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FIGURA 1. EVALUACIÓN DE POSIBLE ENFERMEDAD CORONARIA EN EL PACIENTE DIABÉTICO

PACIENTE SINTOMÁTICO

Síntomas

Severos

típicos

Síntomas

Leves

atípicos

Prueba de esfuerzo

Prueba de imagenes

Control Posterior

Coronariografía

Ambigua

Positivo

Positiva

Negativo

Negativa

Control

cada 2 años

• ECG normal

1 FRCV*

Sin limitación t. esf

PACIENTE ASINTOMÁTICO

• ECG anormal

2

FRCV

debe abordarse con ensayos clínicos controlados, además de

estandarizar métodos fiables y sencillos para su evaluación

clínica.

Hiperglicemia.

Las complicaciones crónicas de la DMmantienen

una relación directa y continua con la carga glicémica a la cual

está expuesto el paciente. Numerosos estudios epidemilógicos

prospectivos y metaanálisis señalan que la hemoglobina glicosi-

lada (A1c) se relaciona de manera directa y continua con episo-

dios CVs, ya en etapas de disglicemia o pre diabetes, obligando a

buscar esta condición y manejarla precozmente. Actualmente una

A1c de 5,7% a 6,4% se considera prediabetes y debe ser tratada

(12). Las investigaciones epidemiológicas concluyen también que

la hiperglicemia postprandial es mejor indicador de morbimorta-

lidad CV y general que la de ayuno, de tal manera que la prueba

de tolerancia a la glucosa está indicada para aclarar estos casos,

que cuanto se presentan deben ser manejados con dieta, ejer-

cicio y fármacos si el caso lo requiere (13). En el IM la magnitud

de la glicemia de ingreso es un indicador pronóstico poderoso,

así recomendamos que esta se haga de rutina y se monitorizando

durante la fase inicial de hospitalización (14, 15).

Control de la glicemia.

Las complicaciones CVs no se modifican

tan favorablemente por el control intensivo de la glicemia (A1c

<

7%) como las microangiopáticas en ambos tipos de DM, como se

desprende de los estudios:

Diabetes Control and Complication Trial

/ Epidemiology of Diabetes Intervention and Complications

(DCCT/

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(2) 175-185]

EDIC)

y United KindomProspective Diabetes Study

(UKPDS) que inclu-

yeron pacientes recién diagnosticados seguidos por un largo plazo;

sin embargo, el grupo de diabéticos tipo 2 obesos seguidos en el

UKPDS, tratados con metformina respondió notoriamente mejor al

disminuir significativamente los desenlaces CVs. El seguimiento de

cohorte después de 10 años de finalizada la intervención en ambos

estudios mostró beneficios perdurables en los sujetos sometidos

a tratamiento intensivo para las complicaciones microvasculares y

neuropáticas, emergiendo por primera vez también una reducción

significativa de los episodios CVs. Otros estudios posteriores en DM

2:

The Action to Control Cardiovascular Risk in Diabetes

(ACCORD),

The

Action in Diabetes and Vascular disease: preterAx and diamicroN-MR

Contrlled Evaluation

(ADVACE) y

The Veterans Affairs Diabetes Trial

(VADT) (16), incluyeron sujetos con DM 2 de larga data, de edad

avanzada, con alto riesgo CV y/o EC y la meta de A1c exigida fue

más estricta (

<

6%). El ACCORD se detuvo prematuramente, por

aumento significativo de la letalidad en la rama de control estricto

de la glicemia, continuando la rama de lípidos. Los otros dos estu-

dios no consiguieron reducir la mortalidad ni los desenlaces CVs. El

análisis de estos datos sugiere que el tratamiento precoz y agresivo

con metas de A1c

<

6,5% en los diabéticos recién diagnosticados,

sin comorbilidades y con menor riesgo de hipoglicemia se justi-

fica plenamente. En cambio los individuos mayores, frágiles, con

diabetes de larga data, comorbilidades y con mayor riesgo para

hipoglicemia, las metas de A1c deben ser más laxas

<

8%, a objeto

de evitar complicaciones mayores incluyendo mortalidad. En el

resto de las personas la meta aceptada es A1c

<

7%.