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J.M. Revuelta,

J.M.

León

/ Cir Cardiov. 2016;

23(2)

:63–69

65

algunas

series,

llega

al

30-40%

al

a˜no

o

la

persistencia

de

regur-

gitación severa posreparación; aparte de no existir evidencia sobre

si

la

cirugía

reparadora

aumenta

la

supervivencia

a medio

o

largo

plazo

28

.

Por

el

contrario,

un metaanálisis

de

series

retrospecti-

vas

encuentra mayor

supervivencia

a

corto

y medio

plazo

tras

la

reparación

frente a

la sustitución protésica mitral

29

. Según

los últi-

mos

datos

del

registro

STS National Database

(Society

of

Thoracic

Surgeons), aproximadamente a 2/3 partes de

los pacientes con car-

diopatía

isquémica

intervenidos para revascularizaciónmiocárdica

se

les practicó

también

cirugía

reparadora mitral.

El ensayo clínico aleatorizado Randomized

Ischemic Mitral Eva-

luation

(RIME)

30

dise˜nado

para

determinar

si

la

reparación

de

la

IMICmoderada durante

la cirugía coronaria podríamejorar

la capa-

cidad

funcional y el

remodelado ventricular

izquierdo,

comparado

con

la cirugía coronaria aislada,

fue

interrumpido precozmente tras

la

revisión de

los primeros datos

clínicos.

Las

conclusiones finales

indican

que

a˜nadir

una

anuloplastia mitral

a

la

revascularización

miocárdica mejora

la capacidad

funcional, el remodelado ventricu-

lar, así como

la severidad de

la

insuficiencia mitral, en comparación

con

la

cirugía

coronaria

aislada,

aunque

no

se

encontraron

dife-

rencias

en

cuanto

a

la

supervivencia

a

corto

plazo.

Los

autores

reconocen

que

el

ensayo

RIME

no

tiene

potencia

suficiente

para

evaluar

la supervivencia o

los eventos clínicos. Tratando de resolver

la

influencia

de

la

reparación mitral

sobre

la

supervivencia

en

los

pacientes

operados para

revascularización miocárdica,

se preparó

el

ensayo

clínico multicéntrico

Surgical

Treatment

for

Ischemic

Heart Failure

(STICH)

31

que

incluyó a 1.212 pacientes, concluyendo

que

la

cirugía

reparadora

de

la

IMIC

moderada

y

severa,

junto

con

la

cirugía

de

revascularización miocárdica

en

pacientes

con

disfunción ventricular

izquierda, mejora

la

supervivencia, en com-

paración

con

la

cirugía

coronaria

aislada

o

el

tratamiento médico.

Sin

embargo,

los

autores

enfatizan

que

es

necesario

un

ensayo

prospectivo

y

aleatorizado

para

poder

confirmar

la

validez

de

sus

observaciones.

Este

estudio

ya

fue motivo

de

un

artículo

especial

de

Sáez de

Ibarra

en

Cirugía Cardiovascular

32

. Recientemente,

se

acaba de publicar un

estudio

aleatorizado

sobre

esta

cuestión que

no

encuentra

beneficio

a˜nadido

con

la

plastia mitral

asociada

a

la

revascularización miocárdica

33

.

Anuloplastia

restrictiva

Hace 20 a˜nos, Bolling et al.

34

introdujeron la anuloplastia restric-

tiva para tratar

la

insuficienciamitral

funcional, tratando de reducir

la porción septo-lateral de

la válvula mitral, mediante

la utilización

de

un

anillo

protésico más

peque˜no

(2

tama˜nos)

del

indicado

por

la medición

estándar

de

la

región

intertrigonal. Aunque

esta

anu-

loplastia no

corrige el

tethering

, puede, en algunos

casos,

restaurar

la movilidad

y

la

coaptación

valvular

al

desplazar

hacia

la

región

anterior

del

anillo

el

velo

posterior.

Parece

existir

una

cierta

ten-

dencia a usar un anillo protésico

rígido o semirrígido, aunque no se

ha demostrado que seanmejores que el anillo flexible; sin embargo,

algunos

grupos

desaconsejan

la

utilización

de

anillos

incomple-

tos

o

bandas

de

pericardio

por

su

alta

incidencia

de

recidivas

28

.

La

anuloplastia

restrictiva

asociada

a

la

revascularización miocár-

dica

es

especialmente

efectiva

cuando

existe mínimo

tenting

y/o

escasa

dilatación

ventricular

izquierda

pero,

en

general,

son

fre-

cuentes

las

recidivas

(incidencia: 30% a

los 6 meses) o persistencia

de

regurgitación mitral

significativa.

Estos hallazgos contradicen la opinión favorable de otros autores

sobre

la

reparación valvular mitral con anuloplastia

restrictiva con

anillo

rígido o

semirrígido, que

encontraron una

escasa

incidencia

de

recurrencia

de

la

regurgitación

(6,3%),

con

una

superviven-

cia

del

84%

a

los

5

a˜nos

de

la

cirugía

35

.

