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en poblaciones específicas y por lo tanto no son generalizables. Se

sabe, por ejemplo, que la evaluación de riesgo por la escala de

Framingham (EF) tiene tendencia a sobrestimar en forma siste-

mática el riesgo para EC en poblaciones como la chilena, que

comparativamente a la de Estados Unidos tiene una incidencia

más baja de infarto agudo al miocardio (IAM) (5, 6).

Dada la dificultad para clasificar a los individuos por las tablas,

existen pacientes que caen en grupo de “riesgo intermedio” y

que sin embargo, presentan un riesgo de enfermedades cardio-

vasculares (ECV) que realmente es “alto” o “bajo”. Es importante

identificar y reclasificar a estos pacientes apropiadamente a

sus grupos correspondientes para darles el tratamiento que les

corresponde. Por lo tanto, se hace necesario buscar otras estrate-

gias que ayuden a optimizar la clasificación de los sujetos. He aquí

la importancia de los marcadores cardiacos.

La mayoría de los estudios en marcadores cardiacos se centran en

estudiar la asociación que estos tienen con el RCV y la capacidad

de optimizar la predicción de riesgo cuando sus valores se añaden

a las tablas. Los marcadores de RCV pueden ser genéticos, biomar-

cadores en plasma u orina y aquellos que se pueden identificar en

imágenes.

CRITERIOS NECESARIOS PARA EVALUAR A LOS

MARCADORES CARDIACOS

Existen recomendaciones específicas de la

American Heart

Association

que definen los parámetros que deben ser evaluados

para validar un marcador cardiaco (7). Entre los criterios que

se deben evaluar se espera que tengan utilidad clínica, que

discriminen entre las personas que tienen la enfermedad de

interés y los que no la tienen, y que ayuden a reclasificar a los

sujetos especialmente a los que se encuentran en el grupo de

riesgo intermedio. Los resultados, por su parte, deben ser fáciles

de interpretar y utilizar en un sistema de atención de prevención

primaria, deben estar estandarizados internacionalmente e

implicar costos razonables.

PROTEÍNA C REACTIVA DE ALTA SENSIBILIDAD (HS-

PCR)

La asociación entre la proteína C reactiva de alta sensibilidad

(hs-PCR) con la ECV ha sido estudiada y descrita en numerosos

estudios (8).

La Proteina C Reactiva (PCR) es un biomarcador producido por el

hígado en respuesta a citoquinas (IL-6, IL-1, TNF) y se libera en

forma inespecífica en la fase aguda de procesos inflamatorios. La

PCR y la hs-PCR son la misma proteína y son fácilmente medibles.

En el caso de la PCR los niveles plasmáticos pueden aumentar

hasta mil veces el valor normal, a diferencia de la hs-PCR en la

cual se utiliza un ensayo de mayor sensibilidad que mide los

niveles de la proteína en el rango de 0.5 mg/dl a 10 mg/dL.

Hay que considerar que en general los niveles sanguíneos de

la hs-PCR son más altos en las mujeres que en los hombres y

especialmente en las mujeres tratadas con terapia de remplazo

hormonal. Factores de RCV convencionales (como tabaquismo,

obesidad, diabetes, hipertensión y dislipidemia) se asocian con

altos niveles de hs-PCR. Los niveles también pueden aumentar

por causas psicosociales, por ejemplo, el estrés crónico y la

depresión (9).

REF: Adaptada de Ridker et al. N Engl J of Med 1997; 336: 973-979.

hs-PCR Y RIESGO DE FUTUROS IAM EN

HOMBRES APARENTEMENTE SANOS

1

<

0.055

3

2

1

0

4

0.211

2

0.056-0.114

3

0.115-0.210

P<0.001

Cuartil de hs-PCR (rango, mg/dL)

Riesgo Relativo de

IAM

P<0.001

Riesgo Relativo de

AVE Isquemico

Cuartil de hs-PCR (rango, mg/dL)

1

<

0.055

2

1

0

4

0.211

2

0.056-0.114

3

0.115-0.210

P<0.03

hs-PCR Y RIESGO DE FUTUROS AVE EN

HOMBRES APARENTEMENTE SANOS

P=0.02 P=0.02

FIGURA 1. NIVELES DE hs-PCR Y RIESGO RELATIVO IAM Y AVE

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(2) 133-141]

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l i

es ecíficas y por lo tanto n son g ner lizables.

