonte et al presentaron 7 pacientes: 3 con el uso de asis-
tencia ventricular con bomba centrífuga y 4 casos de ECMO
Veno Arterial, esto con una sobrevida del 57% (15). Frente a
la evidencia que existía en neonatología, y a la ausencia de un
programa formal de ECMO, se organizó en 1999 el programa
neonatal pediátrico en el Hospital Clínico de la Universidad
Católica de Chile, en mayo de 2003 se realizó el primer ECMO
neonatal en Chile, y se consolidó el primer centro ELSO de
Latino América, liderado por Javier Kattan (16).
Actualmente existen en Chile al menos 21 centros con
“máquinas de ECMO”, con números desde 0 hasta 55 pacientes
por año, con 32% de los casos acumulados de indicación
cardíaca. En el país se hicieron aproximadamente 180 casos
de ECMO en el período octubre 2015 a octubre 2016 (87
el año 2014), y al menos 20 de ellos fueron de transporte
(Encuesta Nacional de ECMO: datos presentados en Congreso
SOCHIMI, Coquimbo, noviembre 2016) (17). Actualmente
existe un grupo de trabajo de la SOCHIMI y el MINSAL que está
organizando los criterios de indicación, requerimientos de
centros ECMO, coordinación y una base de datos nacional con
los resultados (18). Lo mismo para el ECMO como asistencia
mecánica de corta duración con un grupo de expertos convo-
cados por el MINSAL.
ELSO
Desde el punto de vista organizacional la historia se remonta
a 1975, al realizarse el Primer Simposio de Pulmón Artificial
en Copenhage. En 1984 se inició el primer registro de casos
realizado por un grupo colaborativo de estudio con el objetivo
de compartir los datos y experiencias, este grupo publicó su
registro en 1988, con algo más de 700 casos. Esta iniciativa
concluiría en la fundación de ELSO (
Extracorporeal Life Support
Organization
) en 1989, en la Universidad de Michigan, Ann
Arbor, Michigan
EE.UU., entidad liderada por un grupo de
clínicos e investigadores empeñados en el desarrollo, difusión
e investigación en ECMO. ELSO es hoy una organización
internacional, sin fines de lucro, con la base de datos más
grande del mundo en ECMO, que agrupa a todos los centros
que voluntariamente desean aportar al registro con sus casos
(Figura 2). En 2011 se formalizó el capítulo EURO-ELSO,
encabezado por Roberto Larusso (este capítulo reemplazó a
EESO: Organización Europea de Soporte Vital Extracorpóreo
que funcionaba desde 1994). El primer semestre del 2012
se creó el capítulo ASIA-PACÍFICO. En noviembre del 2012 en
una reunión realizada en Santiago de Chile, con participación
de representantes de centros latinoamericanos y la visita de
miembros del comité ejecutivo de ELSO, se creó el Capítulo
LATINO AMERICANO de ELSO. Para 2014 también había nacido
el capítulo Medio Oriente – Asia que incluye a África (5).
ELSO entrega datos para poder evaluar programas de ECMO,
ha desarrollado y desarrolla Guías Clínicas para el manejo de
pacientes en ECMO tanto neonatos como niños y adultos,
desarrolla guías para el manejo de áreas particulares del
ECMO como por ejemplo la anticoagulación e infecciones a
través de grupos de trabajo. Promueve y provee el Estado del
Arte de los Programas de Educación en ECMO alrededor del
mundo (FOTO 4). Provee la evaluación de los Programas de
ECMO de cada institución a través del “
ELSO Award of
Excellence in ECMO
”.
El avance y desarrollo tecnológico han permitido ofrecer a
los pacientes soporte extracorpóreo prolongado más seguro.
Nuevos pulmones artificiales (oxigenadores), nuevas bombas,
nuevos productos menos trombogénicos han ayudado a una
mayor efectividad y seguridad. Sin duda el conocimiento,
mejor entendimiento de las patologías, pero en especial el
aprender a trabajar en equipo, han sido clave en esto.
Profesor Dr. Jorge Urzúa U.
FOTO 3.
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 796-802]