Previous Page  141 / 156 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 141 / 156 Next Page
Page Background

953

consultor, así como la calidad de su trabajo. Algunos autores han

estudiado el rol de los mecanismos de defensa en el trabajo del

consultor y su rol en la capacidad para identificar o no determi-

nados problemas, seleccionar algunos hechos relevantes de la

historia del paciente por encima de otros e influir en la comuni-

cación efectiva del problema (18).

En Chile contamos con experiencias de este tipo desde hace

algunos años (14) y sus resultados en Unidades de Cuidado

Intensivo han sido ampliamente comunicadas siendo sus princi-

pales temas los siguientes: limitación del esfuerzo terapéutico,

proporcionalidad, muerte digna, anticipación de conductas o

voluntades anticipadas, autonomía y subrogación y justicia.

Los problemas indicados incluyen reflexión y análisis con el

paciente, si esto es posible, con su familia y con el médico

intensivista o su médico tratante y consideran materias muy

sensibles y complejas como la suspensión de la ventilación

mecánica, falta de anticipación de conductas, desconoci-

miento de la voluntad del paciente o discrepancias entre el

equipo y la familia. También es frecuente que el consultor

deba enfrentarse a temas relativos a definir la capacidad del

enfermo para tomar sus propias decisiones, así como la iden-

tificación de un subrogante o representante adecuado.

PSIQUIATRÍA DE ENLACE E INTERCONSULTAS EN

EL HOSPITAL GENERAL Y ASPECTOS ÉTICOS EN

PSIQUIATRÍA

Tradicionalmente se ha descrito a la psiquiatría de enlace como

aquella sub especialidad de la psiquiatría dedicada al diagnós-

tico, el tratamiento y la prevención de aquellos aspectos propios

de la patología mental en el contexto de un hospital general ya

sea de patología médica en pacientes con patología psiquiátrica

aguda o crónica como de las manifestaciones psiquiátricas de

algunas enfermedades médicas.

Desde hace algunos años la actividad de la llamada medicina

psicosomática y la psiquiatría han permitido el reconocimiento

de esta actividad como una nueva subespecialidad de la médica,

la medicina psicosomática, preocupada además de los aspectos

psicosociales de la enfermedad, su aparición y curso (19).

Los focos de acción de la psiquiatría de enlace son el paciente

en primer lugar, sin embargo, debe prestar atención también al

entorno del mismo, es decir la familia, los cuidadores o repre-

sentantes y al equipo médico. En todos ellos pueden existir

aspectos susceptibles de intervención, facilitación de la comu-

nicación o manejo.

Se ha diferenciado la interconsulta psiquiátrica, es decir aquella

respuesta concreta ante una pregunta específica que normal-

mente va destinada al profesional que la solicita y que dice rela-

ción con el diagnóstico y manejo de una patología ajena a su

especialidad o el uso de un fármaco en particular con la psiquia-

tría de enlace que implica trabajo conjunto en áreas de interés

común es decir cuyos límites no pertenecen a una especialidad

particular tal y como ocurre, por ejemplo, en el dolor crónico, los

trastornos alimentarios, los problemas de fertilidad o la oncología.

El trabajo del psiquiatra de enlace es un trabajo de interfase.

El psiquiatra mantener adecuado equilibrio entre las demandas

técnicas de los otros profesionales de la salud, la familia y el

propio paciente. Además, debe hacerse cargo del estigma que

la salud mental tiene en un ambiente no psiquiátrico y muchas

veces proveer cuidados a pacientes psicóticos, suicidales o

dependientes en contextos médicos y espacios físicos ajenos a

la especialidad.

Esta tensión requiere habilidades específicas, adecuados cono-

cimientos médicos sobre la patología de base o asociada, los

fármacos en uso y sus interacciones con otros medicamentos en

uso, capacidad de liderazgo y flexibilidad.

Como se ha visto, muchas de las habilidades descritas previa-

mente para un consultor ético, son también deseables en un

psiquiatra que trabaje en un hospital general.

ASPECTOS ÉTICOS EN PSIQUIATRÍA

Desde un punto de vista ético y de acuerdo con la Declaración

de Hawai en 1975, Viena en 1983 y Madrid en 1996 (20) el

objetivo de la disciplina es promover la salud, la autonomía y el

desarrollo del paciente.

La relación terapéutica entre un psiquiatra y su paciente debe

considerar el debido respeto a la confidencialidad, coopera-

ción y responsabilidad mutua en el contexto de la mejor terapia

disponible para cada caso en particular. La elección de cada

tratamiento debe contar con el adecuado proceso de infor-

mación sobre las características del mismo, sus alternativas y

consecuencias de hacer o no hacer respetando siempre la capa-

cidad de decidir del propio paciente.

Deben evitarse en lo posible medidas forzosas o contra la voluntad

de los pacientes y siempre con un consentimiento informado de

un familiar o de quien actúe como responsable o cuidador.

El psiquiatra no puede aprovecharse de su posición dentro de

la relación abusando de la vulnerabilidad de su paciente y toda

la información recogida durante el proceso terapéutico está

protegida por la confidencialidad propia del secreto médico.

De acuerdo a esto, los principales aspectos relativos a la psiquia-

tría y la ética pueden resumirse del siguiente modo (21):

[INTERCONSULTA BIOÉTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACE - Dr. Alejandro Koppmann]