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200

La evidencia que han entregado tres estudios clínicos,

“Major

Cardiovascular Risk Factors in Latin America

:

A Comparison with

the United States.

LASO 2013” (5),

“The Global Burden of Disease

Study

(GBD)

2010”

(6) y

“Cardiovascular risk awareness, treat-

ment, and control in urban Latin America”

(7), muestra que

dentro de uno de los principales factores de riesgo cardiovas-

cular prevalentes, se encuentra la hipertensión, y en conjunto

con un alto nivel de colesterol y bajo HDL. Al respecto, en Chile

se han introducido nuevas políticas públicas, con el objeto de

disminuir los eventos cardiovasculares. Estas están enfocadas

principalmente acciones preventivas, las cuales se dirigen a

intervenir la población general (estrategia poblacional) (8–12)

y pacientes (estrategia de alto riesgo) (13), disminuyendo la

hipertensión, el nivel de colesterol-LDL y aumentando el nivel

de HDL.

A partir del año 2005 con las Garantías Explícitas en Salud (GES),

asegurando el acceso, oportunidad y protección financiera a los

beneficiarios de varias patologías, incluyendo aquellas condi-

ciones que aumentan el riesgo cardiovascular (10), además de

metas de cobertura para exámenes de medicina preventiva

para intervenciones oportunas, por ejemplo la detección de los

factores de riesgo cardiovascular mayores, se ha contribuido a

asegurar el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de pacientes

beneficiarios del sistema público y privado.

La prevención y tratamiento eficaces de las enfermedades

cardiovasculares requieren exámenes regulares para los

factores de riesgo, un alto conocimiento de la enfermedad, un

tratamiento eficaz de los factores de riesgo identificados y la

adherencia al tratamiento prescrito.

Una serie de medicamentos, entre los que se incluye: antiarrít-

micos, anticoagulantes, beta-bloqueadores, bloqueadores de

calcio, inhibidores de receptores de angiotensina, digitálicos,

diuréticos, inhibidores de la enzima convertidora de la angio-

tensina (ECA), constituyen el arsenal farmacoterapéutico dispo-

nible. El medicamento a elegir por el médico será de acuerdo a

las características de cada paciente y considerando las recomen-

dación de las Guías Clínicas (14).

FARMACOGENÓMICA

El éxito de la medicina moderna es en parte el resultado de un

tratamiento farmacológico eficaz. Un hecho bien conocido es que

los individuos responden en forma diferente frente a una terapia

de fármacos y que ningún medicamento es 100% eficaz en todos

los pacientes. En consecuencia, el margen de respuesta a un

tratamiento farmacológico es diverso, ya que algunos individuos

pueden obtener los efectos esperados, mientras otros no obtienen

un resultado terapéutico e incluso pueden experimentar efectos

adversos (15–17).

La existencia de una heterogeneidad interindividual en

respuesta a los fármacos, que afecta tanto a la eficacia como

la toxicidad, puede ser mediada a través de la alteración de la

farmacocinética y farmacodinámica de los medicamentos. Estos

mecanismos de variabilidad están moldeados por la interacción

genético-ambiental. La contribución de cada factor varía con

cada fármaco (18, 19).

La relación entre las reacciones adversas de fármacos y las

variaciones determinadas genéticamente fue demostrada por

primera vez en los años 50. Friedrich Vogel fue el primero en usar

el término farmacogenética en 1959, pero no fue hasta 1962

cuando la farmacogenética fue definida como el estudio de las

variaciones genéticas que causan la variabilidad en la respuesta

a los fármacos (20). Los estudios de farmacogenética se basan en

la investigación de genes candidatos seleccionados por su impor-

tancia biológica, ya sea en la cinética o por su relación en la acción

farmacológica; el objetivo final es identificar individuos con riesgo

de experimentar efectos adversos o con probabilidad de ser resis-

tentes al tratamiento.

De acuerdo a lo anterior, este trabajo busca dar una visión general

acerca de la posibilidad de utilizar y aplicar en la consulta clínica

diaria herramientas genéticas para mejorar la decisión terapéu-

tica, con el objeto de mejorar la eficacia del tratamiento enfer-

medades cardiovasculares.

APLICACIONES DE LA FARMACOGENÓMICA Y

FARMACOGENÉTICA EN LA CLÍNICA

Tras el éxito del Proyecto Genoma Humano, el Proyecto Inter-

nacional HapMap y el Proyecto 1.000 Genomas, nuestra

comprensión de la variación genética humana ha aumentado

de forma secuencial. Investigaciones extensas concomitantes

se han llevado a cabo para encontrar biomarcadores genéticos

asociados con la susceptibilidad, el diagnóstico, el pronóstico

de la enfermedad y la respuesta al tratamiento con técnicas de

genes candidatos, estudios de asociación del genoma completo

(

“Genome-Wide Association Studies”

, GWAS) y de nuevas genera-

ción de tecnologías de secuenciación.

Es interesante observar que estudios de genes candidatos

farmacogenómicos han sido sustancialmente más exitosos

en la identificación de las variantes comunes replicables de

tamaño del efecto apreciable en comparación con las investi-

gaciones de genes candidatos en la genética de la enfermedad.

Esto es posiblemente debido a una mayor comprensión de las

vías farmacológicas en comparación con los procesos de enfer-

medad (21).

Además, aunque a gran escala GWAS y posterior meta-análisis

(22–24) están ahora descubriendo asociaciones genéticas

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(2) 198-209]