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122

R.

Sánchez Pérez

et al.

/ Cir Cardiov. 2016;

23(3)

:119–124

costal,

la

cual

en

el

postoperatorio

precisó

dilatación.

El

paciente

falleció al a˜no de

la

cirugía.

Doble

arco

aórtico:

en

aquellos

dobles

arcos

balanceados

se

monitorizó

exhaustivamente

al paciente

y

se pinzaron de manera

secuencial

los

arcos;

según

las

consecuencias,

se

seccionó

el

arco

con menos

repercusión

hemodinámica.

En

uno

de

los

casos

con

predominio del arco

izquierdo

se

seccionó el arco derecho y en un

segundo

tiempo

hubo

que

hacer

una

angioplastia

para

dilatar

el

arco

izquierdo,

con buen

resultado.

Sling

de arteria pulmonar: el 100%

se

realizó mediante esterno-

tomía media y bajo circulación extracorpórea. Se seccionó

la arteria

pulmonar

izquierda y

se

resecó el

ligamento

arterioso; después

se

reimplantó

anteriormente

a

la

tráquea

en

el

tronco

pulmonar

la

arteria

pulmonar

izquierda mediante

sutura

continua.

En

nuestra

serie

a

todos

los

pacientes

con

sling

pulmonar

se

les

realizó

TC

y

broncoscopia

para

estudio

de

la

vía

aérea

y

descartar

anillos

tra-

queales

completos.

En 2

casos

se

asoció

cirugía de

la

vía

aérea.

En

uno

de

ellos,

la

presencia

de

un

anillo

traqueal

completo

precisó

resección

traqueal

y

anastomosis

termino

terminal.

El

otro

caso,

fue

un neonato

que

precisó

resección

de

segmento

estenótico

del

bronquio principal derecho.

En

toda

nuestra

serie

la

eficacia

de

la

cirugía

con

la

descom-

presión de

la vía aérea

fue

confirmada por broncospia en un 46,2%

de

los

casos.

La mitad

de

los

pacientes

quedaron

completamente

asintomáticos.

Cabe

destacar

como

complicaciones

2

pacientes

(7,7%)

con

un

quilotórax persistente: uno de ellos precisó embolización del

con-

ducto

torácico. Otro enfermo sufrió como complicación parálisis de

las

cuerdas vocales.

El

seguimiento

medio

de

nuestra

serie

fue

de

27

meses

(rango

2 meses-14

a˜nos).

En

un

38,5%

de

los

pacientes

en

segui-

miento

persisten

síntomas

respiratorios

leves

(tos

esporádica

no

continua,

1-2

episodios

de

bronquitis

al

a˜no)

no

relacio-

nados

directamente

con

el

anillo

vascular.

La

enfermedad

que

más

se

relacionó

con

la

presencia

de

algún

síntoma

respiratorio

después del

tratamiento quirúrgico

fue el doble arco con predomi-

nio

izquierdo,

seguido

del

arco

aórtico

derecho-ligamento

ductal

izquierdo.

Hubo

2

casos

(7,7%)

que

precisaron

reintervención

por

persis-

tencia de

los síntomas. En ambos se realizaron aortopexias con buen

resultado. Uno de

los

casos

correspondía a doble arco de predomi-

nio

izquierdo y

el otro

a un

arco

aórtico derecho-ligamento ductal

izquierdo.

Aunque

el

estudio

tiene

limitaciones

de

potencia,

debido

al

tama˜no de

la muestra, en aquellos pacientes a

los que se

les

realizó

una aortopexia

se encontró una

tendencia a

la asociación

(con una

p de

0,05

en

la prueba

chi

cuadrado)

con

traqueobroncomalacia

y

ventilación mecánica previa a

la

cirugía.

Aquellas

variables

que mostraron

asociación

estadísticamente

significativa

con

necesidad

de

reintervención mediante

la

prueba

de

chi

cuadrado

con una p < 0,05

fueron ventilación mecánica pre-

via

a

la

cirugía,

traqueomalacia

previa

y

persistencia

de

síntomas

respiratorios en

la actualidad.

En

la

actualidad,

un

52%

de

los

casos

de

nuestra

serie

están

completamente

asintomáticos desde

el punto de

vista digestivo

y

respiratorio.

