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detección de mujeres en riesgo CV (15), entre ellos la Proteína C

Reactiva (PCR).

Las mujeres tiene niveles plasmáticos más altos de PCR que los

hombres (16), lo que es concordante con la mayor frecuencia de

enfermedades inflamatorias y autoinmunes en el sexo femenino

tales como artritis reumatoidea o Lupus eritematoso sistémico.

Existe evidencia de que los estrógenos administrados oralmente

estimulan la síntesis de PCR por parte del hígado (16). Por otra parte

sabemos que el tejido graso es muy importante en la producción

de citoquinas inflamatorias, Interleuquina 6, y Factor de necrosis

tumoral

α

, entre otros, los que incrementan la producción de PCR

en el hígado. Estas citoquinas han sido estrechamente relacionadas

al mayor riesgo de ateroesclerosis y enfermedad CV.

El riesgo de un evento CV aumenta proporcionalmente con el

aumento de la PCR, observándose un sinergismo con los otros FR

CV para acelerar la enfermedad isquémica en la mujer (17). Existe

controversia respecto si la elevación de la PCR es consecuencia

del proceso aterogénico o es un factor predisponente.

Diabetes Mellitus:

Su impacto es mayor en la mujer que en el

hombre, incluso hoy se considera a la diabetes gestacional como

un FR CV por su alta transformación posterior en diabetes tipo 2.

El riesgo de eventos CV es tres veces mayor que en mujeres no

diabéticas (18), con mayor mortalidad por enfermedad coronaria

comparado con los hombres (19).

Hipertensión Arterial:

Es un potente FR de ateroesclerosis

vascular y de Insuficiencia cardiaca, especialmente de predo-

minio diastólico. La hipertensión arterial aumenta en la posme-

nopausia y se incrementa en forma considerable la incidencia de

accidentes cerebrovasculares, que hoy son más frecuentes en

mujeres que en hombres.

Tabaquismo:

Es especialmente deletéreo en mujeres, dado que

es un potente agresor del endotelio vascular, pilar importante

en la génesis de la enfermedad coronaria de la mujer, además,

aumenta de la trombogenicidad, la respuesta inflamatoria y el

estrés oxidativo, favoreciendo la ateroesclerosis.

Dislipidemia:

Las mujeres tienen mayores niveles plasmáticos de

colesterol total que los hombres después de la 5ª década de la vida

(16). En la posmenopausia aumenta el colesterol LDL por una menor

actividad de los receptores LDL, se produce una disminución del

colesterol HDL por alteración de la lipasa hepática y aumentan los

triglicéridos por la mayor síntesis de VLDL. Niveles de Triglicéridos

sobre 200mg/dL y HDL bajo 50mg/dL en la mujer, son FR indepen-

dientes, más potentes para las mujeres que para los hombres (20).

Obesidad:

Aproximadamente un tercio de las mujeres chilenas

tiene obesidad, incluyendo el 7% con obesidad mórbida. La

menopausia se asocia a aumento de peso, y a deterioro de otros

FR, siendo frecuente la aparición de Síndrome Metabólico (21, 22).

La obesidad abdominal, parte del síndrome metabólico, es la que

se asocia a mayor riesgo CV, más que el aumento del IMC. Si bien

no existe un consenso de circunferencia de cintura normal en

Chile, la recomendación internacional da cifras entre 80 y 88 cm

en mujeres en Latinoamérica.

Menopausia:

Lamenopausiamarca el inicio de una serie de cambios

físicos, hormonales y reproductivos, que se asocian a un aumento en

los FR CV y de la incidencia de enfermedades isquémicas del corazón.

Las alteraciones hormonales y metabólicas que se producen favo-

recen la inflamación, la disfunción del endotelio y el riesgo CV (10).

Estos cambios, además incluyen aumento de peso y de la grasa

intra-abdominal, estilo de vida más sedentario, aumento de presión

arterial, mayor resistencia insulínica y perfil lipídico más aterogé-

nico, con aumento de triglicéridos, colesterol LDL pequeño y denso,

incremento de ApoB y reducción de HDL. También se produce un

aumento del riesgo de trombosis por elevación de homocisteína,

Lp(a), PAI-1 y fibrinógeno, todo lo cual explica en parte el aumento

del riesgo CV de la mujer posmenopausia (10).

TERAPIA DE REEMPLAZO HORMONAL (TRH)

Los estrógenos son cardio protectores en la vida fértil de lamujer (23),

a través de su efecto benéfico sobre el perfil lipídico, por el aumento

del HDL y la disminución del LDL, mejorarían la tolerancia a la glucosa

y la sensibilidad a la insulina. También actúan en la pared vascular

produciendo vasodilatación, mediado por aumento de óxido nítrico,

modificarían el metabolismo de las prostaglandinas, incrementan las

prostaciclinas, disminuyen el tromboxano, e inhiben la endotelina I.

Todo este efecto protector se va perdiendo con la disminución de

los estrógenos, es probable que la menopausia explique en parte, el

aumento del riesgo CV de la mujer a partir de esta etapa.

Datos provenientes de estudios observacionales de la década

pasada, indicaban que el tratamiento de reemplazo hormonal

(TRH) en la mujer post-menopáusica confería protección cardio-

vascular. Sin embargo, ensayos clínicos aleatorizados y doble

ciego, en prevención primaria y secundaria, han demostrado que

la TRH se asociaría con más riesgos que beneficios CV (24). Sin

embargo, aún persisten controversias (12) dado las diferencias

entre las mujeres estudiadas en ambos tipos de estudios (24).

En el caso de los estudios observacionales, las mujeres eran más

jóvenes, menores de 55 años y el momento de inicio de la TRH era

dentro de los 2 o 3 primeros años de menopausia, mientras que

las mujeres incluidas en los estudios prospectivos randomizados,

eran de mayor edad, en promedio de 63 o 64 años, y con más de

10 años de iniciada la menopausia.

Los estudios prospectivos y aleatorizados HERS (25-27) en

prevención secundaria y el

Women`s Health Initiative Study

(WHI)

[ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR EN LA MUJER-Dra. Sonia Kunstmann F. y col.]