116
J. Miguelena
et al.
/ Cir Cardiov. 2016;
23(3)
:113–118
25
n = 24
n = 19
n = 11
15,8%
84,2%
54,5%
45,5%
20,8%
79,2%
Estadio
child
A
B
Tratamiento médico
Cirugía
Distribución de pacientes según estadío de child y el tratamiento seguido
C
20
15
10
5
0
Figura
1.
Distribución
de
los
pacientes
según
estadio
de
Child
y
el
tratamiento
seguido.
90
26,32%
Estadío de child
Tratamiento médico
A
B
C
% de mortalidad
Cirugía
20%
Mortalidad del tratamiento médico o quirúrgico según estadio child
31,25% 33,33%
60%
83,33%
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Figura 2.
Mortalidad
observada
en
función del
tratamiento
conservador
o quirúr-
gico en
cada grupo.
significativa
(p = 0,013). La
figura 2 muestra esta diferencia de mor-
talidad
entre
los
grupos
en
función
del
tratamiento,
conservador
o
quirúrgico
realizado.
En
los
estadios
A
y
B,
tanto
si
se
realizó
tratamiento
conservador
o
quirúrgico,
las
proporciones
de mor-
talidad
se
sitúan
entre
el
20
y
el
33%.
Es
llamativa
la
diferencia
que existe con
la mortalidad observada en el estadio C, que alcanza
el
60%
con
tratamiento médico
y
supera
el
80%
en
los
pacientes
intervenidos quirúrgicamente.
En
los
pacientes
intervenidos
quirúrgicamente,
el
EuroSCORE
infraestimó marcadamente
el
riesgo
de mortalidad
en
todos
los
grupos
de
hepatopatía,
de manera muy
acusada
en
los
grupos
B
y
sobre
todo C
( fig. 3 ).En
cuanto
a
las
complicaciones
registradas,
en
el
grupo
de
pacientes
con
cirrosis,
el
77,1%
de
los
pacientes
presentó
una
o más
complicaciones mayores,
siendo
la
insuficiencia
car-
diaca
y
la
insuficiencia
renal
las
complicaciones
mayores
más
frecuentes,
seguidas
de
embolias
sistémicas
y
complicaciones
neurológicas.
Discusión
El
aumento
de
la
susceptibilidad
a
presentar
infecciones
bac-
terianas
en
los
pacientes
con
enfermedad
hepática
crónica
es
debido
a
varios
factores,
entre
ellos
la
disfunción
de
la
barrera
14,1%
20%
23,4%
33,3%
29,3%
83,3%
0
20
40
60
80
% de mortalidad
C
B
A
Estadio child
Pacientes quirúrgicos
Mortalidad observada y predicha por EuroSCORE según estadio de child
Mortalidad observada
EuroSCORE logistico
Figura
3.
Porcentaje
de mortalidad
(predicha
por
EuroSCORE
y
observada)
en
los
pacientes
con EI y
cirrosis
intervenidos quirúrgicamente.
mucosa,
la
deficiencia
relativa
del
complemento
e
inmunogobu-
linas
y
la
disfunción
de
sistema
reticuloendotelia
l 10,11 .Además,
tanto
la hemorragia digestiva alta por hipertensión portal y
las dis-
tintas manipulaciones
diagnósticas
y
terapéuticas
en
este
tipo
de
pacientes
son
fuente
frecuente de bacteriemi
a 11 . Así,
la hepatopa-
tía
crónica
se ha
relacionado
con un aumento de
la
susceptibilidad
a presentar E
I 12 .McCashland
et
al
. 13publicaron
una
serie
de
8
pacientes
con
hepatopatía
en
la
que
la
endocarditis
resultó
ser
más
fre-
cuente
en mujeres
y
afectaba más
frecuentemente
a
la
válvula
mitral,
siendo
el microorganismo
implicado
con más
frecuencia
el
S. aureus
.
Otones
et
al
. 12 analizaron
una
serie
de
16
pacientes
en
la
que
el
germen
causal más
frecuente
fue
el
Enterococcus
,
en
relación
con
infecciones
urinarias
o
gastrointestinales,
y
el
Streptococcus
del
grupo
B
en
pacientes
con
hepatopatía
alcohólica.
La
localiza-
ción predominante
fue
en
la
válvula
aórtica
y no hubo diferencias
en
la
distribución
por
sexos.
En
2003
se
publicó
un
estudio
en
el
que
se
siguió
a
174
pacientes
con
EI,
30
de
los
cuales
habían
sido diagnosticados previamente de hepatopatía
crónic
a 11 . En
sus
resultados demostraron
la
implicación pronóstica de
la hepatopa-
tía
sobre
la
evolución
de
la
EI,
aumentando
el
riesgo
de muerte
en
aproximadamente
2
veces
y
media
respecto
a
los
pacien-
tes
no
hepatópatas.
En
cuanto
a
la
localización
de
la
infección
y
germen
causal,
hubo mayor
prevalencia
de
infección
estafilo-
cócica
y
de
afección
tricuspídea,
pudiendo
estar
condicionados
estos
resultados por el
aumento de pacientes ADVP en
los últimos
a˜nos.
En nuestra serie, coincidiendo con el trabajo publicado por Perez
de
Isla et al
. 11 yal
contrario que
las
series de McCashland et al
. 13 yOtones et al
. 12 , los pacientes con EI y hepatopatía
fueron predomi-
nantemente
varones
y
el
germen
causante más
frecuente
fue
el
S.
aureus
.
No
se
han
encontrado
en
la
literatura
estudios
que
analicen,
como
en
esta
serie,
los
distintos
resultados
según
estos
pacientes
sean
tratados de manera quirúrgica o
conservadora.
A
pesar
de
que
la
cirugía
ha
supuesto
una
disminución
de
la
mortalidad
en
la EI,
el
tratamiento quirúrgico
en
estos
casos
sigue
teniendo
una morbimortalidad
elevada.
Así,
la mortalidad
hospi-
talaria
asociada
a
la
cirugía
en
la
fase
activa de
la
endocarditis,
sin
hacer distinción
entre pacientes
con
o
sin hepatopatía
se
encuen-
tra en el 10-20%, y en el
caso de
la EI por
S. aureus
, entre el 15-30%,
según
las
serie
s 14,15 .Por
otra
parte,
aunque
los
resultados
y
la
evolución
clínica
en
pacientes
con
hepatopatía
sometidos
a
cirugía
cardiaca
han
sido