Se sabe, por ejemplo, que la evaluación de riesgo por l

discriminen entre las personas que tienen la enfermedad de

interés y los que no la tienen, y que ayuden a reclasificar a los

sujetos especialmente a los que se encuentran en el grupo de

riesgo intermedio. Los resultados, por su parte, deben ser fáciles

de interpretar y utilizar en un sistema de atención de prevención

primaria, deben estar estandarizados internacionalmente e

implicar costos razonables.

PROTEÍNA C REACTIVA DE ALTA SENSIBILIDAD

(HS-PCR)

La asociación entre la proteína C reactiva de alta sensibilidad

(hs-PCR) con la ECV ha sido estudiada y descrita en numerosos

estudios (8).

La Proteina C Reactiva (PCR) es un biomarcador producido por el

hígado en respuesta a citoquinas (IL-6, IL-1, TNF) y se libera en

forma inespecífica en la fase aguda de procesos inflamatorios. La

PCR y la hs-PCR son la misma proteína y son fácilmente medibles.

En el caso de la PCR los niveles plasmáticos pueden aumentar

hasta mil veces el valor norma , a dif rencia de la hs-PCR en la

cual se utiliza un ensayo de mayor sensibilidad que mide los

iv le de la proteína en l ra go de 0.5 mg/dl 10 mg/dL.

Hay que consi erar qu en general los niv les sanguíneos de

la hs-PCR son más altos en la mujer s que en los hombres y

especialmente en la muj res tr tadas co

apia de remplazo

hormonal. Factores de RCV convencionales (como tabaquismo,

obesidad, diabetes, hipertensión y dislipidemia) se asocian con

altos niveles de hs-PCR. Los niveles también pueden aumentar

por causas psicosociales, por ejemplo, el estrés crónico y la

depresión (9).

En 1997 se demuestra que en hombres aparentem te sanos del

Physic an Health Study

hay una asociación directa entre los niveles

de hs-PCR con el riesgo de IAM y accidentes vasculares ence-

fálicos (AVE) (10) (F gura 1). Al año siguiente Wils n y as ciados

demostraron q los n veles circulantes de hs-PCR ayud n a

estimar l ri sgo para ECV y que l hs-PCR puede recl sificar en

forma efectiva a los sujetos que se encuentran en el grupo de

“riesgo intermedio” de acuerdo a las tablas de Framingh (11).

En mujeres, l hs-PCR es un predictor de IAM, AVE, revascu a-

rización miocárdica y mue te por causa CV. El

Women´s Health

Study

(WHS) demostró que al agregar la hs-PCR al Score de

Fr mingham (SF) mejora la precisión para la valu ción d l RCV,

especialmente en los individuos q e t nían calcu ado un riesgo

intermedio (entre 5% y 20% en 10 años). Después introducir

la hs-PCR, un 20% las mujer s que estaba en el grupo de

“riesgo interm dio” por el score de Framingh m fue reclasifi-

cado al grupo de alto o bajo riesgo (12).

Es importante también el Score de Reynolds (13), que reclasi-

fica entre 40 y 50% de los individuos que puntuaban en riesgo

intermedio. El modelo fue validado posteriormente para hombres

(14). La escala se origina cuando Ridker y colaboradores incluyen

al WHS la hs-PCR y factores como los antecedentes familiares de

IAM antes de los 60 años y hemoglobina glicosilada (en el caso

de ser el paciente diabético). Con estas adiciones, la escala de

Framingham mejora aún más la capacidad de predecir el RCV.

Es importante tener en cuenta que la

American Heart Association

ha definido tres grupos de riesgo para los niveles de la hs-PCR:

Normal

<

1.0 mg/dl, intermedio entre 1.0 y 3.0 mg/dl y de alto

riesgo

>

3.0 mg/dl.

Dada la asociación entre la hs-RCP y RCV, y que el 50% de los

IAM ocurren con niveles normales de colesterol, surge el estudio

JUPITER (15). Este ensayo investiga el efecto que tienen las esta-

tinas (Rosuvastatina) sobre la prevención de ECV en individuos

aparentemente sanos, con niveles normales de colesterol pero

con niveles altos de hs-PCR. En este estudio 17,802 hombres y

mujeres con colesterol LDL menor a 130 mg/dl y hs-PCR mayor