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a) Diagnóstico:

Dada la naturaleza del trabajo en salud mental

no siempre el diagnóstico se restringe al modelo médico

tradicional incorporándose en este proceso factores gené-

ticos, biológicos, de género, psicológicos, sociales, culturales y

propios de la etapa del desarrollo. Integrarlos y balancearlos de

manera adecuada es un desafío constante.

b) Estigmatización:

Propia de factores culturales que rela-

cionan la patología mental con juicios valóricos sobre los

pacientes, sus familias o el personal sanitario que trabaja en esta

área.

c) Confidencialidad:

Propia de toda la medicina, pero, parti-

cularmente relevante en el caso de la salud mental tanto por la

necesidad de crear una relación de confianza y trabajo colabo-

rativo entre el paciente y su terapeuta como por las implican-

cias legales, sociales y financieras asociadas al estigma

d) Capacidad:

Relevante en el ejercicio de la autonomía y la

toma de decisiones en salud.

e) Justicia:

Relativa al adecuado trato y acceso a la atención de

poblaciones particularmente vulnerables.

f) Internación y tratamientos voluntarios e involuntarios:

Definiendo claramente el propósito , la utilidad y la duración de los

mismos centrándose exclusivamente en fines clínicos de diagnós-

tico, protección personal o del entorno y manejo de la emergencia.

ASPECTOS DE COINCIDENCIA, SINERGIA Y DIFERENCIAS

Entre las razones que la ley 20584 relativa a los de deberes y

derechos de los pacientes considera necesaria la consulta al

Comité de Ética Asistencial se consideran aquellos aspectos

relativos a la capacidad del paciente para tomar decisiones (22):

Artículo 17.-

En el caso de que el profesional tratante tenga dudas

acerca de la competencia de la persona, o estime que la decisión

manifestada por ésta o sus representantes legales la expone a

graves daños a su salud o a riesgo de morir, que serían evitables

prudencialmente siguiendo los tratamientos indicados, deberá

solicitar la opinión del comité de ética del establecimiento o, en

caso de no poseer uno, al que según el reglamento dispuesto en el

artículo 20 le corresponda.

Asimismo, si la insistencia en la indicación de los tratamientos o la

limitación del esfuerzo terapéutico son rechazadas por la persona o

por sus representantes legales, se podrá solicitar la opinión de dicho

comité.

Artículo 18.-

En el caso de que la persona, en virtud de los artí-

culos anteriores, expresare su voluntad de no ser tratada, quisiere

interrumpir el tratamiento o se negare a cumplir las prescripciones

médicas, podrá solicitar el alta voluntaria. Asimismo, en estos

casos, la Dirección del correspondiente establecimiento de salud,

a propuesta del profesional tratante y previa consulta al comité de

ética, podrá decretar el alta forzosa.

De acuerdo a esto, la determinación de la capacidad de decidir

es una materia de encuentro frecuente entre ambas disciplinas.

La evaluación es tarea del psiquiatra de enlace quien debe

considerar que, de acuerdo con la observación hecha por Faden

y Beauchamp (23), una decisión es autónoma cuando se ejecuta

con intencionalidad, conocimiento y ausencia de control

externo.

Muchas veces privilegiar la autonomía del paciente puede

poner en riesgo la beneficencia de dicha acción. Nuevamente es

el psiquiatra quien ayudará a evaluar adecuadamente los meca-

nismos por los cuales ese paciente en esa situación determinada

ha decidido ese curso de acción.

Una ayuda en esta materia es usar los tradicionales criterios

de Appelbaum y Grisso (24) relativos a los criterios de capa-

cidad:

• El paciente comprende la información que se le brinda refe-

rida al diagnóstico, exámenes y procedimientos requeridos así

como el tratamiento propuesto.

• El paciente es capaz de apreciar la situación global en que se

encuentra.

• El paciente usa la razón para decidir.

• El paciente comunica su decisión.

LÍMITES Y PROYECCIONES

Tanto desde la perspectiva de la bioética como de la salud

mental la enfermedad es considerada no solamente como una

alteración orgánica, sino como un episodio en la biografía del

enfermo y de su entorno cercano.

Considerar la natural fragilidad del ser humano, asumir el

envejecimiento como un proceso natural y no como pato-

logía, ayudar a las personas a dar el máximo de sus capaci-

dades en función de cumplir con sus objetivos globales aun

cuando aquello implique postergar ciertas áreas para favorecer

otras, asumir la vida completa con alegrías y frustraciones,

esperanza y decepción, paz y angustia, tener expectativas

realistas y estilos flexibles de enfrentamiento de las diferentes

situaciones son tareas de promoción y cuidado de la salud en

nuestra época.

Incluir aspectos éticos en los programas de formación de

especialistas y sub especialistas en salud mental y desarrollar

adecuadas capacidades de empatía, habilidades comunicativas

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 949-955]