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Muchas madres con EII evitan la lactancia por miedo a los

potenciales efectos secundarios que los medicamentos puedan

tener sobre sus hijos. Un estudio mostró que las madres con EII

que no amamantaban a sus hijos tenían un mayor riesgo de

presentar con una exacerbación de la enfermedad, pero esto

fue atribuido al hecho que aquellas pacientes que estaban

amamantando habían discontinuado los medicamentos (34).

Otro estudio realizado en Canadá no mostró diferencias en

los patrones de lactancia entre madres con y sin EII (35). En

conclusión, no existe evidencia que la lactancia tenga un

efecto biológico sobre la enfermedad inflamatoria.

Medicamentos

Debido a múltiples causas, la adherencia al tratamiento farma-

cológico durante el embarazo es bajo (36). Afortunadamente,

intervenciones dirigidas a educar a las madres tiene el poten-

cial de revertir este efecto (37). A pesar de que la evidencia ha

mostrado que la variable que más influencia la evolución del

embarazo es el grado de control de la EII, muchos clínicos y/o

pacientes discontinúan una o mas fármacos al momento que

el embarazo es detectado. Una de las explicaciones es el miedo

al potencial riesgo de teratogenicidad. Discontinuar medica-

mentos puede tener efectos detrimentales para la madre

y el feto, especialmente en aquellos casos en que la EII es

severa (38).

La evaluación de los efectos que un medicamento tiene sobre

el embarazo es extremadamente difícil debido a que un gran

número de pacientes es necesario para probar una asociación

con eventos poco frecuentes. A mismo tiempo, no es ético

realizar un estudio randomizado para evaluar efectos secunda-

rios. El tópico se complica aun mas cuando consideramos que

la farmacocinética del medicamento está usualmente alterada

durante el embarazo, afectando la dosis requerida y la medi-

ción de los niveles.

Aminosalicilatos

No existe evidencia de que la sulfasalazina (Azulfidine®) o

la mesalazina (Mecolzine®, Mesax®, Pentasa®, Salofalk®)

aumenten el riesgo de malformaciones congénitas (39 – 41).

En mayo de 2010, la “

Food and Drug Administration

” (FDA)

anunció una advertencia involucrando dos preparaciones de

mesalazina disponibles en algunos países (Asacol® y Asacol

HD®), debido a que están recubiertas con un preparado que

contiene Ftalato de dibutilo, el cual ha sido asociado a malfor-

maciones esqueléticas, del tracto urológico y del sistema

reproductivo al ser administrado a animales en dosis muy

altas (42). Es por esto que Asacol® fue reclasificado como un

medicamento clase C (Tabla 1) mientras que otras prepara-

ciones conteniendo mesalazina están clasificadas como clase

B. Es importante mencionar de que pacientes en sulfasalazina

requieren un suplemento diario de ácido fólico ya que la sulfa-

salazina inhibe la dihidrofolato reductasa, disminuyendo el

reservorio de ácido fólico en el organismo. Se ha demostrado

que la suplementación con ácido fólico disminuye el riesgo de

paladar hendido y la incidencia de malformaciones del sistema

cardiovascular (43). La cantidad de productos metabólicos

excretados en la leche materna es mínimo y se considera de

bajo riesgo (44).

En hombres, la sulfasalazina induce oligospermia y altera la

producción de espermatozoides con alternaciones morfoló-

gicas y fisiológicas. Estos cambios son reversibles al discon-

tinuar el medicamento. En estos casos, es recomendable

reemplazar la sulfasalazina por mesalazina (45-47).

Tabla 1. Categorías en que la

Food and Drug Administration

(FDA) clasifica los fármacos en relación

con su posible efecto en el embarazo

Categoría

FDA

Definición

A

Estudios controlados en animales y mujeres embarazadas no muestran riesgo en el primer trimestre y la

posibilidad de daño fetal es muy baja.

B

Estudios en animales no muestran riesgos fetales pero no hay estudios controlados en humanos o en los estudios

de animales se han observado efectos adversos, pero no se han confirmado en estudios controlados en mujeres en

el primer trimestre.

C

Los estudios en animales han demostrado que el fármaco ejerce efectos teratogénicos o embriocidas, pero no

existen estudios controlados en humanos o no se dispone de estudios ni en animales ni en humanos.

D

Existe evidencia positiva de riesgo fetal, sin embargo, los beneficios pueden superar a los riesgos si existe riesgo

para la vida o la enfermedad es grave.

X

Estudios en animales o en humanos muestran anomalías fetales (fármacos contraindicados).

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(5) 649-662]