Debe

tenerse

en

cuenta

que

la anuloplastia

restrictiva no permite

corregir adecuadamente

la

regurgitación

cuando

existe

un

tethering

severo

u

otros

sig-

nos

ecocardiográficos

de mal

pronóstico

para

la

reconstrucción

mitral

36,37

,

como

la

existencia

de

un

diámetro

telesistólico

ven-

tricular

izquierdo

(DTSVI)

65mm,

DTSVI

51mm,

ángulo

del

velo posterior > 45

, ángulo del velo

anterior > 25

, área de

tenting

sistólico > 2,5

cm

2

,

distancia

entre

el

plano

valvular

y

el

punto

de

coaptación > 10mm,

distancia

telesistólica

interpapilar > 20mm

o

un

índice de esfericidad sistólica > 0,7, situaciones en

las que difícil-

mente

puede

conseguirse

revertir

suficientemente

el

remodelado

ventricular

38

.

En definitiva,

la

arquitectura del VI y

la

consiguiente distorsión

de

los diferentes elementos que componen el complejo aparato val-

vular mitral

desempe˜nan

un

papel

fundamental

en

el

resultado

de

la

reconstrucción

valvular,

por

lo

que

una

simple

anuloplas-

tia

restrictiva

no

suele

corregir

la

IMIC.

Diversas

publicaciones

recientes

39-41

cuestionan la eficacia de la anuloplastiamitral aislada

restrictiva o no en

la

reparación valvular por

su escasa durabilidad

y

los

resultados

funcionales muy

insatisfactorios.

La

IMIC

residual

o

recidivante

tras

la

anuloplastia mitral

afecta

a

la

superviven-

cia

(Kaplan-Meier)

de modo

que

a

los

5

a˜nos

es

del

52%;

en

la

regurgitación 0/2+ es 65,1%, pero empeora significativamente en

la

insuficienciamoderada y severa 3+/4+ a 35,8%

42

. Por tanto, antes de

imputarse a

la

cirugía

reparadora estos decepcionantes

resultados

postoperatorios,

sería

importante

analizar

si

estaban

relacionados

con

la

realización de una

«

reparación

incompleta

»

de

la

IMIC.

Otro aspecto a

tener en cuenta es

la capacidad

funcional ya que,

en

ocasiones,

la

plastia

con

un

anillo

demasiado

peque˜no

obtiene

un buen

resultado ecocardiográfico en

cuanto a

competencia de

la

válvula

pero

es

demasiado

restrictivo

y

aparece

una

disminución

de

la

capacidad

funcional durante el esfuerzo

40

.

Sustitución versus

reparación

La

sustitución valvular

en

la

IMIC

como opción

frente

a

la plas-

tia

ha

sido

y

es motivo

de

gran

controversia

en

la

literatura

43

.

La

sustitución mitral

con

preservación

del

aparato

subvalvular

por

prótesis mecánica

o

bioprótesis

constituye

una

buena

alternativa

para

el

tratamiento

de

la

IMIC

en

aquellos

pacientes

con

impor-

tante

afectación

del

aparato

subvalvular,

con

tethering

de

grado

avanzado,

cuando

se

prevé

una

incidencia

elevada

de

recidivas

o

imposibilidad de

conseguir una

adecuada

coaptación

valvular

con

la cirugía reparadora, como demostraron en

la Cleveland Clinic

44,45

y, posteriormente, otros autores

46

.

Gran controversia en el ámbito quirúrgico ha suscitado el ensayo

clínico Cardiothoracic

Surgical

Trials Network

(CTSN)

47

, que

estu-

dia

los

resultados

de

la

reparación

o

sustitución

protésica mitral

en

pacientes

con

IMIC

severa.

La

reconstrucción mitral

se

realizó

mediante una

anuloplastia

restrictiva

con

anillo protésico

rígido o

semirrígido y en

la sustitución valvularmitral se preservó el aparato

subvalvular

completo.

A

los

12 meses

de

la

cirugía,

no

se

encon-

traron diferencias significativas en

la mortalidad postoperatoria, el

índice

de

remodelado

ventricular,

VTDVI

u

otros

eventos

cardio-

vasculares,

pero

se

demostró

una

alta

incidencia

de

recidivas

de

regurgitación

de

grado moderado

o

severo

en

el

grupo

de

repa-

ración mitral

(32,6%

vs.

2,3%,

p > 0,001).

Este

estudio

presentaba

algunas

limitaciones,

como que

los

objetivos primarios

son medi-

das

ecocardiográficas, una

escasa muestra

(n

=

251

aleatorizados)

y corto periodo de seguimiento clínico

(12 meses); asimismo, no se

evaluó

el

impacto

de

la

revascularización

coronaria

en

la

super-

vivencia

y

otros

eventos

postoperatorios.

Es

de

destacar

que

la

sustitución valvular

se

realizó

con

conservación

completa del apa-

rato

subvalvular, detalle

técnico que

se ha demostrado efectivo en

la conservación de

la

función ventricular. En general,

la

sustitución

valvular es una buena opción para aquellos

casos en

los que existe

un

remodelado

importante

con dilatación

severa del VI y

también,

por

qué

no

decirlo,

en

aquellos

casos

en

lo

que

no

se

tenga

una