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Clasificación DSM-5

De acuerdo a la clasificación del DSM-5, el dolor crónico

corresponde a un “Trastorno por síntomas somáticos, con

predominio de dolor”, definición que viene a reemplazar a

tres de los trastornos somatomorfos del DSM-IV (trastorno por

dolor, trastorno por somatización y trastorno somatomorfo

indiferenciado, y en algunos casos, hipocondriasis).

Varios autores ven un importante riesgo de subdiagnosticar el

dolor crónico con los criterios del DSM-5 (4). Hasta que estos

no sean apropiadamente revisados, el diagnóstico de “Tras-

torno adaptativo” da mejor cuenta y es más seguro para clasi-

ficar a estos individuos.

IV. PROCESAMIENTO PSICOLÓGICO EN DOLOR

CRÓNICO

Los seres humanos, frente a los cambios del medio, tanto

interno como externo, presentan respuestas fisiológicas y

conductuales, las que pueden ser adaptativas o desadapta-

tivas. En el dolor crónico, las alteraciones en sistemas físicos

pueden llevar a cambios conductuales, determinados por

modificaciones en circuitos neurales causadas por un proce-

samiento psicológico alterado (15). El control de este proce-

samiento puede entenderse como un balance entre eventos

excitatorios e inhibitorios, que van a actuar en un “terreno”

sensibilizado o desensibilizado.

Las regiones cerebrales que consistentemente aparecen

implicadas en este tipo de procesamiento son las cortezas

somatosensoriales primaria y secundaria (S1 y S2), médula

espinal, tálamo, ínsula, corteza cingulada anterior, corteza

prefrontal (16), áreas mescencefálicas como la sustancia gris

periacueductal y cerebelo (17), y estructuras subcorticales

que incluyen hipocampo, ganglios basales y amígdala (18).

Las redes cerebrales interconectadas contribuirían a activar

y/o desactivar funciones orquestadas con distintos grados de

contribución de estas y otras regiones cerebrales.

Como vimos antes, el dolor como respuesta a un estímulo

nociceptivo, lleva a los individuos a buscar tratamiento,

cuando algo duele, hiere o hace sufrir. Cuando el dolor se

hace crónico, ocurre algo diferente, el estado físico y mental

se alteran. El dolor físico y emocional existen en un mismo

continum

, donde comparten vías cerebrales (19).

Hay dos factores esenciales que deben considerarse cuando

tratamos de entender el procesamiento psicológico en dolor,

desde una aproximación basada en sistemas cerebrales:

- Experimentar dolor puede desencadenar una cascada de

eventos neurológicos, sensoriales inicialmente, que llevan a

un estado psicológico alterado.

- Estados psicológicos previos pueden determinar un alto

riesgo para la cronificación del dolor, debido a procesos como

sensibilización cruzada, donde la exposición a un estrés en el

pasado, confiere mayor sensibilidad a otros estímulos aparen-

temente no relacionados, como un trauma infantil, pérdida de

uno de los progenitores o una adicción (20-22).

El año 2014 Laura Simons y cols., hizo una revisión de las

principales alteraciones conductuales en relación a circuitos

neurales y cómo estos se alterarían a consecuencia del dolor

crónico (15). Algunos de los datos obtenidos fueron categori-

zados en los siguientes ámbitos:

A. CIRCUITOS NEURALES Y CAMBIOS DESADAPTATIVOS

- Neurocircuitos y conducta:

La evolución de un dolor

agudo a crónico, no siempre es tan obvia. Muchas veces esto

ocurre a consecuencia de una injuria específica, como neuro-

patía diabética, neuralgia post herpética, o aparece espontá-

neamente.

- Conducta de dolor:

Esta puede ser adaptativa o desadap-

tativa.

La evitación de un estímulo doloroso, o potencialmente

doloroso, es una reacción normal, frente a una amenaza

aguda, sin embargo, en el dolor crónico esta conducta ya

no es adaptativa. Por ejemplo, en un paciente con síndrome

de dolor regional complejo, la inmovilidad de la extremidad

para evitar el estímulo doloroso, lleva al empeoramiento de

su cuadro.

B. ALTERACIONES DEL PROCESAMIENTO PSICOLÓGICO EN

DOLOR CRÓNICO

- Cognición y atención:

La cognición, definida como el acto

de conocer incluye alerta, percepción, razonamiento, toma de

decisiones y juicio. La evidencia sugiere que el dolor tendría

un efecto negativo en el desempeño cognitivo y en el proce-

samiento atencional (23) y este afectaría las regiones cere-

brales involucradas en la cognición.

- Alteración en la percepción:

Un buen ejemplo de la

importancia de la interpretación corporal en dolor crónico,

es la percepción del miembro fantasma, en que la terapia en

espejo y la estimulación sensorial, proveen de imputs visuales

o propioceptivos al cerebro, que van a corregir estas anormali-

dades perceptuales, generando un importante alivio del dolor.

- Interocepción:

La percepción individual de la condi-

ción fisiológica del propio cuerpo, va a depender del estado

emocional y los niveles de estrés a que esté sometido ese

individuo. La ínsula anterior tendría un importante rol en este

proceso evaluativo. La sensibilidad interoceptiva, además de

intensificar la sensibilidad al dolor agudo y disminuir la tole-

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(6) 866-873]