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12

C.-E. Martín

López

et al.

/ Cir Cardiov. 2016;

23(1)

:11–17

Conclusions:

The

coronary

artery

bypass

grafting with

double mammary

artery

has

excellent

early

and

mid-term

results,

regardless

of

age.

In highly

comorbid

patients,

especially

those with

vascular

disease

and

renal

failure,

the

indications of double mammary artery grafting

should be

individualised.

© 2015 Sociedad Espa˜nola de Cirugía Torácica-Cardiovascular. Published by Elsevier España, S.L.U. This

is

an open access article under

the CC BY-NC-ND

license

( http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/ )

.

Introducción

La

cirugía

de

revascularización

miocárdica

(CRM)

continúa

siendo

la

técnica

de

elección

en

la

enfermedad

coronaria multi-

vaso

en

pacientes

con

un

riesgo

quirúrgico

aceptable.

El

uso

del

injerto

de

arteria mamaria

interna

izquierda

a

la

arteria

descen-

dente

anterior

es

el patrón

oro de

la

cirugía

coronaria, mejorando

la

supervivencia a

largo plazo y

reduciendo

la

incidencia posterior

de

infarto

agudo

de miocardio

(IAM),

angina

recurrente

y

necesi-

dad de nueva revascularización en comparación con

injerto de vena

safena

intern

a 1–6 .

La necesidadde utilizarmás de un injerto en la enfermedad coro-

naria multivaso

sumado

a

la

limitada permeabilidad

a

largo plazo

de

los

injertos

venosos

y

a

los

excelentes

resultados

demostrados

con

la

arteria mamaria

interna

izquierda

impulsaron

el

empleo

de

otros

injertos

arteriales

para

la

revascularización miocárdica.

Entre

los

injertos

arteriales

utilizados

existe

una

progresiva

evi-

dencia a

favor del uso de arteria mamaria

interna bilateral

(AMIB

) 7 .

En

1999,

Lytle

et

al

. 8 d

emostraron

que

los

pacientes

tratados

con

ambas

mamarias

comparado

con

una

sola

mamaria

e

injertos

venosos

presentaban

una mayor

permeabilidad,

supervivencia

y

libertad de

reoperación

a

corto

y

largo plazo. Desde

entonces han

sido

publicados múltiples

estudios

confirmando

estos

hallazgos,

especialmente

cuando

el

segundo

injerto

arterial

es

usado

en

el

territorio de

la arteria circunflej

a 7,9,10 . E

ste beneficio en

la supervi-

vencia

se extiende,

incluso, hasta

la

segunda y

la

tercera década de

seguimient

o 10,11 .

Clásicamente,

la

limitación en

la utilización de ambas mamarias

en

la

cirugía

coronaria

ha

sido

el

riesgo

de

aumentar

la

mor-

bimortalidad

postoperatoria,

especialmente

el

incremento

de

la

incidencia de

infección profunda de

la herida esternal/mediastinitis

en diferentes

subgrupos de

riesgo

(edad avanzada,

sexo

femenino,

reoperación,

obesidad,

enfermedad

pulmonar

obstructiva

crónica

[EPOC] y especialmente diabetes

) 12,13 . S

in embargo, en publicacio-

nes

recientes, con el empleo de

la

técnica de esqueletización de

los

injertos mamarios, no han encontrado diferencias

significativas en

la morbimortalidad postoperatoria

entre

injerto mamario único

o

doble, con una mayor supervivencia a medio-largo plazo con el uso

de doble mamaria,

incluidos estos

subgrupos de

riesg

o 14–17 .

La

evidencia

actual

a

favor

de

la

AMIB

es

reflejada

inequívo-

camente

por

las

guías

de

revascularización miocárdica

europeas

(revascularización

arterial

completa

en

pacientes

con

expectativa

de

vida

razonable,

clase

IA

) 18 y

americanas

(uso

de

AMIB

clase

IIaB

) 19 .

No obstante, el uso actual de AMIB en

la práctica clínica es muy

escaso,

aproximadamente del 15-20% en Europ

a 20 y

menos del 5%

en EE. UU

. 21 y

la

inmensa mayoría de

los

injertos de

revasculariza-

ción

coronaria, a excepción de

la AMI a

la descendente anterior,

se

realizan

con vena

safena.

