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El examen cuidadoso y detallado con endoscopia de alta

definición ha demostrado tener mayor sensibilidad en la

identificación de la neoplasia en el EB. Otros avances tecno-

lógicos como la cromoscopia electrónica y magnificación no

han demostrado un aporte en el diagnóstico. Herramientas

de imagen como la autofluorescencia, endomicroscopia

láser confocal y la tomografía de coherencia óptica, plantean

beneficios en el diagnóstico y manejo de éstos pacientes, sin

embargo, faltan investigaciones para determinar su verda-

dera utilidad.

La endosonografía tiene un rol establecido en la determina-

ción de la profundidad de la invasión en el adenocarcinoma, sin

embargo, estudios recientes han mostrado una limitada preci-

sión en la delimitación del compromiso en pacientes con DAG y

ADC intramucoso.

CLASIFICACIONES ENDOSCÓPICAS EN EB

- Según longitud:

Se clasifica en EB largo cuando la longitud

de la metaplasia es mayor o igual a 3 centímetros y EB corto si

es menor de 3 centímetros (6).

- Clasificación de Praga:

Caracteriza la extensión de la meta-

plasia incluyendo la longitud máxima de la lengüeta (M) y la

extensión circunferencial (C), de forma tal de poder objetivar

la magnitud de la metaplasia y su evolución en el tiempo (7)

(Figura 1).

- Clasificación de París:

Se aplica para caracterizar las lesiones

según su morfología, en elevadas, planas o deprimidas (8). Todas

las lesiones visibles en el segmento de Barrett deben describirse

utilizando la clasificación de París (Figura 2).

RIESGO DE CÁNCER EN EB

La importancia de el EB radica en que la presencia de metaplasia

columnar intestinal en el esófago predispone al desarrollo de

cáncer de esófago.

Pacientes con EB tienen 30 a 125 más riesgo de desarrollar

un ADC cuando se comparan con la población general (9).

Estimaciones de incidencia publicadas varían entre 0,2% y

2,9% (10).

La ERGE y el EB son los principales factores de riesgo de ADC, un

tumor con alta mortalidad, cuya frecuencia en Estados Unidos

ha aumentado más de siete veces las últimas cuatro décadas,

período en el que la ERGE y el EB ha aumentado modestamente

(11,12).

Hay varios factores que podrían contribuir a este aumento,

como el aumento de la obesidad central, disminución de la

infección por

Helicobacter pylori

y una dieta con mayor conte-

nido de nitratos, provenientes de fertilizantes.

El riesgo de ADC en pacientes con EB sin displasia es de 0,1 a

0,3% por año.

Al analizar el riesgo individual aparecen otros factores por

ejemplo es dos veces mayor en hombres, en segmentos largos

de displasia y en pacientes con formas familiares de EB.

Los pacientes con segmentos más largos de metaplasia

tienen más células en riesgo de mutación y en teoría serían

más propensos a adquirir la combinación crítica de altera-

ciones de ADN, que resultan en la malignización. Tradicional-

mente se ha dicho que el EB largo tiene un riesgo algo mayor

de desarrollar un cáncer, sin embargo, no existen pruebas

concluyentes (13).

[ESÓFAGO DE BARRETT: REVISIÓN DE LA LITERATURA - Dra. M. Antonieta Ramírez R. y col.]

Figura 1. Clasificación de Praga

Extensión Máxima

de la Metaplasia = M

CLASIFICACIÓN DE PRAGA

Fin de pliegues

Contracción Hiatal

Esófago de Barret

Hernia Hiatal

Extensión Circunferencial

de la Metaplasia = C

Figura 2. Clasificación de París

Ref. 8.

Pólipo Pediculado

Plano elevado

Plano plano

Excavado

Plano deprimido

Pólipo Sésil