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Otro factor interesante a estudiar es el gen ABCB1 (

ATP-binding

cassette

(ABC)

subfamily B

(MDR/TAP)

member 1

), que codifica

para una glicoproteína P, el cual es un transportador de eflujo

que tiene una amplia especificidad, presentando un papel

importante en la eliminación de sustratos en el intestino, la

orina y la bilis. Una variante ABCB1 comúnmente estudiada

es el 3435C

>

T (rs1045642, Ile1145Ile). Se ha observado que

pacientes homocigotos mutados (TT) han reducido la absor-

ción de clopidogrel después de una dosis oral única en compa-

ración con pacientes C/T y CC, aún cuando los resultados de

otros estudios muestran controversias al respecto (61, 62).

Las estatinas

Las estatinas, la clase farmacológica más común-

mente recetada en todo el mundo, están indicadas para

la prevención primaria y secundaria de la enfermedad

cardiovascular. Su principal mecanismo de acción es la

reducción de LDL y colesterol a través de inhibición compe-

titiva de la enzima 3-hidroxi-3-metilglutaril-coenzima A

(HMG-CoA) reductasa, enzima limitante para la síntesis de

novo

de colesterol. La variación genética en la eficacia hipolipe-

miante de las estatinas ha sido ampliamente investigada y más

de 40 genes candidatos han sido descritos (63). Resultado de

estos estudios se ha logrado identificar como factor farmacoge-

nómico relevante al gen SLCO1B1

(Solute Carrier Organic Anion

Transporter Family Member

1B1), particularmente las variantes

genéticas rs4363657 y rs4149056 (521T

>

C, V174A;

SLCO1B1*5), en relación principalmente a la toxicidad

muscular inducida por estatinas. La frecuencia de miopatía y

rabdomiolisis inducida por estatinas se estima en 1/1000 y

1/100.000, respectivamente (26, 64, 65). Los estudios reali-

zados han informado que existe una fuerte asociación entre

la variante y la presencia de miopatía grave. La asociación

entre la variante genética y reacciones adversas a estatinas se

ha demostrado particularmente con simvastatina. Existe falta

de documentación de apoyo acerca de su participación en el

tratamiento con pravastatina, rosuvastatina y atorvastatina

(66–68).

En 2012 (64) y posteriormente ratificado el 2014 (65), el CPIC

(

Clinical Pharmacogenetics Implementation Consortium

) emitió

directrices de consenso para SLCO1B1*5 y su relación con

miopatía inducida por simvastatina, incluyendo la considera-

ción de reducciones de la dosis o el uso de una estatina alter-

nativa para los pacientes que presenten uno o dos alelos con

la variante. Sin embargo, esto no es ampliamente practicado

actualmente.

Algunas otras variantes genéticas relativas a la influencia de

otros genes no metabolizadores de fármacos de uso cardio-

vascular pero igualmente relevantes han sido estudiadas por

nuestro grupo y establecen la importancia de la variabilidad

genética en patologías cardiovasculares de los factores de

coagulación II y VL, la enzima convertidora de angiotensina

(ACE), la proteína transportadora de ésteres de colesterol

(CETP), la apolipoproteína E (ApoE), el inhibidor del activador

de plasminógeno (PAI-1) y la metiléntetrahidrofolato reduc-

tasa (MTHFR) (69).

De acuerdo a ello, el planteamiento de utilizar biomarcadores

moleculares con paneles genómicos-pharmacogenómicos se

plantea abiertamente como el área de desarrollo futuro para

la evaluación de la susceptibilidad a eventos cardiovasculares y

respuesta a la farmacoterapia.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

A pesar de un creciente número de estudios y asociaciones

establecidas entre respuesta farmacológica y genes del meta-

bolismo de drogas (farmacogenómica), la mayoría de la inves-

tigación cardiovascular de este tipo se encuentra en etapas

iniciales, ya que los investigadores han encontrado dificultades

para identificar y validar asociaciones, lo que se debe mayor-

mente a la heterogeneidad de las poblaciones de pacientes

y sus fenotipos o a la dificultad de disponer de tamaños de

muestra adecuados. La creación de consorcios de estudio ha

permitido abordar estas limitantes y avanzar hacia la normali-

zación de las investigaciones, el mejor uso de recursos finan-

cieros involucrados, la realización de estudios más amplios,

la evaluación de las asociaciones de farmacogenómicas en

diferentes grupos étnicos, la realización de meta-análisis que

validen las asociaciones encontradas, la determinación de

requisitos mínimos en la evidencia para las asociaciones gené-

ticas y la proposición de guías clínicas consenso. Al respecto,

varios centros pioneros han iniciado programas medicamentos

genómicos (70). Un ejemplo es el Centro Médico de la Univer-

sidad Vanderbilt,

EE.UU

., donde los pacientes programados

para angiografía coronaria son preventivamente genotipados

en una plataforma con 184 variantes, incluyendo CYP2C19.

Las recomendaciones basadas en el genotipo se proporcionan

automáticamente de manera electrónica para que los médicos

tengan acceso cuando requieran recetar una terapia antipla-

quetaria. La utilización clínica de este programa farmacogenó-

mico ha permitido a la Universidad de Vanderbilt desarrollar

soluciones a las barreras logísticas, financieras y de ejecución

de conocimientos y, junto con otros programas ha generado

marcos de consenso.

Una propuesta más avanzada al respecto es la reciente suge-

rencia de desarrollar algoritmos de dosificación, como ya

se ha hecho para la warfarina, a fin de evitar el exceso de

exposición a medicamentos de uso cardiovascular (71). Los

autores proponen considerar aspectos clínicos y demográ-

ficos (sexo, edad, índice de masa corporal, origen étnico,

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(2) 198-209]