Las

respuestas

definitivas

de

la

superioridad

o

no

del

uso

de

AMIB

serán probablemente

respondidas por

el

estudio AR

T 22 , q

ue

ha

aleatorizado

a

3.102

pacientes

para

injerto

único

o

doble

de

mamaria

con

el

objetivo primario de

supervivencia

a 10

a˜nos.

Los

resultados

preliminares

a

un

a˜no

han mostrado

una mortalidad

similar

en

ambos

grupos

(

2%)

con

ligero

aumento

en

la

inciden-

cia de

infección esternal en el grupo asignado a

injerto bilateral de

mamaria

(el 1,9%

frente al 0,6%).

Analizamos

retrospectivamente

los

resultados

de

la

CRM

con

AMIB, determinando

los predictores de

riesgo de morbimortalidad

hospitalaria y

la

supervivencia a medio plazo.

Métodos

Desde abril/05 hasta abril/14, 1.041 pacientes consecutivos

fue-

ron

tratados con CRM aislada por enfermedad coronaria multivaso.

De

estos,

en

497

pacientes

(47.7%)

se

utilizaron

AMIB.

Si

bien

se

individualizó

la

indicación

de

doble mamaria,

el

criterio

general

de

nuestro

Centro

es

emplear

ambas mamarias

en

todo

paciente

tratado mediante CRM

aislada

75

a˜nos

sin

elevada

comorbilidad

(fundamentalmente que no presenten varios

factores de

riesgo de

mediastinitis, no desestimándose

la

indicación por

la presencia ais-

lada

de

un

solo

factor

de

riesgo,

especialmente

diabetes).

En

un

reducido número de pacientes

también se utilizaron ambas mama-

rias

pese

a

no

presentar

indicación

a

priori

para

su

uso,

pero

con

ausencia de disponibilidad de otros

injertos

(p.

ej.,

safenectomía o

varices de ambas venas

safenas).

Secundariamente,

para

analizar

los

resultados

en

función

de

la

edad,

se

estratificaron

los

pacientes

en

3

grupos:

< 65

a˜nos

(248 pacientes

[49,9%]), entre 65-70 a˜nos

(111

[22,3%]) y > 70 a˜nos

(138

[27,8%]).

Técnica quirúrgica

La revascularizaciónmiocárdica se realizó con circulación extra-

corpórea

(CEC)

en

el

83,7%

de

los

pacientes.

La

CEC

se

estableció

mediante

canulación

en

aorta

ascendente

y

venosa

arteriocava

a

hipotermia

ligera

(32-34

C).

La

protección miocárdica

durante

el

pinzamiento

aórtico

fue

con

cardioplejía

sanguínea

fría

intermi-

tente

anterógrada

y

retrógrada.

Se

tendió

a

esqueletizar

ambas

arterias

mamarias,

utilizando

la

segunda

arteria

mamaria

fun-

damentalmente

para

completar

la

revascularización

de

árbol

coronario

izquierdo. El

resto de

injertos utilizados

(especialmente

para

el

territorio

de

la

arteria

coronaria

derecha)

fueron

de

vena

safena

o

arteria

radial.

El

injerto

de

arteria

radial

se

seleccionó

para arterias coronarias ocluidas o con estenosis críticas, y

fue des-

cartado

en

pacientes

con

test

de

Allen

patológico,

hemodiálisis

y

enfermedad de Raynaud

o Dupuytren.

En nuestra

serie

se

empleó

en

el

23,3%

de

los

pacientes.

La

profilaxis

antibiótica

utilizada

fue

cefazolina

2 g

intravenosos,

30min

antes

del

inicio

de

la

cirugía

y

posteriormente

cada

8 h durante un máximo de

48 h

(o hasta

que

el

paciente

abandone

la

unidad

de

cuidados

postoperatorios).

En

alérgicos a penicilina

se

sustituye por vancomicina 1 g

intravenoso

preincisión y a

las 12 h.

Seguimiento

Los datos clínicos,

la aparición de eventos cardiovasculares defi-

nidos

como

recurrencia

de

angina,

IAM

y/o

necesidad

de

nueva

revascularización

y

la

supervivencia

fueron

obtenidos mediante

revisión

de

nuestra

base

de

datos,

historias

clínicas,

entrevistas

personales y/o

telefónicas

con

los pacientes,

familiares y

cardiólo-

gos/médicos de atención primaria. Se consiguió un seguimiento del