El

tiempo medio de

supervivencia

según

el método de Kaplan-

Meier

fue

de

147

meses,

limitada

a

un

tiempo

máximo

de

seguimiento

de

168 meses,

con

un

intervalo

de

confianza

al

95%

de 118-175 meses

( fig. 2 c

urva de

supervivencia).

Durante este periodo han

fallecido 2 enfermos, ambos con mal-

formaciones severas asociadas. Mortalidad en seguimiento de 7,6%.

Las variables asociadas amortalidad global (prueba de chi cuadrado,

p < 0,05)

fueron

la

presencia

de

cardiopatías

congénitas

severas,

cirugía

traqueal

y

la

necesidad

de

ventilación mecánica

previa-

mente a

la

cirugía.

1,0

0,8

0,6

0,4

0,2

0,0

0

50

100

150

200

Seguimiento en meses

Supervivencia acumulada

Figura 2.

Curva de

supervivencia. Método Kaplan-Meier.

Discusión

Actualmente

se desconoce

si hay una

causa

genética o no

en

la

etiología

del

anillo

vascular.

En

nuestra

serie

y

en

otros

artículos

publicado

s 3,7 h

ay solo casos aislados de antecedentes

familiares de

anillo

vascular

sintomáticos

que

han

precisado

intervención

qui-

rúrgica,

lo cual nos

indica que

la herencia

familiar es escasa en esta

enfermedad

o

que muchos

anillos

vasculares

son

asintomáticos

y

pasan desapercibidos.

El

ductus

es

una

estructura

vascular

donde

el flujo

desaparece

en

la vida posnatal: es difícil de valorar su contribución al anillo vas-

cular

y

su

repercusión

clínica.

En nuestra

serie,

en

todos

los

casos

donde el ductus estaba

implicado en el anillo vascular, se seccionó.

Incluso

en

un

caso

de

arco

aórtico

derecho,

se

observaron

2

liga-

mentos

ductales:

se

seccionaron

ambos.

La

infrecuencia

del

caso

motiva

la

figura 1 .

La

cirugía

no

se

debe

posponer

en

pacientes

sintomáticos

con

compresión

de

la

vía

aérea

porque

puede

conducir

a

alteraciones

irreversible

s 8 . E

l

diagnóstico

precoz

del

anillo

vascular

facilita

un

tratamiento quirúrgico eficaz. En aquellos ni˜nos con anillo vascular

sintomático,

sabemos que

la

compresión

temprana de

la vía

aérea

puede

influir negativamente en

la maduración y el crecimiento del

árbol

traqueobronquial.

Hoy en día, con

la mejora del diagnóstico prenatal,

tenemos más

pacientes

asintomáticos

diagnosticados

de

anillo

vascular,

de

los

cuales desconocemos qué

evolución

tendrán y

si

se benefician del

tratamiento

quirúrgico

preco

z 9,10 . E

n

nuestra

serie,

en

un

9,1%

se

realizó undiagnóstico prenatal: en

los 3 casos erandobles arcos aór-

ticos,

que

fueron

aquellos

asintomáticos

que

se

operaron,

porque

en

el

estudio

endoscópico

se

observó

compresión

de

la

vía

aérea,

resuelta tras

la cirugía. En estos casos decidimos el tratamiento qui-

rúrgico,

debido

a

los

hallazgos

en

la

broncoscopia

y

la

presencia

de anillo vascular, avalado por

la baja morbimortalidad en nuestra

serie.

Destacamos

la

importancia

del

diagnóstico

prenatal

de

los

anillos vasculares. Cada vez se diagnosticanmás

los anillos vascula-

res en

la época

fetal. Constituye un

reto en

la actualidad diferenciar

qué anillos vasculares van a

tener

repercusión en el paciente y, por

lo

tanto, hay que operar precozmente.

La

literatura refleja un cierto grado de variabilidad en

la estrate-

gia diagnóstica de

los anillos vasculares en el periodo posnata

l 3 . L

a

secuencia más extendida ante

la

sospecha clínica es una TC,

la cual

constituye hoy en día y a pesar de

la

radiación, el principal método

diagnóstico del anillo vascular. La TC nos permite definir con cierta

precisión

y

poco

tiempo

de

exposición

el

tipo

de

anillo

vascu-

lar

y

sus

relaciones

anatómicas.

La

ecocardiografía

se

realiza

para